Warren Worthington III| 1

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Advertencia: Malas palabras, menciones de una infancia traumática y el cuerpazo de Ben en el gif. Disfruten.

La "habitacion" de Warren estaba a oscuras, lo único que alumbraba eran los débiles rayos de luna que se colaban por las rendijas de las ventanas, a lo lejos se escuchaban los ruidos de los carros y personas hablando.

Hace unos cuantos minutos había terminado la última pelea de esa noche y Warren fue el ganador. Salió de la jaula con varios cortes en su espalda y unos cuantos más en los brazos, sus alas habían perdido varias plumas. Cuando llego a la habitación que ambos compartían lo recibiste con un beso y palabras alegres debido a su triunfo, el estaba aliviado de que no supieras nada de sus heridas, sin embargo, cuando pasaste su mano por su espalda y el succiono aire entre sus dientes, supo que su deducción no había sido correcta.

Frunciste el ceño ante su gesto y te apartaste de su agarre, Warren suspiro al verte voltear y segundos mas tarde sentir como levantabas delicadamente su camiseta.

Su espalda estaba cubierta de arañazos y moratones, la sangre seca adornaba los cortes y los colores los moretones se esparcían con manchas violáceas rozando un tono azulado, ademas de los costados que estaban en el mismo estado.

Jadeaste con horror al verlo, llevándote ambas manos a tu boca.- Oh Dios mio, Warren...

Por impulso tomaste su mano y lo sentaste en la cama, caminaste hacia un pequeño armario de madera y buscaste algodón y un pote. Al regresar a donde el chico estaba te sentaste detrás de el y empezaste a curarlo.

Warren gruño cuando sintió como tus manos rozaban con una de sus heridas, apretó su puño en un intento de suprimir el dolor.- ¡Basta!- Warren se alejó de ti. Él tomo la botella de Vodka que estaba aún lado de la cama y tomo un trago.- Maldición, eso duele.

Dejaste el alcohol y algodón a un lado y lo miraste, a la luz de la luna se veía como un auténtico ángel. Sus cabello rubio despeinado y abdomen descubierto, se veía como aquellas estatuas griegas que aparecen en los folletos de Italia.

Warren se pasó la mano por la cara y suspiró, prefería pelear a tener que sentarse y soportar el dolor de las heridas. Te miró por encima de su hombro y la culpa lo invadió de inmediato, no era tu culpa que estuviera en ese estado.

- Warren, cariño, ven acá.- lo llamaste haciendo un gesto con la mano. Él se dejó caer en la cama en frente de ti, debido al peso te tambaleaste, Warren te tomo de la mano para ayudarte a mantener el equilibrio.

- Lo siento.- Warren dijo de repente, miró hacia abajo y jugó con tu mano por un momento, era más pequeña que la suya y aún así encajaba perfectamente cuando las entrelazaban, él sonrió débilmente.- Sé que todo lo que vivimos es un completo desastre y no sabes lo que lamento haberte arrastrado a esto conmigo.

El aire se atasco en su garganta y sintió como algunas lagrimas se acumulaban en sus ojos, giro la cabeza para que no lo vieras llorar. Durante toda su relación Warren siempre había tratado de hacerse el fuerte, pretender que jamas se podría quebrar y de esa forma hacerte sentir seguridad.

Inconscientemente siempre había hecho eso, mucho antes de empezar una relación contigo y de empezar a pelear, todo inicio en su infancia al soportar el desprecio debido a ser un mutante.

Los insultos y miradas de asco se quedaron con él al pasar de los años y por mas que trataba de ahogar sus penas con alcohol estas no se marchaban.

No pudo retener los pequeños sollozos por mucho tiempo y al sentir toda la presión que sentía finalmente se quebró; aparto sus lagrimas con el dorso de su mano y trato de calmarse así mismo, su respiración era errática y soltaba pequeños jadeos en busca de aire. Se sentía patético al llorar en frente de ti.

Tu por el otro lado no sabias que hacer, esta era la primera vez que lo veías en este estado y te partía el alma verlo y escucharlo llorar. Enrollaste ambos brazos al rededor de el con cuidado de no ejercer presión en sus heridas, con gentileza pusiste su cabeza en tu pecho y lo besaste en la coronilla. Lo meciste un poco, dejándolo llorar.

- Soy un puto desastre, no puedo hacer nada bien...me doy pena a mi mismo.- Warren se murmuro a si mismo en voz baja.

- No,no lo eres. - lo confrontaste.- Eres la persona mas valiente y perseverante que jamas he conocido en mi vida y por eso y muchas otras cosas mas es que te adoro.- dejaste escapar un suspiro al no saber como afrontar aquella situación.- Y con respecto a lo que dijiste anteriormente tienes razón...

Warren se aparto un poco de ti para mirarte la cara, en su mirada se reflejaba sorpresa y confusión, no estaba preparado para escuchar esas palabras provenir de ti.-...¿disculpa?

- ¡Que tienes razón, maldita sea!- te reíste levemente.- Nuestra vida en estos momentos puede parecen un completo desastre, al igual que tú y que yo, pero ¿y que?- le dijiste, Warren aun seguía sin comprender del todo a lo que te referías.- Cariño, tu y yo somo un desastre al igual que nuestra vida, pero eso no impide que podamos mejorarlo...solo tenemos que caminar hacia el futuro y te aseguro que todo va a mejorar. No todo puede permanecer siendo un desastre por mucho tiempo.

Warren sonrió levemente por todo lo que dijiste. Él se acerco mas a ti y te dio un beso en la frente.- Gracias, princesa...

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