-Joder tío... - es lo primero que le suelto al llegar. De Concha Espina a casa un mutismo absoluto.
Y se que a Mariano le desesperaba no saber qué me pasaba
-Qué paaaasa mi vidaa - ya se subía por las paredes al ver alargar las "a"
-Que mañana te vas - no sabía si enfadarme o entristecerme.
-Es que no quiero que vengas -me suelta.
Mi cara era un poema, así que intentó coger una de mis manos, pero le esquivé el gesto
-A ver... no quiero que vengas porque son muchas horas en avión... es ir de aquí para allí,y sera no un parar, y eso puede causarte estrés. Además, si en el canal no te han dicho nada, querrán que estés aquí, y te necesitarán
-¿Si no estuviera embarazada iría?
-Claro que si. O con el canal o conmigo. Pero supongo que estamos todos más tranquilos aquí
Pero a mi se me pasan imágenes raras por la cabeza. Putas hormonas
Me siento en un taburete y apoyo mis manos en la isla de la cocina
-¿No me vas a cambiar por ninguna musulmana entonces?
Su carcajada creo que la han oído los rivales del Mundialito que ya están en los Emiratos.
-No cariño... no creo. Si no estoy jugando estaré concentrado. Y si ganamos planeo celebrarlo contigo cuando vuelva
Le abrazo como si me hubiese tocado la lotería. Ya lo he dicho, mis hormonas están medio chifladas
-Te quiero. No quiero que te vayas -y empiezo a llorar
-Pero mi vida -y se ríe mirándome a la cara. - Estamos muy hormonados ¿no? - y me besa el pelo muchas veces
-Si... -le digo sorbiéndome los mocos de una manera poco formal
Se separa de mi y los ojos le brillan de una manera especial
-Ven conmigo - tira de mi mano y llegamos a lo que en casa llamamos "la habitación de fútbol"
Aquí, Mariano tiene todas sus camisetas, las que le regalan, botas, medallas, fotos,cuadros y copas. Vamos, la oficina de los trofeos
Pero, según entro, hay varios cambios.
Donde antes había un póster suyo, ahora hay una foto de los dos en Lyon,abrazados, y muy felices.
Y, apoyada en el marco, a un lado, una foto impresa de la eco.
-No os cambiaría por nada del mundo mi vida. Os quiero
-Te queremos papi. Más que a nada. Siempre un equipo
