34. La carta

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Es la hora de cenar. Como Isco parece que me está dando mi espacio, voy yo a la cocina a preparar la cena.

Acabo haciendo unos filetes a la plancha para que su dieta no se vea influida por la comida que yo le haga.

Baja a cenar conmigo aunque no hablemos, por lo menos significa que me apoya y que está aquí conmigo.

Terminamos de cenar y me ayuda a recoger.

-Como veo que estas enfadada por lo de Sara, voy a dormir hoy en la habitación de invitados.

No le respondo. Cuando sube las escaleras me derrumbo. Mucha presión ya hoy.

Acabo subiendo las escaleras porque Noa está llorando. Paso por la habitación donde duerme Isco. Está dormido, de espaldas a la puerta. Me vuelvo a distraer con el llanto de Noa. Tiene hambre aunque ya es mayor, acabo dándole de comer un puré.

Se vuelve a dormir tan tranquila. Pronto empezará a andar y será un lío.

La dejo dormida en su cuna y salgo de la habitación. No soy capaz de dormir sola. Le observo dormir. Me acerco a él y me tumbo. Instintivamente, sus brazos me abrazan.

-Lo siento.-Digo.

-Da igual. Tenía miedo a perderte. Entre Sara y yo no hay nada. Te quiero a ti.

-Y yo a ti.

Nos dormimos los dos juntos, en la habitación de invitados.

_ . _

Han pasado unos días. Noa está mas feliz que nunca. Está empezando a andar. Cuesta creer que hace casi un año nació. Han pasado tantas cosas que el año se ha pasado muy rápido.

Estoy llegando ya a casa después de un largo día de trabajo. No hemos tenido casi noticias de Sara. Se que ha llamado un par de veces a Isco pero nunca cogió las llamadas delante de mi.

Abro el buzón y cojo las cartas que hay. Una postal navideña, facturas y una carta del judgado.

-Oye Isco.

-Dime cariño.

-¿Sabes por que hay una carta del juzgado?

-No.

Viene hasta mi con Noa entre brazos.

-Mamá.

-Hola cariño. Ven aquí.-La cojo entre mis brazos.

Isco abre la carta y me mira.

-Sara te ha denunciado por agresión.

-Sera...

-No digas palabrotas delante de la niña.

-Vale, vale...

Ya no se ni que hacer.

-¿Has vuelto a hablar con ella?

-Bueno... Si...

-¿¡Y no me lo habías dicho!?

-No. Lo siento. Debí de habertelo dicho.

-Bueno, da igual. De que hablasteis.

-Me dijo que tenia que cortar contigo. O te denunciaría. No creí que lo hiciese.

-Dios. Por que no me lo dijiste. No te entiendo. Que voy a hacer ahora.

-Y... Bueno... El otro día cuando te fuiste a dar un paseo con Noa... Se presentó en casa. Me dijo que volviese con ella.

-¿Que le dijiste?

-Que no podía. Que ya no había nada entre nosotras. Se fue realmente enfadada.

-Sera hija de... No. Perdón. La arranco la melena la próxima vez.

-Pero si lo piensas bien... No fue agresión. Ella te provocó y encima hay chantage entre medias.

-Es verdad.

-¿Cuando es la cita en el juzgado?

-Es... ¡¡Mañana!! Como la pille la retuerzo.

-Sin violencia Thalía.

Acabamos viendo una peli. Isco insiste en ver Crepúsculo para que se me pase un poco el enfado. Si pone mi película favorita solo conseguiría invitarme mas a la violencia ahora mismo ya que es Los Juegos Del Hambre.

¿Se me había olvidado deciros que tengo los billetes para Mallorca verdad? Pues si. Son para pasado mañana. Isco no quería que fuese pero tenía que hacerlo. Volveré para año nuevo y lo pasaremos en familia. A Mallorca nos vamos con Marco porque quiere ir a ver a su padre.

-Te quedaste mirando a la nada. ¿En que piensas?

-En Marco.-Dije sin pensar.

-¿Perdón?

-¡No! No en eso. No es lo que tu piensas. Solo te quiero a ti. Es que me voy a Mallorca con Emma y con Nina y él también va a venir.

-Ah. Menos mal. Ya me habías asustado.

Al día siguiente, me despierto junto a Isco. Se le ve tan mono dormido...

Me levanto sin hacer ruido y bajo a la cocina con Noa. Le doy de desayunar y le pongo los dibujos en la tele. Me tomo mi café de la mañana mirando el periódico. Nada nuevo. Siguen con la política.

Isco baja las escaleras al cabo de un rato.

-Buenos días.-Dice.

-Hola. Aquí tienes tu café, las tostadas y el zumo. Me voy a subir a duchar. Hay que estar en el juzgado a las once. Por favor. Recoge cuando termines de desayunar y vistete.

-No se si me acordaré de todo...

-No estoy para bromas.

Subo corriendo las escaleras y cierro la puerta de la habitación. Me doy una ducha fría que me ayuda a despejar la mente.

Me visto formal con una chaqueta de traje y una coleta.

Cuando bajo, me encuentro a Isco jugando con Noa.

-Sube a prepararte, tenemos poco tiempo.

-Voy.

Sube las escaleras.

-Bueno Noa, vamos a vestirte. Te vas a quedar con los titos Marco y Emma.

Ella aplaude y sonríe. Como se nota que le gusta irse con ellos.

En un momento ya la he vestido. Si es que es muy buena niña de verdad.

Cuando ya estamos los tres listos para salir, vienen Marco y Emma a cuidar de Noa.

-Volveremos hacia la hora de comer. Si le entra hambre tiene comida en la nevera.

Isco y yo salimos por la puerta de casa. No oímos a Noa llorar así que debe de estar bien.

-¿Que crees que va a pasar?-Le pregunto.

-No lo se. Espero que ganemos.

-Yo tambien lo espero...

Llegamos a los judgados a la hora acordada y vemos a Sara con su abogada.

-Sólo tienes que decir que te agredió cuando tu ibas a salir ya por la puerta para recoger tus cosas de casa de Isco.

-¿Y si me preguntan? O peor. Y si la preguntan a ella.

-Isco tiene miedo de que la metan en la cárcel. No va a contar la verdad sabiendo que le has amenazado.

Termino la grabación antes de que las dos se den cuenta de nuestra presencia. Le indico a Isco que mantenga el silencio y entramos los dos en la sala. Unos minutos después, el juicio da comienzo.

Como Un Hermano Mayor||Nacho FernandezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora