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Primera parte. La sonrisa de ella iluminaba aquel salón de clases que la oían atentamente perdidos en la dulzura en la inocencia de ella. Su nombre es Layla Evergreen, una joven de cabellos castaños hasta el hombro, una mirada de color casi bordo. Una altura de 1,67. Sus amigas la describen como soñadora, indecisa e inocente. Su pasión va por la lectura, es muy sensible hasta las lágrimas, sus notas son excelentes y hace dos años ella vivía sola. La pregunta que más vivía en su cabeza era, puedo ser realmente útil en la vida?. Ahí estaba ella hablando de que se haría una huerta en el colegio y buscaba gente que ayudara en el cuidado del mismo. _yo quiero ayudar Lay! a mi me gustaría. Dijo un joven que se mostraba enamorado. La mejor amiga de Layla le habló al joven. _se menos obvio por favor. _lo siento. Es que es hermosa! Su vida en el colegio es ser la más popular sin embargo no porque ella quisiera, ya que ella prefería el anonimato pero su belleza y su participación en todas las clases extracurriculares y en las fiestas escolares, la hacía muy notoria. Se acercó a ella su amiga para pasarle su mochila. _vamos Lay! es hora del almuerzo y tengo mucha hambre. _si! Su amiga se llama karen Roberts, tiene la misma edad que ella 18 años. Es la presidente de la clase, tuvo una infancia sin amigos y al conocer a Layla su vida cambió para bien. Los más cercanos la ven muy modesta, atenta y cándida. Su pensamiento recurrente : hoy en día la gente conoce el precio de todo y el valor de nada. Tiene una gran pasión con la música, estudia todo tipo de instrumento de música y canto. Karen_ es un día maravilloso! Un precioso día para salir a pasear!! Layla _ si es cierto! podemos luego de ir a buscar los uniformes nuevos, ir hasta nuestro local favorito! Karen_ gracias! Muchas gracias! Layla_ de nada super amiga! Las dos chicas volvieron a sus cosas y sus deberes.
Su cuarto estaba entre caluroso y frío algo que lo cansaba por completo no sabía si abrigarse o sólo andar con ropa de verano, estaba entre el enojo y la furia. Ahí estaba un joven de 18 años, al menos en apariencia humana, se podría decir que al menos tendría unos 450 años realmente. Su altura es 1,89 su cabello es de un negro profundo y corto, un estilo salvaje. Su niñera lo describía como serio, protector y rebelde; sus pasiones eran la soledad y la escritura y peleará por lo justo. Una pregunta podría definirlo, es realmente el malo? _oh mi pequeño demonio. Qué haces aquí? _primero que este es mi cuarto y segundo tu que haces aquí.? _el señor me mando a ver que es lo que haces.? no te vio en todo el día ni yo tampoco. _déjame en paz Julia. _oh Daren si que eres un niño malcriado! _en fin solo vine a verte debo ir hasta la otra parte del infierno a ver que pasa con los locos asesinos. Ella se marchó, la vio. Cabello cano, pero un rostro muy joven un cuerpo algo pasado del peso ideal para la estatura que tenía. La conoció ni bien nació. Ella lo cuido desde entonces, su madre murió ni bien lo dio a luz. Se levantó tomó su teléfono celular y se marchó del infierno sin embargo primero debía pasar por un pasillo lleno de calabozos. No quería mirar los interiores ya que siempre era lo mismo. Almas torturadas, dejaban que se sanaran y luego volvían a torturar paso delante del calabozo número 137. _oye? ya te vas? que bueno que tengas tanta libertad!! _tu estas muerta! que pretendías? _solo que también me gustaría salir y caminar y andar! _estas muerta y si estas aquí fue porque no fuiste precisamente buena en la tierra. _jajaja estúpido malcriado del demonio... _soy el hijo... Que esperabas!! El joven se marchó y la chica con una historia de asesina sádica se quedó sola en su jaula, con una mirada aterradora. Salió a la calle y el sol siempre le provocaba un dolor ocular. Que casi lo hacía llorar. _mierda! mierda!! El sol, el aire, la tierra era muy diferente al infierno. Todo era diferente al infierno inclusive la comida. La luz no le gustaba mucho sin embargo si la noche. Se fue a su plaza favorita para dedicarse a su hobby, la escritura.
La luz era constante, ni frío ni calor, solo un maravillo paraíso rodeado de paz y luz, el silencio invadía cada rincón cada hermoso lugar. Ahí estaba Lancelot, un joven de 18 años de cabello plateado largo hasta los hombros con una altura de 1,90. Es una persona que muestra su carácter déspota, su manera cruel de manipular y su narcisismo está a flor de piel. Logrando hasta tener un grupo de seguidores. Su inclinación iba por el lujo, sabía que teniendo eso, tenía mujeres atrás de él su pensamiento recurrente es, hay alguien mejor que yo? El cielo era su mundo, su lugar de nacimiento. Llegó hasta su cuarto cada detalle era de oro. Contaba con todo tipo de joyas preciosas. _estoy muy aburrido! Un grupo de chicas lo esperaban en su ventana. Sabía que ahí estaban porque las podía oír, llamándolo. _estas chicas... Se saco el saco y la camisa se miro al espejo admirando su belleza natural. Se acercó a la ventana y las miro. _bueno chicas, quiero dormir! vayan a sus nubes! _ERES MUY LINDO!! _SE MI GUARDIAN!! _PUEDES CASARTE CONMIGO!!! _basta ángeles hermosos. Vayan a hacer sus cosas. Ellas se fueron y todo quedó en silencio. Su paraíso era más que nada la tierra ya que ahí podía conquistar a más personas inclusive tenía un grupo de hombres que lo protegían, pero Lancelot jamás necesita ayuda, él tiene un poder divino. Algo que heredó de su padre y su madre. Ambos seguian vivos. Se arrojo a su cama cómoda y se acostó en su lujosa cama y se preparo para la larga noche.
