Entré y mis ojos se llenaron de lágrimas. Su pelo estaba recogido y apoyado sobre la fina almohada, la camilla apenas inclinada hacia arriba y su carita de intranquilidad me transmitía el mismo sentimiento.
Me senté en el borde de la cama, tomando su mano y agachándome a dar un beso en su frente.
- Raquel.. mi vida. Amor.. —me auto conmoví con esa palabra que salió de mi boca. —Aún no entiendo porque la vida te pone tantos obstáculos, si eres una mujer increíble. Cielo.. perdóname, por todo. Por cada momento de inconformidad que provoqué, cada herida que abrí y cada cicatriz que dejé.
Perdóname por haber puesto tu vida patas arriba, aún más de lo que ya lo está. Perdóname, cariño, por haber provocado tantos problemas. Si no fuese por mi.. estarías despierta, estarías con tu hija y con tu madre en tu casa. ¡Joder! —mis lágrimas cayeron cómo cascadas. —¿Por qué coño aparecí en tu vida? Raquel.. quiero que sepas lo mucho que te amo, la cantidad de noches que me desvelé pensando en ti. Las jornadas tomando, intentando borrar los malos ratos que pasamos, sin solución alguna. Todo me recuerda a ti.
Perdóname por no haber venido antes, por no estar. Hace un año soy libre y sólo ahora que estás aquí y así me atreví a venir. Soy un idiota, lo siento.
Raquel.. mi amor. Te amo, estoy contigo, te lo prometo.Volví a besar su frente, sellando el amor que le tengo con ese beso. Sequé mis lágrimas con la manga del suéter negro y me senté en la silla a su lado. Giré mi rostro y vi a un médico apoyado en el marco de la puerta, oyendo todo atentamente. Hasta que acabó de entrar al cuarto y empezó a hablar.
- Bueno.. me presento. —estrechó mi mano. —Doctor Evans, un gusto.
- Sergio Marquina. —dije, devolviendo el gesto de manos.
- Bueno.. Sr Marquina, cómo verá.. las cosas no son tan sencillas. Le explicaré brevemente para que me entienda. Ella tuvo un golpe fuerte en la cabeza y por eso ha entrado en un coma. Su cuerpo está golpeado y muy débil. Estamos pasando medicamentos para aliviar la fiebre y mantenerla estable a travez del suero. Hemos hecho unos examenes de sangre y todo ha dado normal, dentro de lo común en este tipo de accidentes. Hicimos un transplante de sangre debido a la gran cantidad que perdió en el accidente pero está todo relativamente bien. Con respecto a los exámenes de imagen estoy esperando los resultados, en cuanto los tenga enviaré a uno de los internos para que se encargue de ella y le comunique cómo han ido las cosas. ¿Usted se quedará con ella?
Hice silencio por un momento, intentando procesar toda la información que me había dado el médico.
- Sí. Sísí lo haré. Muchísimas gracias y.. cualquier cosa que haya que pagar no dude en decirme yo me haré cargo de todo y..
- Claro, no se preocupe. Lo haremos. Mire allí.. —señaló una mesa al lado de la camilla, del lado contrario a donde estaba yo. —Son sus pertenencias. Tómelas y vea si consigue contactar algún familiar, en caso que algo pase necesitamos alguien que este informado de todo y usted no tiene parentesco con ella.
- Claro.. lo haré.
- Vale.. lo veré luego.
Salió de la habitación sin más. A todo esto eran las cuatro de la mañana, dos horas desde que llegué y que pasaron volando.
Me quité el abrigo, lo puse en el respaldo de la silla para hacerla un poco más cómoda y la acerqué a la camilla. Tomé su mano y me quedé allí, admirándola por algunas horas y descansando un poco. Llevaba muchas horas sin dormir, el vuelo había sido largo y yo no había pegado ojo.. por lo que aproveché para dormir un poco y despertarme temprano para ir a comer algo.
Cada tanto oía a una enferma venir y tomarle la temperatura, revisar los signos vitales y demás. Me saludaba con unas palmadas en el hombro y se iba.
Desperté oficialmente cuando el sol salió, al rededor de las seis de la mañana. Dejé un beso en la mejilla de Raquel y salí del hospital.
Llegué al Hanoi y abracé a Antonio en cuanto lo ví. Él es el dueño de la cafetería y un fiel amigo desde que soy más pequeño.
- Antonio, dame de esos budines que te pido siempre pero para llevar. Debo ir a pagar el hotel y volver al hospital.
- ¿Al hospital? —preguntó mientras guardaba la fina masa en bolsas separadas.
- ¿No te haz enterado? —me negó con la cabeza. —Raquel tuvo un accidente y está en coma.
- Ay.. perdóname no lo sabía y..
- Está bien, no te inventes dramas. Debo irme, nos vemos luego.
Corrí al hotel, tenía hasta las siete para pagar y ya se me hacia tarde. Peleé un poco con la recepcionista pero logré que me dejasen la habitación.
Me senté en el escritorio de la habitación y comí parte del budín que compré en el Hanoi.
Mi cabeza daba vueltas, estaba cansado. Pensaba en ir a casa de Raquel, hablar con su madre quien seguramente no sepa nada aún. Pero era muy temprano. Decidí volver al hospital, hablar con Paula y llamar a su abuela.
- ¡Te he traído budín para el desayuno! —dije al entrar y ver que estaba despierta.
- Gracias. ¿Cómo está mi madre?
- Bien.. mejor. Dicen que por ahora no hay nada grave.
- ¿Vas a ir a verla?
- Sí, me gustaría quedarme contigo pero.. quiero averiguar unas cosas..
- Vale.
Salí de la habitación y me dirigí a la de Raquel, sentándome en la silla a su lado.
- Mi vida.. buenos días. He estado con Paula y le he traído algo de comer, ella está bien, no te preocupes.
Cielo.. ¿Que ha provocado esto? Tu conduces tranquilamente, siempre atenta.Tomé sus cosas y, empezando un nuevo día, empecé a atar los cabos sueltos.
Continuará..
—⭐️—
¿Qué habrá pasado? ¿Sergio descubrirá cómo sucedió todo?
Ya veremos! Kkk💛
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Nada calculado [La Casa de Papel Fic]
Fanfiction¿Y sí las cosas no hubieran acabado cómo nosotros las conocemos? Sergio Marquina, más conocido cómo "El Profesor", deberá pasar algunas semanas muy intensas para recuperar la vida de su amada. ¿Podrá hacerlo? Los personajes de "La Casa De Papel"...