19. Un dia para pensar

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Me siento fatal. No se que hacer con mi vida ahora mismo.

Me meto en el coche y pongo rumbo a San Lorenzo. Una vez llego allí, no se donde ir.

Camino un rato hasta llegar al lugar secreto que compartíamos Jane y yo. Pero, está allí con sin novio y no la quiero molestar.

Decido ir al monasterio. Siempre me ha relajado. Es un sitio precioso que merece ser visitado.

Me quedo contemplando las vistas un rato desde un balcón.

-Sabia que estarias aquí.-Dice una voz por detrás.

-Siempre supiste donde estaría en un momento así.-Le contesté.

Se puso a mi lado. No había cambiado desde la última vez que la vi. Estaba igual. Hace un año. Cuando se volvió a Galicia.

-¿Que haces aquí?

-Vine a ver a mamá.

-¿Como me encontraste?

-Mamá me dijo que habías ido a la pastelería y Manuel me dijo lo de la tarta. Fui a casa de Nacho y allí Marco me contó lo de la discursion, fui a casa de Victoria y me dijo que estabas afectada.

-Me alegro de volver a verte.

La abrazo durante un rato.

-¿Crees que todavía me querrá?

-Claro. Está un mes de baja, estará afectado. Veras como te va a buscar.

-Gracias Nerea.

Nos seguímos pareciendo como dos gotas de agua. Las dos con el pelo rubio, de la misma longitud, los mismos ojos azules y la misma estatura. Quien diría que somos personas distintas.

Nerea consigue sacarme una sonrisa.

-Thalía, lo siento mucho. En cuanto te fuiste fui a ver a Victoria y me dijo Isquito que te habías ido. Fui a ver a tu madre y me dijo que estarías aquí.

Nerea y yo nos miramos.

-¿Quien de las dos eres?

Mi hermana le mira un momento.

-¿No te fijaste ni siquiera en que llevaba puesto? ¿Y eres tu el que se supone que es mi novio?

-¿Quien es este?-Le digo a Nerea.

-Es mi novio. Pero parece que no me quiere. Básicamente, nos ha echado a su hijo y a mi de su vida.

-No Thalía, fue un error. Nunca haría eso.

-Mentira.

Finje que llora y sale corriendo.

-Ya te vale Romeo. Pobre Thalía.

-Por favor...

-Me llamo Nerea.

-Vale. Por favor Nerea. No quería haberle dicho eso. La quiero con toda mi alma. No quería haber dicho eso.

-Pues no se como se lo vas a explicar.

-Dale esta carta de mi parte por favor.

Me entrega un sobre azul y corro detrás de ella. Veo que me espera en la esquina de la calle.

Cuando me reúno con ella, las dos los dirijimos al piso de nuestra madre. No lo ha vendido y tenemos la llave.

Al llegar, comprobamos que no ha tocado nada.

-Echaba de menos tus interpretaciones.

Ella se ríe.

-¿Porque lo has echo?

Como Un Hermano Mayor||Nacho FernandezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora