Capítulo 2

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  En su rostro reflejaba tristeza y sorpresa, me sentí mal de repente, dos años sin vernos y le doy malas noticias, se levantó de la silla y camino hasta llegar a mí, me cogió de las manos y me abrazo, hasta este momento fue que me di cuenta que necesitaba uno, quisiera que este abrazo fuera duradero, él fue el primero en romper el abrazo, me cogió de las muñecas y nos sentamos en la cama, por sus mejillas caían lágrimas y odiaba eso más si yo soy la causante.

-¿Desde cuándo lo sabes?

-Desde hoy, no sé cómo decirle a nuestros padres.

-Diciéndoselos, sé que no será fácil pero es algo que tienen que saber ya-suspiro- ¿Cuánto tiempo te queda?

-No se trata de tiempo, se trata de que ya no me aplicare los tratamientos.

-¡¿QUÉ ESTAS LOCA?!-bramo con mucha furia mientras se levantaba de la cama, aquí viene el regaño-Ashley no puedes hacer eso, además no puedes decidir lo tu sola, eres menor de edad tienes 17 años, ¡17 AÑOS!- se veía muy alterado y sus gritos me lo confirmaban.

-Si lo sé, ¡crees que no lo sé!, Connor tienes que entenderme tengo 3 años con Mielofibrosis, tres años de inyecciones, medicamentos, ya estoy cansada-dije sintiendo como me rompía por dentro.

-No permitiré que dejes los medicamentos- salió de mi habitación dando un portazo.

Vacile por un rato y me tumbe en la cama y rompí en llanto, no era así como pensaba que saldría las cosas ¿y si así pasara con mis padres?, no pensé que esto traería problemas.

Las 6 am y la alarma suena como loca, me estire y la apague, arrastre mis pies al baño e hice lo de siempre.

Baje las escaleras y camine a la cocina, solo esta mis dos hermanos menores y mi madres, me senté a desayunar con ellos, ninguno dijo nada lo cual agradecí, al parecer escucharon los gritos de anoche, mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de un carraspeo y venia de Connor.

-¿Qué se siente que sea tu último año?- dijo sentándose a mi lado- verte así me recuerda cuando comenzaste la secundaria y falleció el camaleón de la clase de biología y lloraste por meses-dijo riéndose con su ultimo comentario.

-Yo quiero saber esa historia-dijo Adan sonriente, mi hermano de 11 años tan parecido a Connor y a mí, pues la genética no fallo, Brigitte, Adan, Connor y yo somos muy parecidos a nuestros padres con nuestros cabellos castaño y ojos avellana.

-Bueno cuando Ash comenzó la secundaria, le toco cuidar por una semana a Mailo el camaleón de la clase de biología, luego se encariño e inventaba excusas para cuidarlo siempre, el día de su muerte fue muy dolorosa para todo, más para Ash y la pobre niña lloro por meses-dijo causándole risa a mis hermanos menores.

-Ya me tengo que ir- dije más seca de lo que tenía pensado.

-¿Sigues estudiando en Grandview Preparatory?-dijo deteniéndome por la muñeca.

-Sí.

-Te llevo, busca tu mochila.

No estaba muy convencida pero no pensaba coger el bus escolar, subí a mi habitación y cogí mi mochila y volví a bajar, antes de salir grite "adiós" y Salí, me quede sorprendida por lo que veía era un Peugeot 2008 1.6L Allure color azul marino, subí al reluciente auto.

-¿Es tuyo?- pregunte admirando por dentro el hermoso auto.

-Si-dijo sonriente mientras arrancaba.

No sabía que decir después de la pelea de ayer, no sabía si estaba normal o molesto, con Connor las cosas son impredecibles, el trayecto al Grandview Preparatory School fue muy incómodo. Cuando llegamos baje del auto sin decir adiós, camine al salón de C.C salud, al entrar vi en el pizarrón el título de la clase en grande <enfermedades peligrosas en adolescentes>, me senté en mi asiento y la profesora comenzó hablar, hubo muchos temas variados, pero cuando tocaron el tema de Mielofibrosis no pude evitar tensarme, me entraron ganas de irme a mi casa pero simplemente tengo que tragarme la clase.

Colores Del ArcoírisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora