Capitulo 8- ...y poco entendimiento.

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Narrador: Emma

Me duele todo el cuerpo, no logro ver nada, de seguro es porque tengo los ojos cerrados, pero me duele demasiado la cabeza como para intentar abrirlos. Aun así puedo oler, escuchar y sentir lo que esta a mi al rededor, el lugar es suave y acolchonado, siento un olor a algo que debe ser yodo y escucho voces similares, algunas agudas otras graves, puedo reconocer la mayoría de ellas pero las palabras estan separadas. No logro juntarlas, es como si mi cerebro no pudiera formar frases coherentes.

"Correr", "Luces", "Viento", "Fuego"...."Desastre", "Balas", "Sangre"........"Muerte".

Solté un quejido por el dolor, definitivamente si no lo paraba yo nadie lo haría. Abrí mis ojos con lentitud, como si quisiera almacenar cada detalle que viera, la habitación era muy brillante para mi gusto, blanca con orillas verdes y celestes. Me senté como pude, estaba sobre una cama blanca, usaba un delantal ,casi de papel, color verde y llevaba vendas por todos lados. Pude ver electrocardiogramas por aquí, tanques de oxigeno por haya y alguna que otra aguja sobre una mesa o/y bandeja, estaba en un hospital.

Desorientada me levante a duras penas de la cama, no había nadie en la habitación para mi alivio, detestaría que alguien me viera con esta bata (¿Porque las harán tan trasparentes y sueltas?), solo con un paso pude sentir millones de pinchazos en todo el cuerpo, me tuvo que sostener del barandal del camastro con tal de no caerme. Una vez en pie, casi por completo, me fue deslizando con ayuda de la baranda y luego la pared hasta lo que parecía un espejo, no encontré ninguna puerta, era alto del piso hasta el techo y ancho dos o tres metros, me apoye en el, mi reflejo era desconcertante, tenia todo el pelo desordenado, aunque recogido en un moño suelto, mi piel estaba seca y vendada y mi cara...bueno para que hablar de ello,(definitivamente deberían de contratarme en la próxima película apocalíptica que hicieran, como zombie, ahorrarían kilos de maquillaje).

No pude evitar notar algo muy curioso, a pesar que mi rostro se veía terrible no se comparaba ni en lo más mínimo a mi espalda, la cual los vendajes (que se encontraban la gran mayoría ahí) estaban rojos, podía notar varios cortes sin tapar y una que otra herida puntada. Me dolía bastante pero después de ver que era lo que me dolía juraría que el dolor aumentó un 40%. Lo más curioso de todo esto es que ningún corte de los que tenia en la espalda lo tenia en la cara o en la parte delantera de mis brazos y piernas, estoy segura que estas heridas me las provoque yo misma en mi perdida de control en la preparatoria, pero al parecer mi cerebro inconscientemente se aseguro de proteger o al menos hacer ver mejor estéticamente todo lo que esta de frente a las personas como la cara, los dedos y uñas, el pelo...y descuidar lo que el resto no ve o no se percata demasiado, espalda, tobillos, palmas, entre otros. Bueno no me sorprende demasiado, ósea el cerebro actúa de manera inconsciente como lo haría una persona consiente pero sin su consentimiento, quiero decir que haces las mismas cosas que harías despierto solo que sin saber que las estas haciendo, y como yo me dedico a pulir y cuidar muy bien la parte de mi que la gente ve, provocando descuidos en lo que las personas que no se fijan en profundidad no ven mi subconsciente hizo lo mismo, aunque de manera más física en vez de psicológica.

Me quede observándome un buen tiempo tratando de llegar a una conclusión lógica de como llegue aquí, donde sea que sea aquí, pero mi cerebro esta funcionando más lento que de costumbre. De repente en mi reflexión siento algo así como un corrientoso eléctrico en todo mi cuerpo que me hace temblar de pies a cabeza, suelto un grito y caigo al suelo, que desagradable es esto de sentir dolor (más motivos por los cuales quiero ser computadora), me empecé a retorcer como una serpiente en el suelo con tal de ver si esta horrible sensación se detenía, cierro mis ojos y trato de concentrarme en mi respiración a ver si con eso disminuye un poco la sensación, en ese momento escucho el ruido de una puerta deslizable, como las del supermercado, abriéndose y una sensación de aire fresco me golpea suavemente en el pecho, después el ruido se repite ahora acompañado de pisadas y la agradable brisa desaparece, yo mientras tanto seguía estremeciéndome como buen gusano cuando ciento un pequeño dolor agudo, nada en comparación con el que siento en todo el cuerpo, en mi cuello para luego percibir aliviada como el dolor atroz va desapareciendo lentamente.

Escuadrón KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora