Uno

578 57 17
                                    

— ¡Joshua! — a lo lejos escucho la voz de mi madre como un pequeño susurro que me trae de la inconsciencia a la conciencia — ¡Joshua! — de nuevo pero ahora más fuerte, escucho pasos y el sonido de la puerta al ser abierta — ¡Joshua! — mi madre habla pero esta vez más fuerte con molestia total, escucho el interruptor de la luz ser presionado, la luz me da por completo en la cara, saco las manos de las sábanas y me las coloco sobre los ojos — ¿A caso eres sordo? — su voz suena molesta, no es una buena manera de despertar por lo que me quejo por lo bajo — son las cinco y media, se te hará tarde para ir al colegio, a la próxima quiero que pongas tu alarma, no siempre estaré yo para levantarte, ya no eres un niño — gruño y me siento sobre la cama, veo como mi madre sale de la habitación dejándome solo, en mi anterior escuela entrábamos a las siete por lo que podía darme el gusto de dormir un poco más y en ese jodido colegio la directora me ha dicho que debo estar ahí a las seis y media ¡Están locos! Para mi suerte el papel que me hicieron firmar decía que la entrada es hasta las seis cuarenta y cinco, por lo que no creo que sea un problema llegar unos minutos después incluso de esa hora; es decir ¿Qué puede pasar?, me quito las sábanas me siento al borde de la cama, mi uniforme yace tendido en mi armario, lo veo incontables veces, para nada es mi estilo, me levanto con desgano para caminar directo al baño y darme una ducha.

— Buenos días Josh. — mi padre me mira desde la mesa mientras toma un sorbo de su café, deja su móvil sobre la mesa para prestarme su total atención.
— ¿Comerás algo? — mi madre me mira también desde la mesa.
— No tengo hambre pero gracias mamá. — respondo sin más. No acostumbro a comer tan temprano.
— ¿Quieres que te lleve al colegio? — mi padre me pregunta, le miro con una media sonrisa, es caminar o ir en auto y por supuesto que prefiero la segunda opción, asiento sin más y mi padre me sonríe mientras se pone de pie, ambos nos despedimos de mi madre, ella se ha quedado lista ya para ir a casa de mis abuelos por lo que estaré solo toda la tarde, el camino es corto pero no pierdo la oportunidad de colocarme los audífonos para escuchar algo de música, mi padre me ve de reojo a veces pero no entablamos una conversación, rara vez hablo con ellos nunca pasamos de compartir unas tres o cuatro frases, no es que me lleve mal con mis padres pero no reforzamos la relación, ellos no se meten en mi vida privada más de lo necesario y yo tampoco los he involucrado en ella, siempre compartimos la cena ya que ellos durante el día se mantienen demasiado ocupados; sin embargo esto me lleva a creer que no aprovechamos ese momento para comportarnos como familia, sin embargo ninguno se preocupa en hacerlo, me lleva a creer que ninguno se interesa pero tampoco es algo que me preocupe tanto como para quitarme el sueño ya que podría calificar mi relación con ellos como buena y es suficiente para mí.

Me siento ansioso iniciar en un nuevo colegio nunca es agradable, ser el nuevo en algun lugar nunca lo es; ya que pueden suceder tres cosas, o eres aceptado, ignorado y en el peor de los caso rechazado, nunca me he considerado antisocial pero tampoco alguien muy sociable que se diga, en mi anterior por lo que recuerdo la primera en hablarme fue Halsey y ella vaya que es sociable y totalmente agradable por lo que por medio de ella conocía a otros que pronto se hacían mis amigos. Mi padre cruza en una calle y luego en otra para a los minutos estar frente a mi nuevo colegio, me miro en el reflejo de mi móvil, me arreglo la pequeña argolla de mi nariz, la cual no adquirí hace mucho, una tarde de viernes del último mes de clases Halsey me llevó con ella y ambos nos hicimos el piercing, claro que antes de hacerlo tuve que rogarle por teléfono a mi madre si no quería que al llegar a casa ella me lo quitara con sus propias manos.
— Nos vemos en la cena Josh, regresa con cuidado. — le sonrío y le doy un leve abrazo, guardo mi móvil en el bolsillo pero no sin antes bajarle el volumen a la música, me bajo del auto y camino directo a la entrada, peino mis rizos negros y trago saliva con dificultad, varios chicos se ven entrando, la mayoría con pequeñas libretas en sus manos y mierda yo no he traído nada con que anotar «¡El móvil!» Claro al menos de algo me servirá, me acomodó los auriculares, respiro profundo y me adentro en el lugar, cruzo la puerta y veo que la señora que nos recibió el día de la entrevista me mira con una mueca, le sonrío con incomodidad ¿A caso tengo algo de malo? no avanzo muchos pasos cuando la escucho a lo lejos llamarme.

Religious [Joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora