Excitación

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Semanas 5 y 6 de recuperación

La mitad de la semana cinco comenzaba, desde lo sucedido la semana pasada, Renato pensó que ahora sería más fácil conseguir que se entregaran al placer como esa noche o incluso de convencer a Gabriel para volver a tener relaciones, él estaba completamente seguro de que ya estaba en perfectas condiciones de salud.

**Llamada entrante de Loli*

-Hola

-Apaa, lindo, que voz apagadita.

-hola Loli, apagadita?, yo diría más frustrada

-uy, no me digas que todavía ... no?

-nop, no te parece a vos que un mes y una semana es un montón?

-ay que pelotudo que es este Gabriel, y eso que yo lo quiero, pero cuando se pone en modo Dr. Gallicchio..., te la vas a tener que aguantar pibe...

-Ahhhh! Me trata como si me fuera a romper ...-

-ay corazón te entiendo, yo ya lo hubiese mandado a la mierda jajaj

-sí, igual no te preocupes, ya se me va a ocurrir algo.

-Uia, la que se le va a armar, cuando vos te pones en modo provocador no te para nadie jaja

-por eso, nunca hizo falta mostrarle esa parte de mí, ahora me va a conocer

-Jajaja ay no puedo esperar para saber qué haces
che hablando de otra cosa, viste la foto de la gordita, no tenemos la ahijada más hermosa del mundo?

-si es hermosa mi ahijada!, antes de ayer la fuimos a ver, pero como sabrás no la pude alzar jajaj ni eso me deja

-jajaj por favor es un exagerado!
bueno lindo te dejo que terminó mi descanso, me contas todo después, dale?

-dale, te voy contado, besos

*fin llamado*

Todo parecía ir para atrás, Gabriel, que un principio se había instalado por completo en el departamento de tato, ahora pasaba casi todas las noches en su propio departamento, la única razón por la que se quedaba en lo de Renato era porque miraban alguna película y se quedaban dormidos.

Ridículo -pensó Renato –si el me vuelve loco a mí, yo lo voy a volver loco a el-

-jueves -

Renato había decidido, ya que Gabriel no iba ceder antes sus deseos, él lo iba a provocar, aunque le quedaran a él las bolas azules ...

Esa mañana pasaba por el hospital a la última consulta con Fernando, el médico cirujano que lo operó y la oportunidad perfecta para pasar a dejarle un tierno saludo a su novio.

Entró por la puerta principal de la clínica, saludo a Loli a su paso y siguió caminando por el pasillo, consultorio 1 su objetivo ...

Golpeo la puerta, Gabriel dijo que pase y entro. Con la sonrisa más inocente se sentó en su regazo y lo beso tomándolo por sorpresa.

- ¿Qué haces acá tan temprano, amor? Preguntó Gabriel dejando un beso en su mejilla.

-Vengo a el control, con Fernando, ayer te dije – Gabriel asintió –quería pasar a darte un beso de buen día.

Gabriel tomo las mejillas de su novio y lo acercó para otro beso, tato intencionalmente lo profundizó, acariciando con sus pulgares las mejillas del rizado y logrando un disimulado vaivén de su cuerpo que ejercía presión, su muslo con la entrepierna de Gabriel, sin darse cuenta el mayor comenzó a acariciar las caderas de Renato por debajo de la remera, esa fue la señal... El alto rompió el beso y separo sus labios, se inclinó y beso el cuello de Gabriel susurrando un –te amo, nos vemos después – y salió de inmediato del consultorio sin mirar atrás. Al cerrar la puerta soltó el aire que no sabía estaba aguantando y sonrió al ver que Loli estaba parada frente a él.

Anatomia de un chefDonde viven las historias. Descúbrelo ahora