Bea.
- Entonces, ¿todo arreglado? -pregunto con ansias. Llevo intentado arreglar este tema con mi tío hace unas semana.
- Sí Bea. Supuestamente ya le han prohibido enviar lo que sea a esa dirección. Pero puede enviar lo que sea a más sitios, eso no lo olvides. Pero bueno, hemos conseguido lo que queríamos y tu nuera no tendrá más problemas.
- Aahhh- río con vergüenza - Tío, no es mi nuera todavía. O ¿si? En verdad no sé. Ay, haber. De verdad, muchas gracias por tu ayuda en serio.
- Nada cielo. Dale besos a los demás de mi parte ¿vale? -dice mi tío levantándose de la silla del salón.
- Sí, claro. Yo les digo.
- ¡Adiós Diego! Madre mía, que grande estás ya. Si eres todo un hombre. Ya te saca una cabeza eh Bea.
- Pues si. Cada vez está más alto.
Cuando mi tío cierra la puerta de casa, me voy directamente a mi habitación, sin cerrar la puerta claro, tengo que estar pendiente de Diego.
Estamos a principios de mayo, y queda poco más de un mes para la gran selectividad. Tengo que con concentrarme y centrarme en conseguir ese 13' 1 para hacer medicina.
Una hora después voy a la cocina en busca de algo para tomar. Son las 12:30 de la mañana y ya tengo hambre. Mamá debería haber vuelto ya.
Voy decidida al cuarto para volver a estudiar pero suena el timbre. Supongo que será el repartidor, mamá me advirtió de que hoy podría venir.
- Buenos días señorita, le traigo un paquete de "papischulos.com".
- Vaya ¿si? He visitado esa página web de vez en cuando, pero nunca he comprado nada. La verdad es que no me convence del todo.
Un yogurin con gorra negra y desprendiendo un olor a sex simbol me mira descaradamente. Carlos hoy está irresistible.
- Con que esas tenemos. Pues le voy a enseñar un táctica exclusiva de nuestra empresa.
Me agarra de la cintura y me pega contra la suya.
- Ah ¿si? ¿Y se puede saber que táctica es esa?
- Esta.
Ñaaam. Los labios más irresistibles del mundo recorren los míos, y su lengua, capaz de hacerme sentir mil cosas.
- Uff... -digo nada más separarnos.- Parece ser que me ha convencido.
- Lo sabía.
Y una sonrisa picarona es lo que necesitaba. Madre mía. ¡Este niño me encanta!
- Pasa anda.
Llegamos al salón en el que tan solo hace una hora estaba sentada con mi tío hablando sobre el padre y la madre de mi novio. Tengo que contarle lo que he hecho. Sé que no quería que me metiera, pero también se que se va a alegrar. O eso espero.
- ¿Cómo es que has venido? -pregunto mientras me acurruco a su lado en el sofá.
- Pues sinceramente, estaba con inglés y francés, y bueno, ya sabes que soy bastante torpe con las lenguas extranjeras... -otra vez, otra vez esa línea curva en su sonrisa- Así que pensé que me podrias ayudar un poco ya sabes, con las lenguas.
No puedo evitar reirme.
- Vale, vienes aquí pa que te morree toda la boca. -digo entre carcajadas. El humor de este hombre es único.
________________________________Quince minutos después de tantas caricias, besos, y demás. La puerta de la casa se abre y entra mi madre.
- Ay Bea, tengo que hacerme una copia nueva de llaves. Maldita sea... ¡Carlos! Hola ¿que tal? Que guapo estás. -y ahí está mi madre, intentando caer bien siempre a todo el mundo.
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Si Te Atreves, No Me Sueltes. (Sin acabar)
RomanceBea es una estudiante de segundo de bachillerato. Tiene una vida normal basada en la rutina, el estudio, sus amigas y tener que cuidar a su hermano con autismo. Además, Bea tiene que lidiar con su enfermedad, epilepsia. Que no le es muy fácil para t...