5- Helada y sin respiración.

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Me levanté como todas las mañanas para ir a clases, a las 7: 15. Ya se acabaron las vacaciones de Navidad. Ya me había cebado lo suficiente de turrones, y los Reyes Magos ya habían pasado por mi casa. Tuve que haber hecho caso a Camila cuando me advirtió que no pusiese una canción que me gustaba de alarma, que acabaría odiándola, que razón tenía. Pero es que Tu enemigo de Pablo López tiene un ritmo que me despierta rápidamente.

Para el primer día del segundo trimestre opté por una sudadera gris con unas mallas negras, me puse mis tenis blancos de Adidas, quería ir cómoda. Este nuevo año me propuse como en todos los años sacar mejores notas. Bueno eso es algo que no quiero pensar ahora, estoy muy jodida con ese tema.
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Llegué a la puerta del Instituto con Míriam, y ya estaban todas ahí, Camila, Marta y Ana. Ninguna teníamos ganas de volver a clases, el estrés se acercaba, y ahora iba a más, la selectividad esta cada vez más cerca y los temarios eran cada vez más grandes...

Me despedí de mis amigas, se fueron a clase y yo iba en dirección a la mía, estamos en bachilleratos distintos, fue a mi la que me tocó separarme de ellas, malditas Ciencias...
Justo cuando iba en dirección a mi clase, me paró mi tutora.

- Hola Beatriz, feliz año! ¿Como estás?- parecía que hoy mi tutora Cristina estaba muy contenta.

- Feliz año seño, muy bien, aquí estamos de vuelta a la rutina. - dije con un tono de pereza pero como siempre con una sonrisa.

- Pues si, es lo que toca. Bueno, quería comunicarte que ha venido un alumno nuevo, y como eres la delegada de la clase, y yo estoy demasiado ocupada, me gustaría que te encargaras de él, por lo menos para enseñarle el Instituto y hablarle sobre el plan que tenemos para selectividad, el viaje de fin de curso y todo ese rollo que ya sabes.

Pfff, en verdad me gusta la idea, conocer a un compañero nuevo, un científico más para la familia... Sonaba bien, pero no me quería perder el primer dia, teníamos un par de clases importantes.

- Me gustaría mucho y por supuesto que lo haría encantada, pero no me gustaría perderme ninguna clase importante.

- Tranquila, por eso te lo pido, he hablado con el profesor de Biología y con el de matemáticas, y no van a avanzar, por lo menos hoy.

- En ese caso, no veo porque no pueda cumplir como buena delegada. Me ocuparé del susodicho. - dije sonriente, me apetecía la idea.

- Muchísimas Gracias Beatriz, ya te echaba de menos. -me dijo mientras me apretaba el hombro- El chico nuevo vendrá a segunda hora, estará en la puerta del despacho del director, así que le diré que te espere.

- Perfecto, pues a segunda hora bajo.

Y mi tutora se fue con una sonrisa en la cara.

Cuando entré a clase estaba contenta, no sé, me acordé de tantos momentos que he vivido en esta clase, llevo más de un año estudiando aquí y con estas personitas que escucho que hablan de la Navidad y que ahora mismo se dedican a pintorrear la pizarra. Ya empezamos, y sólo es el primer dia
Me fuí al final de la clase y mi compañero de mesa, Ángel, me estaba esperando. Nos pusimos a hablar hasta que llegó mi profesor de Biología. Hasta que llegó el Dios. Es un hombre tan espectacular que me puedo enamorar perfectamente de él ahora mismo. Pero no, no estoy enamorada de él, ni de el ni de nadie. Enamorarse es una estupidez, es muy bonito sí, pero en las películas. Soy la mujer más romántica del mundo, eso te lo garantizo yo, pero mi experiencia me dice que el amor solo es bonito en la ficción, en las películas y en los libros. En la vida real, es una mierda.
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La clase de Biología se me pasa volando, le cuento a Ángel lo que me había encargado la tutora y bajo a buscar al nuevo justo cuando llega el profesor de la segunda clase.

Llegué a la planta de abajo y ví a lo lejos una silueta de un chico. Estaba sentado es una silla, de espaldas a mi, pero podía ver que era moreno y muy alto, tenía unas piernas infinitas y musculosas. Tenía un pelazo y se le veía fuerte. Parecía un buen partido, aunque no le había visto la cara. Me pregunté si podría ser el chico nuevo. Como no había nadie más pensé que sí, así que me acerqué a él y cuando estaba justo detrás de el vi que llevaba una camiseta de Star Wars, uf como lo odio. No se percató de mi presencia, es lógico, no me veía, estaba detrás suya y además estaba chateando por whatsapp, así que decidí hablarle.

- Holaa! ¿Eres el nuevo alumno de segundo de bachillerato de Ciencias?- justo en ese momento recé para que fuese majo y tuviéramos un recorrido por el Instituto ameno.

- Sí, soy yo.- dijo mientras se levantaba de la silla para poder mirarme.

De pronto sentí que se me paralizaba el cuerpo, me quedé helada y sin respiración. No podía estar ocurriendo, no podía ser él, no por Dios. El hombre que me rompió en mil pedazos estaba delante mía.

Si Te Atreves, No Me Sueltes. (Sin acabar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora