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Alguien entra en la habitación
Abro un ojo y veo a Mariano y a Marco
-Tienes que contárselo - pidió Marco
-¿El qué? ¿Que por que te la hayas follado nuestros hijos están muertos? ¿Que no pudisteis aguantar el calentón? ¿Qué quieres que le diga?
-¿Por qué ella nunca es la primera? ¿Por qué se sentía tan sola hasta que me conoció? Y lo de los bebés... has oído a la doctora -rebatió Marco. Y estoy completamente de acuerdo - No me quieras echar la culpa...

-¿No podéis dejar de discutir ni aquí?- mi voz resuena autoritaria, a pesar de estar débil
-Mi vida... - Mariano quiso agarrar  mi mano pero se la quité
-Hola... - me saludó Marco, al borde del llanto
-Hey - a él si que le cogí la mano
-Laura... - insistió Mariano... -Tenemos que hablar contigo
-Lo se... una madre sabe esas cosas... estoy vacía... me siento vacía... - al decir esto me pongo a llorar

Mariano rompe a llorar también, y es desolador como Marco se une y ninguno tenemos consuelo

-Hacedme un favor los dos... por favor... dejadme tranquila y sola.
Necesito estar tranquila y sola.

Se fueron uno detrás del otro.
Marco dejando un suave beso en mi frente, y Mariano en mis nudillos.
Cuando la puerta se cerró, me hundí. La luz de mis ojos se oscureció, mi ánimo se hundió y sólo me apetecía dormirme y no despertar
Mis hijos ya no existían, así que era algo así como si yo ya no tuviera derecho a estar viva

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