Pueblo oculto

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Pueblo oculto

Hace dos días
En la prisión de Edrea

Clarke, tienes que decirnos dónde podemos encontrar ese lugar —dijo Edward.

-¿Por qué debería decirlo?

—luego hablaremos de los beneficios, tal vez te ayudemos a recuperar tu vista, el rey aceptará con tal de que nos digas dónde se encuentra un lugar así —Dijo Edward.

Edward sabía que era peligroso ofrecerle la vista a ese villano a cambio de que le diga el lugar mágico, corría muchos riesgos, pero Clarke ya no podría caminar, le falta un pie, sería mucho más fácil atraparlo si es que vuelve a hacer algo mal. Clarke quería apoderarse del reino, quería asesinar al nuevo rey, quería tomar su lugar, pero ese solo era el principio de un plan que seguía elaborando aún encerrado. Pero obviamente no le devolvería la vista de los dos ojos, sino sólo la de uno, así no podrá usar su poder para controlar personas.

—Estoy sorprendido, ¿Solo tengo que decirles dónde encontrar un lugar así? En todo este reino solo existe ese lugar, es único. En medio del gran bosque que se encuentra al norte de Autbrey hay un charco que les ayudará a llegar, pero para eso necesitan un objeto mágico auténtico, cuando sean absorbidos por el charco llegarán a otro bosque donde si se dirigen hacia el sur encontrarán un pueblo mágico. Y solo quisiera pedirles una cosa más, Cuando terminen, me gustaría ir a ese pueblo, porque ahí fue donde crecí, quiero volver a verlo.

—Muy bien, cuando lleguemos y confirmemos que no has mentido, te regresaremos la vista. Sé paciente.

—Siempre lo soy.

El concejo Edward caminaba hacia una bóveda con ayuda de tres oficiales, cuando llegaron los oficiales se apartaron despues de abrirla, El concejo completo ingresó, y empezaron a buscar un objeto mágico, cogieron un anillo que le pertenecía a uno de los gobernadores que fueron asesinados cuando el nuevo rey escribió la ley de asesinar a todos los magos. Salieron de la prisión y ahora tenían que regresar a Autbrey y luego ir al gran bosque. Iban a demorar, pero Walter estaba tan cerca, quería venganza, ya había asimilado la idea de que su hijo había muerto, habían pasado ya un par de días y nada de él, ahora más que nada quería venganza, en cualquier momento la madre de Steve preguntaría por él, en cualquier momento.

Dos días después

Ashton caminaba justo cuatro pasos atrás de Arthur, con la idea de lo que pediría Clarke, obviamente el concejo sólo aceptaría algo que no sea dañino. Arthur no parecía contento con la idea de regresarle la vista, pudieron obligarlo a hablar, eso piensa él, pero Clarke no hablaría por más que lo torturen física y psicológicamente.

Walter caminaba, pero al mismo tiempo se le notaba las ganas de correr, se sentía débil, sentía que no era capaz, ¿Quién es Walter si no puede salvar a su hijo de un mago? Cuánto le pesaba, como si estuviera cargando un árbol en cada hombro, pero árboles como los del gran bosque, no eran tan grandes como la montaña de dioses que se encontraba en Whitney.

Ya habían pasado por un pueblo que también tenía miedo por lo de esa noche, la sangre y los cadáveres se relacionaban muy bien con la frase: “Cubrían el suelo completamente”.
Esa noche no será olvidada, ese suceso también arruinó su reputación, nunca habían fallado con respecto a la búsqueda de un mago, siempre lo encontraban en el primer pueblo que investigaban, pero siempre hay una primera vez para todo. Ni un integrante del concejo sabía por qué asesinaban a los magos, cada uno fue entrenado especialmente para luchar contra ellos, y cada uno tenía una razón para querer asesinar a los magos, la de Walter siempre fue defender a su familia, es por eso que le duele tanto no encontrar a su hijo. Pero en verdad ni uno de los integrantes sabía con certeza por qué razón les mandaron a asesinar a los magos.

Se escuchó una explosión y luego el alarido de una bestia, fue tan fuerte que hasta Arthur giró la cabeza.

—No se preocupen, seguramente dos dragónes están peleando entre sí —dijo Edward.

Pero Ashton sabía perfectamente que los dragones no ocasionan explosiones, y si hubieran lanzado llamas se notaria en los árboles, esto es raro, alguien ha atacado a un dragón.

El concejo llegó a Autbrey sin problemas, sólo con curiosidad. Las ventanas de los hogares seguían rotas, las puertas y las sangre, lo más importante, los cuerpos no habían sido recogidos, parecía que todos los cadáveres disparaban sus miradas hacia el concejo. Se escuchó una puerta abrirse, y el sonido de metales golpeando el suelo. El con eso seguía caminando, tenían que atravesar todo el pueblo para llegar al gran bosque, donde se escuchó el alarido. Encontraron a una señora llorando y aferrándose a uno de los cuerpos, era un niño, seguramente no pasaba de los diez años.

—¡¿Por qué?! —gritó de pronto. ¡Daaaaaaahhhhhhh!

El concejo seguía caminando excepto Ashton quien se acercó a la señora. Sus manos le temblaban fuertemente, tambien le sudaban.

—Señora, disculpe... —trató de decir Ashton.

La señora volteó repentinamente y disparó a Ashton en el estómago. Ashton retrocedió y cayó al suelo de espaldas.

—Mierda, Ashton —dijo Robert.

El concejo corrió hacia Ashton, Arthur retiró su espada y decapitó a la señora, luego recogió el arma.

Las puertas de los hogares que los rodea a se abrieron de golpe llamando la atención de todo el concejo, salió un anciano con una espada, de otra casa salieron dos señores, de tres casas salieron siete señores y cinco mujeres, y de cada casa empezaron a salir bruscamente. El concejo tomó sus espadas y revólveres. Ashton seguía en el suelo, no iba a morir, pero terminaría un poco mal. Walter
Ya había matado a dos hombres con su espada, Arthur disparó hacia un señor y una mujer, el anciano murió a manos de Edward, pero las personas tenían revólveres, y los iban a aprovechar, un señor empezó a disparar hacia el concejo, una bala impactó en la cabeza de Scott.
, otra atravesó el brazo derecho de Bob. El concejo estaba en problemas.

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