Capitulo 10- Un almuerzo no muy agradable y el regreso de "L"

107 7 5
                                    

Narrador: Emma

El comedor era grande, con muchas mesas y una larga sección de alimentos. Al parecer los profesores no comían con los niños,  mejor así ahí más libertad a la hora de conversar o hacer alguna payasada.

Las mesas están dispersas por todos lados, todas eran del mismo tamaño pero habían jóvenes que al ser grupos tan grandes juntaban algunas, nosotros nos servíamos lo que comeríamos.

Puede notar que parecían ya haber puestos definidos, los "grupos" ya tenían sus mesas y nadie se atrevía a acercarse,  por otro lado los individuales se sentaban en donde hubiera un puesto libre.

Caminamos entre la gente, nadie parecía mirarnos mal, o sentir compasión (pensando en que estoy en una silla de ruedas), todos parecían de lo más normales.

-Hola Charlie- una joven castaña lo saludo de una mesa a nuestra izquierda llena de adolescentes charlando. -¿Quieres almorzar con nosotros?

-Hola Lori,  encantado pero hoy día voy a almorzar con mis amigos- sonrió y siguió avanzando.

-Oye Charles ¿nos vemos después del entrenamiento para un partido?- un joven moreno le grito Desde la otra esquina del comedor.

-Pero si ya te patie el trasero tres veces John.

-Pero quiero mi revancha- en ese momento los jóvenes que lo acompañaban en la mesa empezaron a golpear con sus puños la mesa diciendo "revancha", me ríe.

-Vale, pero prepárate para perder- le respondió riendo Charlie.

-Cómo digas Tapia- le grito alegre el otro muchacho.

-Hola C- un chico le choco puño a Charlie - Hola señorita- y luego me saludo con un lindo asentó.

-Hola Tobias- le saludo Charlie.

-Hola- le dije yo,  el sonrió y se fue- Eres bastante popular por aquí.

-Oh, en realidad no tanto, se me podría considerar como un antisocial sabes, conozco a Lori de la clase de teoría ha cerca de la velocidad, a John de los entrenamientos de agilidad y Tobias de la clase de ingles.

-Ah.

-Pero en verdad no es muy difícil hacer amistades aquí,  me refiero a que son simpáticos la mayoría del tiempo. Como todos somos diferentes, y diferentes enserio,  nos sentimos todos iguales así que no hay peor ni mejor. Siempre habrá competitividad y cierta envidia es normal, pero por aquí no es muy visto la discriminación.  Los grupos apartan a los individuales pues se creen mejores, pero entre los individuales siempre reina una especie de paz. Como nadie sabe quien eres y de donde vienes no suelen atacarte y como estamos aquí principalmente por nuestros poderes la gente no suele fijarse en tu tono de piel, pelo, o características físicas,  porque en verdad no importa, somos únicos por solo ser nosotros. Es bastante agradable en realidad- se veía en paz, me gustaba ver a la gente tranquila me relajaba.

La idea de que este lugar fuera como Charlie lo describió me entusiasma muchísimo, se imaginan poder ser tu mismo sin que nadie te juzgue.

Una vez ahí nos encontramos con Eva, Matías, Julián, Roberto y Lara, nos sentamos todos juntos, si no hubiera estado en una silla de ruedas, en un lugar completamente extraño y con una comida de muchísima mejor calidad hubiera jurado que estábamos en la cafetería de la escuela.

-Entonces en dos días más ya podrás volver ¿eh?- me pregunto Roberto.

-Si- sonrió.

-Súper, quien sabe tal vez estemos en el mismo grupo después de la pruebas individuales- comento Julián.

Escuadrón KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora