Máscara de felicidad

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27/8/15
7:12 AM

Los recuerdos que tenía de su padre, habían desaparecido, al menos la gran parte, también los pensamientos negativos, porque Steve no se concentraba en otra cosa que no sea entrenar, el muchacho había avanzado bastante, Michael lo reconoce y le felicita, hasta Nath, la mascota dragón, sabe que se ha convertido en un buen mago. Ni las piedras, ni las ramas, se han convertido en un problema para Steve, ahora ha aprendido a detener cosas en el aire y regresarlas con el doble de su velocidad, y ha logrado que Michael se mantenga en el aire. Actualmente Michael le presta su libro de hechizos para que Steve los reescriba en una pequeña libreta.

Steve caminaba por el pueblo, iba saludando persona por persona, aquí todos se conocen. Supuestamente hoy no entrenarían, pero Steve no iba a descansar.

Antes de que se diera cuenta ya estaba en el bosque sentado sobre un tronco grande. Había dejado la piedra morada con Michael, quien seguramente dormía en este momento. Steve se puso de pie, aún encima del tronco, su dedo índice derecho señalaba un extremo del tronco, el dedo de su mano izquierda apuntaba el otro extremo, el tronco empezó a levitar suavemente, pero no por mucho tiempo, éste sí que podía ser un nuevo reto para el muchacho. No se rindió y siguió tratando de hacer levitar por más tiempo el tronco.

8:14 AM

Steve ya estaba cansado, no había avanzado mucho, pero de que el tronco permanecía más tiempo en el aire, no había duda, y eso era reconfortante para Steve. Cómo había pasado de ser un chico que engañaba a sus amigos y a sus familiares a un mago, todos se hicieron la idea de que, por las tardes, cocinaba porque le gustaba, pero no, se la pasaba sentado en su sofá con su imaginación más elevada que su propio concocimiento. El lugar donde de encontraba Steve empezó a vibrar, las hojas de los árboles caían suavemente al suelo, el tronco en el que estaba empezó a rodar, di un salto que salvó de ser aplastado, luego empezó el olor.

—¿Ahora qué?

Un dragón de cuatro cuernos apareció de entre los árboles y extendió su largo cuello para morder en tronco, con su hocico lo destrozó. El aliento de este dragón quemaba mucho, lo suficiente como para hacer sudar a aquel que de encuentre cerca.
Steve empezó a correr en dirección al pueblo.

—¿Qué haces? Si vas al pueblo, el dragón lo destruirá —se dijo a si mismo.

El dragón lo vio y levantó la pata delantera derecha, y la llevó hasta el lugar de Steve, quería aplastarlo, porque este bosque es de los dragónes, solo de los dragónes. Steve mientras esquivaba los ataques, buscaba la piedra para, pero luego recordó que la había dejado junto a Michael. Steve actuó rápidamente y aprovechó que el dragón estaba alrededor de mucho árboles, el muchacho hizo que los árboles cayeran al mismo tiempo sobre el dragón, pero éste tan solo abrió sus alas y los árboles fueron rodando hasta chocar con otros. El dragón  se dió una vuelta para golpear a Steve con su cola, el chico no logró esquivarlo, la puerta de la cola golpeó fuertemente su  estómago y voló hasta chocar con un árbol. Steve herido hizo levitar uno de los troncos que se habían caído y lo lanzó hacia el dragón, pero no acertó el tiro, el tronco fue por los aires hasta quién sabe donde, pero el dragón quería averiguarlo, así que fue tras el árbol que Steve lanzó.
Steve se levantó rápidamente y fue corriendo hacia el pueblo. El dragón apareció nuevamente, se encontraba sobre un árbol con el tronco sobre el hocico, Steve se le quedó mirando.

—¿Qué es esto? —dijo Steve.

El dragón bajó del árbol y dejó el tronco sobre la hierba, Steve miraba al dragón. El muchacho nuevamente lanzó el tronco por lo aires, y nuevamente el dragón fue volando a atraparlo. Steve casi entendía lo que pasaba.

En el pueblo. Michael estaba en su antigua casa, se despertó para darle de comer a Nath y ahora no puede volver a dormir, ahora no llevaba esa sonrisa que siempre presentaba ante Steve, y es que Michael está muy preocupado y hasta asustado por lo que se acerca, no quiere preocupar a Steve, No quería asustar a Steve, pero Michael se había enterado de que el concejo le había preguntado a Clarke sobre un pueblo mágico, y el idiota les dijo donde encontrarlo, Michael sabe que van a encontrar a Steve tarde o temprano.

Fue cuando Michael se preguntó:

— ¿Dónde está Steve?

Nath levantó la cabeza que había sumergido en cadáveres de peces para devorarlos sin detenerse, pero a parte del olor a pez, Nath olía a otro dragón no tan lejos.
Nath llevaba a Michael a ese lugar, seguía el olor y parecía que tendrían que entrar al bosque. Nath saltaba de rama en rama, por ser un dragón pequeño era muy ágil, Michael corría simplemente, hasta que encontraron a Steve sentado sobre la hierba.

— ¿Steve, qué haces aquí? Nath, está oliendo algo, creo que es un dragón —dijo Michael.

Nath estaba quieto mirando el cielo, luego el dragón de cuatro cuernos apareció con el tronco en el hocico volando. Nath retrocedió, Michael retiró la piedra morada.

— ¡Michael, no! — gritó Steve.

—¿Por qué no?

— No va a pelear si no lo asustan  tratando de enfrentarlo.

Steve nuevamente lanzó el tronco y el dragón fue rápido a atraparlo.

— Está jugando... — entendió Michael.

Unos segundos después llegó el dragón, dejó el tronco y fue a un lago cercano a beber, estaba cansado. Steve fue tras él, Michael y Nath de igual forma. El dragón al acabar de beber se acostó junto al lago, se durmió.

Steve, le dibujó una marca en su pata, para identificarlo si es que vuelve a verlo. Steve, Michael y Nath regresaron al pueblo, el mago volvió a mostrar esa sonrisa frente a Steve.

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