24 de diciembre de 1975. Louis se encontraba sentado junto a toda su familia, era noche buena. Su madre había preparado un pavo bastante grande que iba acompañado de patatas hervidas. Probablemente no iba a bastar un pavo para ocho, pero estaban muy agradecidos por tener la oportunidad de poder cenar en familia.
-¿Cómo te va el trabajo cariño?
-Muy bien, no es seguro aún pero puede que me hagan encargado. -La expresión en el rostro de la progenitora de Louis se encogió y estuvo a punto de llorar.
-Estoy muy orgullosa Louis, sé que conseguirás grandes cosas. -Louis sonrió observando a su madre y le acarició la mano mientras masticaba un trozo del pavo de mala calidad y que aún así disfrutaba en engullir. -Y, ¿nos vas a hablar de ese chico que estuvo en casa? -Louis literalmente se atragantó con el trozo de pavo que estaba comiendo y empezó a toser nervioso. Las dos gemelas empezaron a reírse entre ellas y Lottie miró al ojiazul tocándole el hombro mientras reía. No era un secreto en esa casa la orientación sexual de Louis, obviamente fue un shock para todos, las pequeñas no entendían por qué su hermano quería estar con chicos en vez de con chicas, pero lo aceptaron al poco tiempo sin ningún problema.
-Uuuuh, Louis tiene novio.-Repitieron las gemelas a la vez y todos se pusieron a reír. El ojiazul se dio una palmada en el rostro mientras miraba a su familia burlarse de él frustrado.
-No te vas a librar de contárnoslo todo.-Dijo Lottie y Louis quiso matarla allí mismo. Ella era la más mayor después de Louis, tenía 17 años y solo le quedaba medio año para acabar el instituto. Ella fue la que mejor se tomó la noticia de que Louis era gay, aunque ella pensó que podría maquillarse con él y hablar de cosas de “chicas”, cosa que no sucedió y le deprimió bastante.
-No sé de qué me habláis.
-Louis, llegas tarde a casa casi cada día con una sonrisa en la cara, no nos mientas y cuéntanoslo to-do. -Dijo Lottie mirando al ojiazul fijamente. Louis suspiró y asintió.
-A ver, le conocí en el concierto de Queen. -Toda la familia estaba observando fijamente a Louis sin pestañear, el ojiazul nunca había traído una pareja a casa y todas estaban demasiado entusiasmadas con la idea. -Y no sé qué deciros, simplemente nos gustamos.-Dijo Louis mientras una sonrisa tonta se le formaba en el rostro.
-¡Me encanta!-Gritó Lottie y le dio un abrazo a Louis. -¿Cómo se llama?
-Harry Styles.-Y dicho eso Lottie se separó del abrazo rápidamente y le miró con una expresión realmente seria que asustó a Louis. -¿Qué pasa?
-¿Styles?
-Sí, ¿algún problema?
-Louis, ¿tienes alguna idea de quién es tu novio? Su familia es de las más ricas en Inglaterra, y de las peores. Conocí a Des Styles hace meses, vino a la tienda donde yo trabajaba a tiempo parcial y como no quedaba lo que fue a buscar hizo que literalmente me despidieran, ¿cómo puedes estar con alguien así?
-Harry no es como su padre, créeme.
-Se ha criado con él, muy diferente no será.
-No tienes ni puta idea Lottie, que su padre sea un imbécil no quiere decir que él también lo sea. -Y ella iba a contestar, probablemente tirándole más mierda a Louis sobre su novio, pero el timbre sonó. Se quedaron mirando enfadados durante un momento y Louis se levantó con fuerza de su sitio. -Voy yo.
Louis caminó hacia la puerta aún enfadado por las palabras de su hermana, y es que no se podía juzgar a alguien solo por su familia o el lugar donde se había criado. Harry era de las mejores personas que Louis había conocido, y no iba a dejar que le insultaran de esa manera sin siquiera conocerle.
Abrió la puerta y, como si le hubiera invocado, Harry se encontraba frente a él. Llevaba el traje azul que traía puesto el día que se conocieron, el favorito de Louis. En sus manos había un pequeño sobre azul con un nombre escrito en color negro: “Louis” y una bolsa de plástico. Sus manos temblaban agarrando ese sobre, y fue cuando Louis levantó la mirada.
Harry tenía un ojo negro y un labio partido. Él sonreía como si estuviera feliz, pero esas heridas eran tan recientes que hacía que Louis se estremeciera. Sin decir nada el ojiazul posó su mano en el labio del más alto y lo acarició con mucho cuidado.
-¿Qué ha pasado?
-Feliz cumpleaños.-Dijo Harry sonriendo y Louis sintió que se iba a morir.
-Harry, ¿qué ha pasado?
-No ha sido buena idea escaparse de la cena de noche buena. -Dijo Harry riendo aunque Louis sabía que no estaba bien.
-Harry… Podríamos haber quedado otro día.- Pero el ojiverde negó frenéticamente.
-Tu cumpleaños es hoy, y quería verte. Toma.- Harry le tendió el sobre a Louis y este lo cogió sin abrirlo.
-No me gusta que te hagan daño.-Dijo Louis mirando a Harry sintiéndose destrozado.
-Y a mi no me gusta pasar más de dos días sin que me beses, los dos nos tenemos que aguantar. -Louis sonrió levemente y le dio un pequeño beso a Harry con mucho cuidado de hacerle daño. -¿No vas a abrirlo?
-Te dije que no quería nada.
-Y yo te dije que los novios se regalan cosas, así que aquí está tu regalo. -Louis negó mientras sonreía y abrió el sobre. Al acabar de leerlo, miró a Harry con el ceño fruncido y se lo devolvió, pero obviamente el ojiverde no lo aceptó de vuelta.
-No pienso aceptar esto.
-Ya está comprado, vas a tener que aceptarlo.
-¿Te has vuelto loco?
-Probablemente, porque lo que tengo en la cara es más por el regalo que por escaparme en noche buena.
-Harry, voy totalmente en serio, no voy a aceptarlo.
-Louis, si no lo aceptas perderé el dinero, ¿de verdad quieres que acabe en la papelera?- Louis volvió a leer el sobre respirando agitadamente: Te conocí hace menos de un mes en un concierto que me cambió la vida, y me gustaría volver a repetir esa experiencia, contigo. Prepara la maleta porque el cinco de febrero hay otro concierto de Queen en Nueva York, y ya tenemos las entradas y los billetes
-Harry, esto es demasiado.
-Me da igual, te lo dije el día que te conocí, el dinero que me gaste es dinero que mi padre pierde, ¿puedes aceparlo? -Louis se mordió el labio y sus ojos empezaron a desprender lágrimas mientras abrazaba con fuerza a Harry.
-No sé cómo agradecértelo.
-En verdad tengo una forma. -Louis se separó del abrazo y le miró mientras seguía sonriendo.- No puedo volver a casa hoy, mi padre me matará, ¿puedo quedarme aquí? -El pecho de Louis se encogió con angustia y se giró observando su pequeña casa.
-N-No sé si tenemos espacio.
-Puedo dormir contigo. -El rostro de Louis se puso de todos los colores existentes y asintió.
-Entra, te presentaré a mi familia. -Harry sonrió y entró en casa de Louis, al segundo de estar dentro las siete miradas de la mesa se dirigieron a él. Louis le acompañó al salón y empezó a hablar prácticamente temblando. -Él es Harry, ha venido a celebrar mi cumple y ha tenido un problema en su casa, ¿se puede quedar a dormir? -Jay, la madre del ojiazul, sonrió y asintió.
-Por supuesto que sí cariño, ¿has cenado?
-Sí, he cenado en casa, pero ya que venía no quería tener las manos vacías. -Abrió la bolsa de plástico que llevaba con él y sacó unos diez pasteles, todos los hermanos de Louis sonrieron ampliamente y cogieron uno. Louis sonrió mientras observaba como sus hermanas masticaban frenéticamente los pasteles que su novio había traído. Fue a la cocina y cogió una silla para que Harry se sentara, éste le miró sonriendo y apoyó su cabeza en el hombro de Louis en cuanto se sentó.
-Cuéntanos un poco sobre ti, Harry. -Dijo Lottie intentando ser simpática aunque se notaba que no estaba cómoda con su presencia.
-No sé muy bien qué decir. -Dijo rascándose la nuca incómodo.- Tengo 18 años y estudio derecho en la universidad.
-¿Derecho? Debe ser muy interesante.- Dijo Jay intentando sonar interesada.
-No mucho, lo estudio más que nada por mi padre, me hubiera gustado hacer un grado musical y especializarme en eso, pero bueno.
Y así, con Harry respondiendo a todas las preguntas de los familiares de Louis, la noche pasó y todos se encontraban con el pijama dispuestos a irse a dormir. El ojiverde llevaba un pijama que le había dejado Louis, era azul y le iba pequeño, pero Harry estaba demasiado contento como para quejarse.
-Buenas noches niños, os he puesto muchas mantas, pero si tenéis frío hay más en el armario de mi habitación.
-Gracias mamá, buenas noches. -Louis le dio un abrazo a Jay mientras se despedía de todas sus hermanas. Cuando todas se fueron, Louis apagó la luz y se metió en el sofá-cama junto a Harry. -Supongo que comparado con tu cama no es muy cómodo. -Harry suspiró y se giró quedando cara a cara con Louis.
-Deja de preocuparte por si lo mío es mejor o más caro Louis, estoy muy cómodo aquí, en esta cama, en esta casa, contigo, eso es todo lo que necesito. -Louis se mordió el labio y junto sus labios con los del ojiverde muy lentamente. Posó su mano en la mejilla de Harry mientras la acariciaba con cuidado.
-Odio que te hagan daño.-Dijo susurrando Louis mientras su corazón se encogía. -No lo entiendo Harry, no quería que esto fuera más que una tontería, de verdad pensaba que iba a ser solo un juego. -Harry frunció el ceño y abrió los ojos observando a Louis con una expresión molesta.
-¿Es lo que crees que es? ¿Un juego?
-¿No lo es?
-No te imaginas como me jode que me estés diciendo esto, estás tan preocupado de que te esté usando como un juego que es lo que tú haces. Deja de pensar en el puto dinero que tiene mi familia o lo grande que es mi casa, porque eso me importa una puta mierda.
-Harry…
-No, Louis. Si te llevé a la casa del bosque no fue para follar y no volver a verte, no fue para usarte como un puto objeto, te lo enseñé porque era importante para mí, y si no puedes ver eso después de casi un mes, ya no sé qué hacer.
Y ahí, en medio de la oscuridad de su casa, el día de su cumpleaños, Louis se dio cuenta que aquello con Harry no era un juego, ni mucho menos. Y entonces supo lo jodido que estaba, y lo mal que lo iba a pasar por ese chico con pelo rizado y ojos verdes.
-Lo siento, lo veo Harry, de verdad que lo veo. -Louis juntó su frente con la de Harry y cerró los ojos intentando respirar con normalidad. -Estoy muerto de miedo.-Dijo susurrando con la voz entrecortada. -No va a salir bien, no puede.
-Estoy dispuesto a intentarlo Louis, por ti, porque quiero. -Louis asintió y esta vez fue Harry quien juntó sus labios con los del ojiazul. Pero no fue un beso lento como los que le otorgaba Louis para no dañar su labio, a Harry no le importaba la herida que tenía, lo único que quería era sentir a Louis.
Que sintiera como sus manos sudaban cada vez que le iba a ver, como su corazón parecía que iba a explotar cada vez que quedaban, como sentía su estómago explotar cada vez que se besaban. Harry no podía explicar cómo se sentía por Louis, pero necesitaba que él viera que aquello no era un juego, que era mucho más.
Cuando el beso se convirtió mucho más caliente de lo que debería Louis se separó respirando agitadamente y miró a Harry tratando de hablar y evitando las ganas que sentía de besarle de nuevo.
-Toda mi familia está en casa, deberíamos parar ahora. -Harry asintió mordiéndose el labio. Louis apoyó su cabeza en el pecho del ojiverde y éste empezó a acariciarle el pelo lentamente. -¿Qué pasará cuando vuelvas a casa? -Louis escuchó como Harry suspiraba.
-Supongo que el ojo negro y el labio partido no será lo único que tendré. -Y Louis juró haber oído como su corazón se rompía mientras Harry decía aquellas palabras.
-Lo odio, odio que te ponga la mano encima, no puedo aguantarlo.
-Lo sé.-Dijo y dejó un beso en la frente de Louis. -Pero no hay nada que pueda hacer Lou, lo ha hecho desde que tengo memoria, con toda mi familia. Mi madre tuvo que ir al hospital una vez, pero la obligó a guardarlo en secreto, como a todos nosotros. -Louis negó varias veces mientras se agarraba más fuerte al pecho de Harry.-Pero estoy bien, nunca he estado tan bien como ahora, te lo prometo.
-Algún día, cuando te saques la carrera, podemos irnos de Inglaterra y empezar de cero, juntos.
Y Harry asintió con una sonrisa en el rostro, porque pensar en eso le hacía feliz. Pero era consciente de que nunca iba a conseguir eso, como él sabía, toda su vida estaba planeada, y escapar con Louis no estaba en los planes de su padre, por lo que nunca podría llegar a pasar, él no lo permitiría.
ESTÁS LEYENDO
1975
Romance1975. Esa era la fecha que iba a cambiar la vida de Harry y Louis para siempre. Para ellos solo era un concierto de su banda favorita, lo que no sabían es que a partir de ese uno de diciembre nada volvería a ser igual.