Kudou Haruka.
Hace cuatro meses que comenzamos el año escolar. Hay algo que desde hace unos días me inquieta.
Entré al salón de clases con mis amigos, ellos hablando de chicas como siempre, aunque a mi no me gusten las chicas, me causa gracia las cosas que dicen, son tontos...
Me senté en mi puesto a hablar con mis amigos. El profesor de química, Miyazaki, entró al salón. Lo miré atentamente. ¿En serio? ¿Un profesor? No me sorprende que me gusten los chicos, pero él es mi profesor y es unos años mayor, no mucho, pero ya terminó la universidad. Escuché a unos profesores decir que es su primer año trabajando.
Me miró de reojo. Sin querer sonreí, él cerró los ojos y comenzó a escribir fórmulas en el tablero. Volteó a explicar y me miró rápidamente, apartó la mirada y siguió explicando.
-Oye, Kudou, mira a la chica de tercer año. -Dijo Oda-
-Ajá. -Respondí fingiendo interés-
-Es muy linda...La chica entró al salón para hablar con el profesor, sentí envidia de ella, para ella sería más conquistar a un profesor hombre. La chica dejó unos papeles y se fue.
El profesor continuó la clase. Se veía tan bien enseñando... Por eso me esforzaba tanto en esa materia, para ganar atención del profesor Miyazaki.
Cuando terminó la clase, me acerqué al profesor. Había entendido todo, pero quería hablar con él, por lo menos un minuto. Le mostré mi cuaderno.
-¿Necesitas algo? -Preguntó sin mirarme-
-Esta parte no la entiendo...Cuando hablé, volteó a mirarme, tenía los ojos abiertos como platos. Dejó lo que tenía en las manos sin dejar de mirarme. "¿Podría ser que también le gusto?, no, no lo creo..." Pensé.
Él tomó mi cuaderno, aún sin dejar de mirarme.
-¿Qué parte?
Señalé cualquier cosa en el cuaderno, solo para oírlo hablar. Se sentó y miró la fórmula. Comenzó a explicar, no le presté atención, solo quería molestarlo. Me miró.
-¿Ya lo tienes?
-Si. Gracias.
-No hay de qué.Sonrió levemente. Tomó mi cuaderno, lo cerró y me lo entregó, nuestras manos se rozaron. Sentí un poco de nervios. Él soltó el cuaderno, tomó sus cosas y salió del salón.
Tendría que esperar el almuerzo para poder verlo de nuevo. Desde ese momento decidí molestarlo para poder hablar más con él y mirarlo a sus hermosos ojos color marrón.
A la hora del almuerzo salimos a la cafetería, ahí estaba él. En una de las puertas de la sala de profesores, estaba con la enfermera, su hermana. Tal vez si me estaba fijando mucho en la vida del profesor, no todos saben que ellos son hermanos. Me miró a lo lejos y volvió a mirar a su hermana.
-Chicos iré a la enfermería. -Dijo Oda-
-¿A ver a la enfermera? -Preguntó Yamada-
-Claro, es mi futura esposa.
-Yo también voy. -Dije-Caminamos a la enfermería, cuando entramos, la enfermera y Miyazaki entraron. La enfermera empezó a revisar a Oda.
Miré al profesor, él estaba mirando por la ventana, tal vez los árboles, porque estaba vacío allá afuera. Cuando notó que lo miraba, me vio de reojo y se volteó dándome la espalda.
-Ey, ayúdame con ese chico. -Se refería a mi-
-¿Yo? -Preguntó Miyazaki-
-Si, tú, este chico parece muy enfermo.Oda y su gran habilidad de actuación. Miyazaki se volteó a verme, me miró de arriba para abajo, suspiró. Me senté en una de las camillas de ahí y él se sentó cerca.
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Una apuesta porque me gustas.
RomantizmTakeshi Kei es un chico que ama estudiar, es el mejor de su secundaria y saca las mejores notas. Por su obsesión al estudio no tiene amigos y no se interesa en relaciones amorosas, pero sus compañeros de clase piensan que es gay porque se fija en ho...