Mariano estaba en la puerta. No podría descifrar su cara, ni lo que expresaba. Creo que en ese momento, ni él mismo lo sabía
-Hola... ¿qué haces aquí? - Marco cortó el silencio incomodísimo como pudo
-Te he llamado por si sabías algo de ella... Ahora veo que si...
-Mariano... empiezo yoSu tono de voz comienza a quebrarse y yo me hago más pequeñita
-Sólo quiero saber si ha pasado algo... se que me merezco todo lo malo que venga, y que no soy un ejemplo de nada. Pero quiero saber si ha pasado algo entre vosotros, querría que fuerais sinceros,por favor
Saca toda la educación que lleva antes de secarse dos lágrimas de un manotazo.
-Eh... me voy y lo habláis tranquilos...
-No... quédate. Al fin y al cabo ella es lo que tenemos en común ¿no?
-Si -admito yo en voz alta. Pero antes de que diga nada, sigo hablando - Pero ha pasado porque crees que no te quiero y que no te valoro lo suficiente. Crees que no estoy enamorada y crees que todos vamos a hacerte daño porque la cagaste. La cagaste,si, pero esto ha pasado porque " a veces no basta con querer"Marco esta ojiplático. Acabo de reconocer que estoy enamorada de su compañero y está tan alucinado como decepcionado
-Lo siento Marco... añado - mirándole. - Ayer se me fue mucho la pinza, y esta mañana... es que tío, mírate -y ambos sonreímos. - Pero -y vuelvo a mi seriedad - esto es lo máximo a lo que aspiraremos alguna vez. Lo siento. Y si me disculpáis, me voy a trabajar,que bastante me han puteado por vosotros dos