Escuadrón K

Capitulo 4- Cuando tiemblan los pasillos

Narrador: Emma.

Se escucharon murmullos de sorpresa de los jóvenes y adultos de la sala, algunos de asombro otros de miedo. En donde antes había un joven de pelo negro, ojos azules y tez blanca ahora solo había un conjunto de ropa flotando, sin cabeza, cuello, manos o cualquier cosa que se constituyera con carne.

-"Creo que no lo pensé muy bien"- me dijo Matías a través de su mente.

-"No al parecer no"- respondí molesta

-"lo siento"

-"no te disculpes conmigo, no es a mi a la que debes explicaciones"- ya le iba a recargar una reprimenda cuando escuche unas sirenas- ¿Pero que...?

De la nada un grupo de militares armados entraron al auditorio, vestían completamente de negro y en donde debe ir el símbolo de la policía había unas siglas:

-"AGE"- la mente de Matías tenia voz nerviosa

-"Asociación de Gente Especial"- complete con la mente.

-"¿Como es que...?"

-"No soy tonta Matías y tampoco ingenua"- a pesar que no lo podía ver  sentí a la perfección el rubor de mi amigo- "¿que haremos?"

-"¿haremos?"- dijo Matías- "que hare, tu te quedaras aquí"

-"¡¿QUE!?, ni hablar, voy contigo"

-"No Emma"- sonaba seguro y firme así que no tuve más opción que escuchar.- "ellos vinieron porque alguien los llamo y ese alguien acuso a un adolescente capas de desaparecer, no a una joven con telepatia-telequinesica, entiendes"

-"Lo entiendo"

-"En ese caso vete"

-"¿Irme?¿Porque?"- pregunte más desconcertada aun.

-"Porque el director acaba de pedirle a todos los jóvenes salir, a todos excepto a mi"

-"¿Estarás bien?"- pregunte llena de preocupación.

-"Mientras pueda hablar contigo estará todo bien, solo no te vayas muy lejos"

-"Okey"- Después salí en orden del auditorio junto con los otros jóvenes, habían varios curiosos que trataban de ver que sucedían pero si no eran arrastrados por el tumulto de  adolescentes los profesores los empujaban con amabilidad, aunque también se notaba que ellos estaban nerviosos.

Hace mucho tiempo que no hablaba telepáticamente con alguien, la primera persona con la cual lo hice fue con Matías, me acuerdo que en una ocasión una familia ,de las que me devolvió, creían que Matías era la razón de mi desapego y me prohibieron verlo, incluso tenían vigilada la línea telefónica. Todavía me río cuando recuerdo que pasábamos horas mirando a la ventana y nuestros padres se asustaban sin saber que teníamos conversación acaloradas sobre el exceso de tareas. Era agradable volver a usar esta habilidad sobre todo con el, pero me hubiera gustado que hubiera sido en otra ocasión, algo menos...desesperado.

-"¿Todo bien?"- quise saber.

-"Hasta ahora si"- respondió el enseguida- "han estado parados ahí sin hacer nada, al parecer esperan que yo haga algo, ¿que me sugieres que haga?"

-"Nada, si no das razones para ser peligroso no deberían tener motivos para dispararte"

-"Dudo que me fueran a disparar"- sonaba tan divertido como asustado- "pero en ese caso...¿que hago?"- normalmente me molesta que la gente me pida la respuesta de todo, yo no soy un diccionario andante ni una guía de vida, pero bajo esa situación no lo culpo, alguien normal se paralizaría, yo no soy normal.