Un Mundo De Pequeñas Historias

La Joven, El Guardian Y Los Muertos

SEGUNDA ENTREGA

La noche llegó junto con la lluvia y los vientos fuertes. Le causaba gracia a ellos como los muertos salían volando con el viento.
_que bueno sería que se ahoguen...como hizo dios una vez... Ahogue a todos los monstruos.
_eso sería bueno Xavier... Pero no creo que pase.
_ven Ari... Vamos a comer.
Se alejaron de la ventana y se acomodaron en la mesa él había preparado un poco de carne que cocino en un improvisado tanque de metal usando la parrilla del horno. Junto con algunas papas que pudo conseguir.
Ariel_ esto es un encanto, gracias... Es como si hubiera pasado mil años que no como comida elaborada.
Xavier_ esto es único porque pude conseguir los ingredientes necesarios!
Ella se sirvió la comida y comió con muchas ganas se sentía feliz por unos minutos se olvido que los muertos gobernaban la tierra.
Cenaban en silencio, mientras oían la lluvia golpear el cristal con fuerza y la luz de la vela se movía por la brisa que se escabullirse hacía el interior.
Xavier_ es muy romántico este momento.
Ariel_ no encontraste otro comentario más incómodo. Jajaja
Xavier_cual era tu historia antes de esto...?
Ariel_ era recepcionista... Bueno practicaba en realidad...
Xavier_ yo trabajaba en una tienda. Ayudaba como podía a mi madre...
Ya casi terminaban de comer, el agua de lluvia hervido era una delicia. Después de diez años todo lo humano se perdió y aún faltaba más. Cuando dejaron los cubiertos sobre el plato un ruido desconocido se hizo sentir y provocó un escalofrío.
Ariel_ que fue eso?
Xavier_ no sé... Pero...
Se acercaron nuevamente a la ventana y a penas corrieron las cortinas sea lo sea que haya afuera no quería que los viera. De nuevo se escucho aquello, se veían a un hombre de al menos dos metros de altura que arrastraba cadenas con lo que podría ser metales en punta. Se acercó a los muertos que estaban en el suelo.
_que demonios hacen!!!
La sorpresa fue impactante para los dos ella se cubrió la boca para no gritar y alertar al extraño, se acercaron más al cristal el muerto, que se veía claramente por el deterioro de algunas de sus partes, había hablado. Se expresó. Sacó un machete de su cintura y le corto la cabeza para que se muriera de una vez.
_este es nuestro mundo debemos dominar!! Pónganse de pie! Caminen derechos!!
Seguian mirando atentamente, los demás cadáveres se levantaron y lo siguieron.
Xavier_ que mierda fue eso?
Ariel_ habló! dijo dominar!! No entiendo nada...
La sorpresa los tenía paralizados, el miedo a lo desconocido volvió a resucitar. Luego de diez años los muertos seguían siendo los dueños del mundo y seguían siendo un completo misterio.
Apagaron las velas y se fueron al living que se encontraba lejos de las ventanas que se encontraban tapadas por maderas. Encendió una pequeña vela para que aleje a la oscuridad, al miedo.
Se acostaron sobre la alfombra y se dedicaron a dormir, al menos a descansar con lo imposible que era tener un sueño placentero con el rugido de los zombies y ahora con aquella escena del monstruo hablando.

La mañana llegó con algo de sol y el joven se acercó a observar el patio para ver si los muertos estaban lejos, querían salir a caminar aunque eso sería un peligro. Ella lo observaba tranquila desde el último escalón de la escalera, lo miraba estudiando cada rasgo. Sus ojos color pardo la fascinaba, el físico bien entrenado la hacía suspirar su carácter protector era lo que deseaba hace mucho.
Ariel_ tienes que salir?
Xavier_ si... Iré a buscar algo para comer.
Ariel_ no te vayas, no quiero quedarme sola... Tengo miedo...
Xavier_ puedes venir conmigo...
Ariel_soy nula para la lucha...
Xavier_ no te preocupes, voy a volver... Aunque si me encuentro con ese extraño zombie... Espero sobrevivir.
Ariel_ ojalá que si!
Se levanto y lo beso en la mejilla como si le deseara lo mejor, aunque su beso parecía esconder el sentimiento de la despedida.
Ahí el joven se fue y agradeció el beso, sintió que era el único gesto de cariño que hace mucho extrañaba. Recordó a su hermana, los besos llenos de cariño que ella le daba cuando se despedía de él.

Se encontraba sentado en la casa más cara que pudo encontrar en el barrio. Se encontraba desordenada como el resto de las casas. El aire en su interior era una mezcla de humedad con podredumbre, los muebles estaban húmedos y ya mostraban las diferente colonias de hongos que se hicieron propietarios de aquella madera que en su buena vida era una madera muy cara. Vio a sus soldados comiendo un hombre, los gritos de aquel hombre llenaron la casa hasta que el corazón no aguanto el dolor. Los observaba con desdén como si sintiera asco, su estómago aún se resistía a la carne podrida o fresca.
_me dan asco... _ se miro al espejo que tenía a su lado izquierdo, miro su rostro demacrado y su mejilla derecha mostraba un gran faltante de carne, esta ya se había vuelto negra. Noto sus ojos que se volvieron blancos perdiendo su color celeste, con el que había enamorado a muchas mujeres. _ me das asco!
Aquel hombre se convirtió en zombie cuando su mujer le mordió la mejilla, se hizo zombie aunque no del todo ya que este aún podía pensar, actuar y hablar. Una extraña mutación.
Entró una mujer muy bella a la gran casa, los muertos la vieron y se iban abalanzar sobre ella.
_a ella no estúpidos!! enfermos de mierda!!
_son una basura porque los dejas estar aquí...?
_no es momento de quejas... Que quieres?
_que vengas con nosotros tu eres la clave para tratar de salvar el mundo!
_no quiero, quiero dominar el mundo!!
_con estos muertos. No piensan! no reaccionan!! por qué te niegas!?
_no seré un conejo de pruebas y morir ahí adentro. aquí tengo todo!
_eres nuestra salvación por favor!
_no.
_entonces lo haremos a la fuerza!
La desafío con la mirada, ven inténtalo. Eso la sacó de sus cabales. Estaba decida en ganar esa absurda pelea contra un muerto que no lo estaba por completo. La mujer de mirada intensa se acercó más a él sin siquiera sentir miedo pero no podía evitar sacarse ese sentimiento de asco.
_puedes salvar al mundo.
_lo único que quería salvar era a mi hija y ella fue destrozada por unos asquerosos muertos.
La reunión terminó cuando ella volvió al auto se marchó. El zombie la miraba con algo de deseo, no aquel deseo sexual sino aquel deseo de comerla.