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*Esta es la parte que todavía no desentrañan bien, pero es necesario que empiecen a hilar la historia jajajaja... Para que no se vayan pequeños detalles... La conversación es entre Minnie y Lay bebé...
Enjoy it!
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—¿Todo bien?
—¿Eh?
—¿Todo bien?
—Ah, sí.
—LuHan...
—Todo bien SeHun, solo... Me dan un poco de miedo las alturas, es todo.
SeHun quiere comentar más, pero LuHan no está cooperando en la conversación, así que lo deja en paz y se dedica a concentrarse en la vista paulatina que la rueda de la fortuna le va dando de la ciudad, alcanza a ver a algunos de los Saugers y Cazadores teniendo diversión en el festival, es un día agradable, el viento es frío y el clima no se queda atrás, pero eso no parece detener la festividad de la ciudad.
—No voy a volver a preguntar si todo está bien, solo quiero que sepas qué si algo te preocupa, aquí estoy, para ser reconfortarte o bien, para ser tu saco de arena, tú dime en que te ayudo, ¿bien?
—Justo ahora, me vendía bien un abrazo porque enserio me asustan las alturas...
El pelinegro sonríe y acata la orden. —¿Entonces por qué subimos?
—Sonaba a una buena idea...
LuHan se aferra a los brazos de SeHun alrededor de él y respira ruidosamente cuando llegan a la cima del recorrido de la rueda, el maquinista anuncia que la detendrá por un par de minutos, para que disfruten la vista y hagan memorias, la memoria de SeHun se está llenando del pánico de LuHan y de él burlándose del Rey, el rubio tiene los ojos cerrados y por un momento, el cazador pensó que se había desmayado, pero sigue susurrando cosas inentendibles y apretando los antebrazos del menor.
—LuHan, te estás perdiendo una maravillosa vista...
—La oscuridad luce mejor, ¿no crees eso?, pruébalo...
—Han, por favor, abre los ojos, yo estoy aquí y no voy a dejar que caigas.
—¿Por qué caería?, oh por Dios, ¿estas cosas se caen?
—Olvida lo que dije, abre los ojos, por favor.
LuHan abre los ojos despacio, volteando primero al seguro en su canastilla y el que le dan los brazos del pelinegro, traga saliva cuando sin querer mira sus pies y descubre la gran altura a la que están, está por cerrar los ojos de nuevo cuando los dedos de SeHun le levantan de la barbilla y la majestuosidad del Blutburg inunda todo en su visión, haciéndolo sonreír y olvidar por un momento sus miedos.
