29 de enero de 1976. Harry estaba metiendo las últimas cosas en su maleta para el viaje a Nueva York. Llevaba dos semanas sin ver a Louis y no podía echarle más de menos. Al no tener clase se había pasado aquellas dos semanas al igual que hizo cuando su padre le prohibió salir. Había fumado más de lo habitual y obviamente se había masturbado más que de costumbre, sobre todo teniendo en cuenta que Louis y él ya habían tenido sexo, por lo que no podía esperar para volver a hacerlo.
Metió el pijama en la maleta y cerró la cremallera. Salió de su habitación con una sonrisa en el rostro pensando que en breve vería a Louis en el aeropuerto. Pero toda emoción se esfumó al ver a su padre.
-¿Dónde vas?
-Al aeropuerto, te dije que me iba de viaje unos días.
-Sí, gastándote dos mil libras mías. No has trabajado en tu vida y te ves con el derecho de gastarte mi dinero.
-Es el primer viaje que hago, y te prometí que sería el último, simplemente le quería regalar a mi amigo un viaje por su cumple.
-Ya, a tu amigo. ¿Y cómo se llama tu gran y nuevo amigo por el que te gastas dos mil libras?-Harry se quedó en blanco y empezó a tartamudear.
-D-Daniel. -El padre de Harry frunció el ceño pero asintió.
-Buen viaje, no hagas nada que pudiera hacerle daño a nuestro apellido. -El ojiverde rodó los ojos y asintió.
-Nos vemos la semana que viene.
Harry prácticamente salió corriendo de su casa, no quería que a su padre se le cruzara un cable en el último momento y no le dejara ir. Nunca había necesitado tanto irse de viaje y pasar días alejado de su familia.
Al igual que cuando fue al bosque con Louis, no cogió la limusina. Caminó un par de minutos y cogió un taxi.
-¿A dónde?
-Al aeropuerto.-Dijo con una sonrisa en su rostro. No podía esperar a ver a Louis.
XXX
Louis estaba desayunando junto a su familia, eran las siete de la mañana y aún así no podía estar con más ganas de vivir. Hacía dos semanas que no veía a Harry, y aún peor, llevaba dos semanas trabajando cada maldito día en el supermercado. Obviamente pedirse seis días libres tenía sus desventajas, como quedarse sin su sábado libre durante seis semanas. Pero joder, valía la pena.
Iba a estar una semana en Nueva York, con su novio. Y por si fuera poco iba a ver de nuevo a Queen en directo. No se podía creer que en dos días iba a hacer dos meses que conoció a Harry. Obviamente él sabía que aquel concierto le iba a cambiar la vida, ¿pero conocer al que consideraba el amor de su vida allí? Nunca se lo hubiera imaginado.
Acabó de desayunar con mucha prisa y se levantó de la mesa yendo a por la maleta.
-¿Ya te vas?
-He quedado a las nueve con Harry mamá.
-Pero son las siete cariño. -Lottie soltó una pequeña risa mientras contemplaba la escena.
-Lleva dos semanas sin verle mamá, ¿no ves que está muerto de los nervios?-Louis le sacó el dedo de en medio mientras se colocaba la mochila sobre sus hombros. Se acercó a su madre y le dio un largo abrazo junto con un beso en la mejilla.
-Intentaré llamarte desde algún teléfono para decirte que todo va bien, te echaré de menos. -Su madre sonrió asintiendo y Louis se despidió de toda su familia. Salió por la puerta sonriendo y emprendió el camino hacia el aeropuerto.
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1975
Romance1975. Esa era la fecha que iba a cambiar la vida de Harry y Louis para siempre. Para ellos solo era un concierto de su banda favorita, lo que no sabían es que a partir de ese uno de diciembre nada volvería a ser igual.