Capitulo 8

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Mi madre  me dijo  que  no  era  para  tanto.  No  sé  si   de  verdad  lo  pensaba,  pero  insistió  en  que los chicos  populares  se  sentían  intimidados  por mis  capacidades y que no debía  tomármelo  como  algo personal. Claro. Por eso la gente se reía de mí  en Internet .

Mi madre acababa  de  decirme que nadie  miraba YouTube  cuando  Jane  llamó  para  ponerme  al  día. Aunque no hacía  falta,  porque  yo  bajaba  cada  dos  horas  para  comprobar  cuánta  gente  había  visto el vídeo. Cuando comprobé que  el  número  superaba  las  treinta mil  visitas, dejé de hacerlo. Cada vez que veía la cifra o leía los nuevos comentarios, la presión sanguínea se me disparaba.

Me sentó bien oír la voz tranquila de Jane.

—Esto, Kenzie —dijo cuando cogí  el  teléfono—. Escucha, tenemos que hablar.

—A ver si  lo adivino. ¿Soy el  hazmerreír del  instituto?

Se hizo un silencio, mientras ella sopesaba muy bien sus palabras.

—Bueno, sí .

Siempre puedo contar con la sinceridad de Jane.

—¿Y qué hago? —pregunté, directa al  grano.

Otro silencio.

—¿Esforzarte más en encontrar a tu cazavampiros interior?

Me quedé mirando el  teléfono.

—¿Eso es todo?  ¿Ese es tu consejo?  ¡Se  supone que  tienes que encontrar la manera de  arreglarlo! Idear un plan.

Se rio.

—Lo siento, Kenzie —se puso seria—. ¿Cómo lo llevas?

—Me  he  escondido  en  la  cama.  Se  me  pasará;   solo  es  una  humillación  más  que  añadir  a una larga lista.

Jane se echó a reír otra vez.

—Oh, Kenzie, ni siquiera es la peor. ¿Te acuerdas de cuando te tiraste un pedo haciendo yoga? Es lo malo de tener amigos que te conocen desde siempre:  recuerdan hasta el  último desliz—¿O de  cuando,  hace  dos  años,  te  pusiste  tan  nerviosa hablando con aquel alumno  de  intercambio que acabaste por salpicarle la cara de babas?

—Sí   —repliqué  secamente—.  Y gracias  por  este maravilloso  paseo  por  los  senderos  de  la memoria.

—Solo digo que esto también pasará.

Sonreí .

—Gracias.

—¿Y cómo te ha ido la clase de hoy? Ninguno de los populares ha mencionado el  vídeo, ¿no?

—No —esbocé una sonrisa—. He visto a Patrick en el  Starbucks.

—Oh, Dios. Ya me están entrando arcadas.

Lo  cual  no es  justo,  pues  el la siempre  está  hablando  de  los  chicos  que  le  gustan.  Le  he  preguntado mil  veces a Jane qué tiene contra Patrick, pero el la se limita a decir:  «No, nada».

De modo que preferí  pasar por alto el  comentario.

—Y después he ido a estudiar con Logan. Ha sido raro.

—¿Charlar con un popular te ha puesto nerviosa? ¡No me digas!

Me reí .

—Ya te digo.  Pero esta  vez  ha  sido  distinto.  Ahora  te  explico.  Ha  comentado  que  yo  babeaba delante de Patrick— Jane  ahogó  una  exclamación  de  sorpresa—.  ¡No  era  verdad!  Pero  ahora  viene  lo más extraño:  ¡le he replicado!

Un desafortunado Pero Maravilloso IncidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora