Capítulo 6. La rebelión de Autbrey

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Arthur

Scott había muerto, y eso fue un golpe duro al concejo, pero no podían lamentarse, sino serían asesinados. Las personas caían como gotas de lluvia, creaban Charcos de sangre que se extendían hasta formar una especie laguna diminuta. Arthur parecía molesto, retiró su revólver y fue corriendo a una de las casas, el resto de integrantes que permanecían fuera solo escucharon disparos.

Bob sentía un dolor inmenso en el brazo, sentía la bala dentro de él, el contorno de la herida tenía un color entre morado y oscuro, y el sudor le causaba ardor, estaba quieto apoyado en la espalda de una casa, frente a sus pies yacía el cuerpo de Scott, sus ojos habían perdido color, al igual que su piel, el integrante seguía escuchando disparos, lo habían dejado en un lugar seguro.

-Oh, Scott... ¿Qué vamos a hacer? -dijo Bob muy triste.

Ashton, estaba dentro de una casa, descansando. Walter estaba corriendo por los pasillos de una gran casa, cuando llegó al final se encontró unos escalones, los subía un por uno cuidadosamente, sin hacer ruido, arriba podrían estar más de dos personas con sus respectivos revólveres para asesinar a Walter, corrió hasta colocarse detrás de una de las puertas y guardó silencio, una bala corrió frente a sus ojos e impactó en la pared, por el balcón se podía ver a un hombre con un arma, Walter esquivó las dos balas siguientes, éste dió un par de vueltas por el suelo hasta quedar boca abajo apuntando a los escalones por donde supuestamente debía subir el hombre del arma. Estaba agotado y sudado, llevaba una chaqueta que se había manchado con la sangre de más de una persona. El hombre subió corriendo y Walter disparó sin pensarlo.

Arthur salió disparado por una de las ventanas y cayó sobre el cuerpo de Scott, Bob se asustó, pero cuando vio que era Arthur se calmó, por la ventana rota se asomaban dos señoras, una de las señoras le lanzó un cuchillo, en tan solo unos segundo estaría atravesando la frente de Arthur.

-¡Arthur! -gritó Bob.

La sangre correría por el rostro de Arthur si no hubiera dejado inmóvil el cuchillo unos centímetros antes, tan solo dos centímetros faltaban para perforar a Arthur, Bob tenía la boca abierta, hasta del dolor se había olvidado, el dedo índice de Arthur detuvo al cuchillo, pero eso... Eso solo lo podía hacer un mago, el cuchillo regresó por donde vino, se dió vuelta a medio camino y quedó incrustado en el ojo izquierdo de la señora que se asomaba por la ventana. Arthur se quedó viendo a la ventana rota.

-Eres un bastardo... ¡Eres una basura! -gritó Bob, lo que sentía en ese momento era una fusión de furia, decepción y venganza.

-Bob... Fuiste tú el primero en enterarse, ¿Qué se siente? -preguntó Arthur sin mirarlo.

-Siempre supe que eras una porquería ¡ARTHUR ES UN...! -gritó Bob, pero antes de acabar fue silenciado con algo de magia de Arthur.

-Cállate... He llegado lejos, no voy a dejar que mi venganza sea interrumpida por tí -dijo Arthur con su dedo apuntando a Bob.

Con la otra mano retiró su revólver, Bob por más que intentaba no podía gritar, trataba y trataba, se le desgarraba la garganta, pero ni un ruido.

-Bob... Adiós.

Ningún otro ruido más que el del disparo

Los integrante sobrantes se reunieron alrededor de Bob y Scott.

—No puede ser, aquí era seguro, no entiendo —dijo Edward confundido.

—Un tipo se acercó a Bob y le disparó, eso fue lo que ví —dijo Arthur mintiendo.

—Maldición, a este paso todos nosotros moriremos —añadió Edward. —No podemos seguir perdiendo tiempo, llevemos a Ashton a un pueblo cercano para que lo ayuden.

El concejo avanzaba lo más rápido que podía hacia el pueblo Evanson.

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6/7/15
5:13 PM

—Muy bien, Steve, ya estamos lo suficientemente cerca, tú usarás la piedra para ir al pueblo mágico, Nath y yo llegaremos un poco más tarde porque la piedra solo puede llevar a una persona —dijo Michael mientras acariciaba a Nath.

—¿Qué le digo a la piedra? —preguntó Steve.

—Dile que quieres ir a un pueblo mágico que está en medio de este bosque —le explicó Michael.

Steve cogió la piedra, la miró por un rato y luego dijo: “Quiero ir a un pueblo mágico que se encuentre en medio de este éste bosque".

La piedra vibraba en las manos de Steve, Michael se despidió de Steve, Nath hizo lo mismo. Steve apareció entre dos casas grandes, la piedra estaba en su mano, había perdido su color otra vez, todo estaba callado, pero cuando salió de aquel callejón estrecho, la luz lo cegó por un rato y un niño impactó en su estómago.

—Lo lamento, Señor —dijo el niño.

El pequeño seguía corriendo para no ser alcanzado por un dragón bebé, y la bulla comenzó, habían personas caminando por todas partes, eran muchas para ser un pueblo. ¿Eres nuevo aquí? ¿No te he visto antes? ¿Quién eres? Eran algunas de las preguntas que le hacían mientras caminaba, de hecho, estaba dando vueltas, y para cuando se percató de aquello ya estaba mareado. La mayoría de las personas llevaban togas, como cuando Michael peleó con el concejo, había algo en las manos de Michael, eran marcas características, lo había notado más de una vez, pero no tenía el valor para preguntar. Steve miraba a su alrededor para ver a donde ir, pero Michael le había dicho en una ocasión que el mejor lugar para entrenar era precisamente este pueblo, después de todo, Michael aprendió aquí. Todo ese poder fue aprendido en este pueblo.

Steve caminaba sin destino, miraba a su alrededor, niños jugando, personas usando magia, esto es lo que quería ver Steve desde que conoció a Michael, ya había luchado con dragones, se había convertido en un mago, no completamente, pero aquí, su nivel aumentará tanto que no se enterará de cuánto tiempo le duró avanzar. Se había olvidado de su padre y los problemas que probablemente causó su desaparición.

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