Preso

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- ¡Ángel! —grité entrando, sin siquiera tocar, a su oficina.

- Perdonen, no logré detenerlo. —dijo la secretaria del subinspector.

- Está bien, déjalo. Gracias. —la señorita se retiró de la oficina, donde sólo estaban Ángel y Prieto. —¿Qué quieres ahora? Te hemos dicho que no hay nada que hacer.

- Tengo pruebas que comprueban absolutamente todo.

- Sergio...

- Déjame abrir mi mail en la computadora y veréis como digo la verdad.

Estuvimos algunos minutos discutiendo porque, según ellos, había otros casos más importantes. Pero Raquel es su amiga, y la estaban evadiendo.

Me dejaron abrir mi Mail y para eso llamé a Sanchez, quería su aprobación a toda costa para montar un operativo.

- ¿Qué ha pasado? —preguntó entrando a la oficina. —Estaba... ¿Sergio?

- Sí, pero hoy no soy el centro de atención, Raquel si lo es y necesito vuestra ayuda. Sólo.. sólo escucharme.

Se miraron con complicidad y procedí a hablar.

- El domingo Alberto fue a casa de Raquel por la noche, dejó a Paula luego del fin de semana que le correspondía a él. Cuando la niña se despidió y subió a su cuarto, él cogió a Raquel por el brazo y la subió hasta su propia habitación. —le di "Play" al video que Rio me pasó y con sólo oírla gritar que no, que no quería, mis ojos se llenaron de lágrimas y sus caras se transformaron en semblantes preocupados e indignados. Ángel se acercó a mi y con dos palmadas en el hombro cerró el video. —Vale.. luego de eso, el lunes, provocó el accidente. Sabiendo que, con la dirección correcta, Paula no sufría daños y que, si Raquel tarda o simplemente no se recupera, le entregarían la custodia de la hija en cuanto le diesen el alta. Ahora, este —saque de mi bolsillo mi móvil y junto con él el papel que me hizo el médico. —es el testimonio de que Raquel si fue violada, y que está corroborado con esas imágenes. —Abrí el video que saqué de las cámaras y encendí mi móvil. —Este es el video del accidente, si acercamos la imagen.. —dije haciendo lo que decía. —Podemos ver la patente del coche que frenó en seco, que provocó todo. La cual, es la misma y el mismísimo coche de Alberto Vicuña. —dije enseñando la foto de la casa de Alberto y su auto, con la misma patente, frente a ella. —Y, si volvemos a las cámaras de la residencia de Raquel. —dije volviendo a abrirlas y poniendo la cámara de fuera. —Es el mismo coche del que baja Alberto al dejar a su hija.

Todos se quedaron paralizados, había descubierto todo. Cada movimiento y cada paso que dió Alberto para hacerle daño a Raquel.

- ¿Con que fin? —dijo Prieto.

- Con el exagerado fin de obtener la custodia, y quitarse a Raquel de encima.

- ¿En qué piensas? —preguntó Sanchez. —No sé que quieres que haga, no podemos aparecernos en su casa así porque sí a arrestarlo, él también es policía.

- Podemos montar el mismo operativo que Raquel usó para agarrarme a mi, hace tres años. —me miraron confusos. —Sacamos a Paula de su cuarto, filtramos a la prensa que Raquel no va a despertar, que ya no hay más esperanzas, y que su hija estará en custodia del padre. Alberto irá por la niña, estoy seguro, y allí estarán ustedes en su lugar para atraparlo.

- Ya.. mira, Sergio. No es tan senci..

- Por favor. Prieto. Sé que tenéis otros asuntos que resolver, pero Raquel lleva años intentando hacerte ver que no está loca, que Alberto abusa de ella, que le toma con fuerza y se cree superior. Prieto, lleva años intentando abrirte los ojos con respecto a ella. Por una vez en tu vida date cuenta que no miente, ahí tienes las pruebas, hazlo por ella.

- Bueno.. tienes razón. Sanchez..

- Vamos a hacerlo. —interrumpió el comisario. —Él.. este hombre tiene razón. —me sonrió. —Hay que hacerlo por ella, por el tiempo que le debemos. Vamos.

Fuimos al hospital, llevamos a Paula a otro piso donde poco después fue acompañada por su abuela, a quién llamé en el camino.
Montamos todo en su habitación y, en cuestión de minutos, la noticia sobre Raquel ya se había filtrado y el hospital ya había llamado a Alberto para que retire a su hija y firme el alta.

Yo estaba con Raquel, sentado a su lado, rezando porque todo salga bien y que cuando ella despierte no tenga que preocuparse por nada, ni nadie.

Oía a los geos hablar, acomodarse entre los pasillos del hospital camuflados entre los médicos.

Algunos minutos fueron suficientes para empezar a oí a Alberto gritar en medio de todo el silencio que emanaba el hospital. Diciendo inmundicias a los policías y delatándose él solo a todos los actos que había cometido.

Dió patadas a las paredes, a las mesas auxiliares, más de un codazo a uno que otro policía y maldecía a todo pulmón a su ex mujer, a Raquel, a mi Raquel.

Oí, desde la habitación en la que estaba, cómo intentaba resistirse a las esposas diciendo que él era inocente, que no había pruebas y que se yo que excusas baratas más.

- ¡Hay pruebas más que evidentes de todo lo que haz hecho! —gritó Suarez, esposándolo. —Hubieras pensado dos veces antes de hacer lo que hiciste.

Cuando noté que estaban caminando a paso lento por los pasillos en dirección a la puerta principal, salí del cuarto y lo encaré.

- Escúchame bien, pedazo de mierda. Vas a pagar muy caro por todo lo que haz hecho, y como vuelvas a poner una mano sobre Raquel, te mato. ¿Así o quieres que te lo diga más claro? —le escupí donde más le dolía, iba a pagar todos los años de sufrimiento de Raquel.

Sentándolo en la parte de atrás de un choche patrulla, Suarez dictó.

- Alberto Vicuña. Detenido por violencia domestica, abuso sexual a su ex mujer e incumplir una ley de transito, choque y abandonar. Llévenselo.

- Nos vemos en el juicio, Vicuña. —Prieto le habló mientras se alejaba con el orgullo de haber ayudado, luego de tantos años, a Raquel.

Y así, Alberto acabó preso, por lo menos hasta que Raquel despierte y en un juicio con pruebas y testigos se dicté cuantos años de prisión cumplirá.

Ahora sólo falta ver con quien se quedará Paula hasta que su madre despierte. Y aquí es la segunda batalla.

Continuará..

Nada calculado [La Casa de Papel Fic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora