-Si
-¿Si qué?
-Que si. Que vale. Que Raúl. Y Emma
-Raúl y Emma. Me encantan ¿Estáis bien? ¿Está todo bien?
-Todo bien papá
-Me gusta... me gusta que me llames así...
-Es lo que eres... técnicamente aún no, pero bueno, lo serás ¿no?En esto gastamos el tiempo hablando por teléfono. En parecer dos besugos que no se han conocido nunca.
Pero es lo que hay-Me muero por conocerles... - confiesa Mariano
-Y yo... ¿serán morenitos como tú?
-O blanquitos como tú... no te pones morena ni queriendo
-Si, la verdad. Pues uno de cadaY nos echamos a reír como si fuera la cosa más obvia del mundo.
-Oye... no quiero que críes sola a los críos... sigo sin entender por qué estamos separados Laura... te necesito... necesito estar contigo... con vosotros...
-Mariano... estás a 8 horas en avión... no te pongas trascendental, que encima no te pega. Sabes perfectamente por qué no estamos juntos, y las consecuencias de tus acciones
-Tú tampoco eres una santa...
-Efectivamente. Pues por todo ese cúmulo de cosas es mejor dejarlo
-No quiero dejarlo. No quiero perderte... te quiero muchísimo mi vida...
-Si me quisieras, pensarías un poquito más en mi y menos en ti...
-¿Se acabó? ¿No hay marcha atrás?
-No... y es mejor así. Estamos mejor asíNo me lo creía ni yo. Separados no durábamos ni un telediario. Y juntos parecíamos invencibles
Pero dentro de un castillo de naipes que podría venirse abajo de un momento a otro