No sabía dónde se suponía que teníamos que encontrarnos.
Me había dicho «después de clase», pero eso no significaba nada. O sea, ¿tenía que quedarme en lapuerta de Literatura avanzada esperando a que apareciera? No me hacía gracia. No me gusta llamar la atención, pero tampoco soy una Cenicienta que se queda aguardando a que el príncipe vaya a buscarla.
Aprendí hace mucho tiempo que cuando dependes de los demás, te la juegan. Tampoco creía que todos los chicos se lo fueran a montar con alguna profesora de ballet ; no estoy tan traumatizada. Solo sabía que únicamente puedes confiar en ti mi smo.
Sin embargo, ninguno de aquellos pensamientos me ayudó a deducir dónde debía reunirme con Logan o qué le iba a decir.
«Eh, cuánto tiempo».
Ya, mejor no.
«Ha sido una comida interesante».
Tampoco.
«¿Querías algo antes, cuando te has sentado a nuestra mesa? Porque relacionarte con los invisibles no va a favorecer en nada tu reputación social . Lo sabes, ¿verdad?».
Bofetada mental .
Aún andaba buscando el modo de entablar conversación cuando apareció Logan, tan despreocupado como siempre.
—Qué pasa.
Sonrió como si yo no fuera la pesada de su profe particular a la que toleraba para quitarse de encima a sus padres. Me pregunté porqué seguía quedando conmigo siquiera. Todavía no había demostrado que fuera capaz de enseñarle nada.
Sin embargo, una sonrisa, por fugaz que fuera, suponía una gran mejora respecto al gesto de Indiferencia con el que solía saludarme. A lo mejor buscaba la manera de abordar a Carey; más tarde
Tendría que preguntarle qué percibía su radar gay.
—Respecto a la sesión de hoy no estoy segura de que sea buena idea.
Se quedó mirándome.
— ¿Te echas atrás?
—N-no.
Mentalmente estaba gritando: ¡Sí! ¡Los paparazzi me estarán esperando! ¿Estás loco?
—Bien —señaló la puerta con la cabeza—. Vamos.
Albergué la esperanza de que no quedara prensa en el exterior . T al vez los periodistas se hubieran
Marchado antes de que acabaran las clases como habían hecho el día anterior y pudiéramos l legar a su
Coche sin que la gente de Teen People me hiciera fotos con mi s vaqueros viejos y mi sudadera.
— ¿Y has oído lo de?
Logan no tuvo ocasión de acabar la frase. Los paparazzi deberían haberse marchado. O sea, vamos,
¿Qué más podía decirles? ¿Qué esperaban esos buitres? ¿Otra escenita, quizás? Prácticamente lo
Estaba viendo:
Yo: (cegada por los flashes de las cámaras) ¿Qu-qué?
Periodista Uno: Mackenzie, ¿culpas a alguien de tu fama?
Periodista Dos: Mackenzie, ¿te arrepientes de tu intento de masaje cardíaco?
Periodista Tres: Mackenzie, ¿qué se siente al ser famosa?