Louis se removió de la cama incómodo por el frío. Frunció el ceño cuando se giró y no notó la presencia de Harry. Abrió los ojos y al no verlo por la casa se empezó a poner nervioso. La chimenea seguía funcionando y la ropa del ojiverde seguía en el suelo, pero él no estaba.
-¿Harry?-Al segundo de decir aquello se oyó el sonido del baño y Louis suspiró aliviado. Observó como el ojiverde asomaba por la puerta y le sonreía. Llevaba una manta encima y su rostro encogido mostraba el frío que estaba haciendo aquella mañana. El rizado se tumbó en la cama y abrazó a Louis haciendo la "cucharita".
-Me hubiera gustado estar cuando te levantaras, pero necesitaba mear. -Louis sonrió y entrelazó sus dedos con los de su novio, juntándose más a él, si era posible.
-Ahora ya estás aquí, buenos días. -Harry sonrió y dejó cortos besos en el cuello del ojiazul.
-En dos semanas nos vamos a Nueva York. -Louis se giró quedando frente a Harry y le observó sonriendo.
-Y será tu cumple, ya no serás tan pequeño. -El ojiverde frunció el ceño.
-¡Tengo 18 años!
-Pues eso, un niño. -Harry empezó a hacerle cosquillas a Louis mientras este rogaba que parara.-¡Harry!-Dijo mientras reía sin control alguno. El rizado se detuvo y se colocó encima de él acariciándole la mejilla.
-No me puedo creer que vaya estar dos semanas sin verte.
-Es lo que tiene irse de viaje cinco días cuando trabajas, tengo que recuperar las horas. -Harry suspiró y besó su mejilla.
-Valdrá la pena.
-¿Seguro que lo tienes todo planeado?-Harry rodó los ojos y asintió.
-Este "niño" de 18 años te va a dar el mejor viaje a Nueva York que puedas imaginar.
-A este adulto de 21 años aún le parece mal. -Harry sonrió y le mordió el labio inferior a Louis.
-Me lo compensarás de otra forma en el viaje. -El ojiazul alzó las cejas sonriendo.
-¿Y si decido no volver a tener sexo nunca más? Tampoco me perdería gran cosa.-Dijo alzando una ceja mientras miraba al ojiverde. Este se acercó a su oído y mordió su lóbulo.
-Eso no es lo que parecía anoche. -Dijo susurrando el rizado. -Ya sabes, cuando gemías y gritabas mi nombre. -Louis se tapó el rostro con ambas manos avergonzado.
-¡Harry!
-¡Eras tú el que gritabas!
-¡Me dijiste que no me guardara nada!-Harry sonrió y le dio un corto beso.
-Y no sabes lo cachondo que me pusiste solo con escucharte. -Louis no contestó y se quedó observando a Harry.
-¿Puedes tumbarte a mi lado?-El ojiverde sonrió y asintió. Se tumbó a su lado y acto seguido Louis apoyó su cabeza en el pecho del rizado. Se aferró a él con fuerza mientras Harry le abrazaba y acariciaba el pelo.
-Estás muy guapo por las mañanas. -Louis sonrió aunque no cambió su posición. -Después del viaje, tras estar una semana durmiendo y despertándome a tu lado, no voy a poder dormir bien. -El ojiazul empezó a acariciar el pecho de Harry lentamente.
-Podemos venir aquí una vez al mes, como tradición. -El ojiverde sonrió y asintió. -Pero la próxima vez podríamos coger más leña para la chimenea. -Harry frunció el ceño y se separó levemente para observar a Louis.
-¿Tienes frío?-El ojiazul escondió de nuevo su cabeza en el pecho de Harry y fue allí cuando el ojiverde notó como temblaba. -Joder Louis, avísame, no quiero que pases frío. -El rizado se levantó de la cama y se colocó una manta encima, pero antes de caminar el ojiazul le cogió la mano.
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1975
Romance1975. Esa era la fecha que iba a cambiar la vida de Harry y Louis para siempre. Para ellos solo era un concierto de su banda favorita, lo que no sabían es que a partir de ese uno de diciembre nada volvería a ser igual.