Me desperté temprano, la luz que entra por la ventana me ciega por algunos segundos hasta que doy media vuelta en la cama y choco con su cuerpo. Le miro y aquí está, cómo tantas veces había soñado, sentado a mi lado, reposando su espalda en el cabecero de la cama y con un libro en sus manos.
Se quitó con lentitud ese par se gafas que enamoran a cualquiera y posó sus ojos en mi.- Buenos días.
- Buenos días. —sonreí. —¿Qué hora es?
- Las ocho y cuarto.
- ¡Joder! Debo llevar a Paula al colegio, ya es tarde. —bufé, mi hija llegaría tarde a su primer día de colegio, luego del accidente, claro. Y todo por mi culpa.
- Paula ya está en el colegio. —me paralicé.
- ¿Cómo?
- Le he llevado yo hace como media hora o algo así.
Me quedé encantada.
- Ah.. ya. ¿Mi madre?
- ¿Qué tal si dejas de hacer preguntas y bajas a desayunar?
- Sólo si me dices dónde está mi madre.
- La oí salir luego de hacerte algo de comer. Vamos, —se levantó de la cama. —¡Arriba! —Salió dejándome sola con mi leve risa hasta que, minutos después, posé los pies en el suelo y bajé a la cocina.
Bajé, me senté en la barra de la cocina y le vi acercarse a mi con una taza de café y galletas.
—
Desperté antes que todos, me puse la camisa y el pantalón que había usado el día anterior y bajé a la cocina. Preparé una taza de café y me senté en la barra.
Poco tiempo más tarde bajaron Mariví y Paula, quienes me saludaron alegremente.
- ¡Buenos días! —me dijo Paula, dándome un beso en la mejilla.
- Buenas.. ¿Os preparo algo? —dije intercambiando miradas entre Paula y Mariví, quien me dijo que no era necesario. —¡Claro que es necesario! —respondí. —déjame, más ahora que me quedaré aquí..
- ¿De verdad? —preguntó Paula, y asentí con la cabeza.
- Tu madre me lo ha pedido anoche, y con tal de verla bien..
- Ya.. —respondió y volvió su mirada a la abuela. —Abuela, vamos que se hace tarde!
- ¡Yo te llevo! —Dije en cuanto me di cuenta que hablaban del colegio. —Mariví, cuando vuelva hablamos, necesito un favor.
- Claro hijo mío.. —se acercó a saludarme, y luego a Paula, deseándole buena suerte en el colegio.
Me arreglé un poco el cabello con las manos y partí a dejar a Paula en el colegio.
El camino fue largo pero no se hizo nada pesado, Paula me hablaba mucho y me transmitía una confianza que no había visto antes.Dejando un beso en su frente y un "buena suerte" dejé que entrase y en eso caminé hasta el hotel donde me había estado quedando antes, cogí mi maleta y volví a casa de Raquel.
Mariví estaba en la cocina, preparando el desayuno, al final acabó haciéndolo ella mientras yo me movía de un lado al otro hablándole de cómo eran las cosas.
- Sí vuelvo, me llevo a las tres. No puedo irme solo o únicamente con Raquel, tu y Paula se vienen también. Pero.. hay algo que todo este tiempo no tuve en cuenta y es Laura, después de que Alberto fuese preso no creó que quiera ir con su hermana.
- Laura no va a ningún lado. —me respondió. —Está mal que lo diga yo porque soy su madre, pero tiene la cabeza vacía. Ella siempre fue más consiente y más atenta a la vida que Raquel, a pesar que es la pequeña, pero eso de estar con el exmarido de su hermana no me ha gustado mucho.
- Lo sé y por eso lo digo. Me da miedo llevarla y que no convivan. Mariví.. Palawan es un lugar lleno de paz, donde nunca sucede nada malo, vivir allí es tener una vida con todos los lujos y quiero que todas estén bien allí.
- Tranquilo, por Laura no te preocupes, Raquel no se gastará siquiera en preguntar, créeme.
Dejé mi taza de café sobre la mesa, suspiré hondo y volví al cuarto. Me senté junto a ella y, rebuscando en el cajón de la mesilla de noche, encontré un libro el cual comencé a leer.
Con el paso de los minutos noté que se había despertado. Volteó su peso hacia mi lado y se quedó mirándome unos segundos hasta que dejé el libro y la convencí de levantarse.
- Toda este tiempo.. digo el que eh estado en coma, ¿Qué haz hecho?
- Raquel.. no me aparté de tu lado siquiera un minuto. No tienes idea la angustia que llevaba en las espaldas al darme cuenta que de un "leve coma" estabas tardando mucho en despertar. Todos los días era la misma rutina. Dormir dos o tres horas, ir al hospital, ver a Paula, ir a tu habitación y quedarme allí hasta que anochezca, volver a ver a Paula e irme al hotel. Esto todos los días desde que he llegado. Bueno, sin contar las veces que he salido para probar que Alberto tenía algo que ver o quien se quedaría con la custodia de Paula.
- Hablando de custodias.. ¿Cómo haz conseguido ser el tutor de Paula? No tienes parentesco con ella. Bueno.. con un par de millones se resuelven las cosas pero..
- Alberto firmó.
- ¿Qué?
- Fui con un abogado a prisión y en un vis a vis conseguimos convencerlo.
Iba a responderme algo pero el sonido de mi móvil nos sacó del transe. Me levanté a buscarlo y volví a la barra.
Miré el número y me pase las manos por la frente, mi cabeza sólo pensaba en que habría pasado.- ¿Está todo bien? ¿Quién es, Sergio? —me preguntó Raquel, con un tono algo preocupado al verme así.
- Es Tokio.
Continuará...
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Nada calculado [La Casa de Papel Fic]
Fanfiction¿Y sí las cosas no hubieran acabado cómo nosotros las conocemos? Sergio Marquina, más conocido cómo "El Profesor", deberá pasar algunas semanas muy intensas para recuperar la vida de su amada. ¿Podrá hacerlo? Los personajes de "La Casa De Papel"...