𝚖𝚒𝚍𝚗𝚒𝚐𝚑𝚝 𝚌𝚊𝚕𝚕

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18 de mayo de 2015

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18 de mayo de 2015

¿Qué hiciste qué? gritó Nathan a Shawn, parando de correr alrededor del gimnasio de la escuela.
¡White, no te detengas! ordenó el profesor de deportes desde la punta contraria del lugar.
¿Por qué lo hiciste? habló más calmado el pelinegro una vez que comenzó a correr de nuevo.
No lo sé, Nathan. Tengo que ser honesto con ella si quiero llegar a algo dijo entre jadeos Shawn.
Ese beso te hizo pensar, ¿no? se burló el empleado de la florería. El castaño junto a él le dio un leve golpe con el hombro y siguió corriendo.

 El castaño junto a él le dio un leve golpe con el hombro y siguió corriendo

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Rose reía en el sofá de su sala, con su amigo canadiense a su lado. Eran casi las siete y seguían viendo la tercera temporada de That '70s Show, soltando unas carcajadas de vez en cuando por los diálogos de los personajes. En un momento, Shawn dejó de prestar atención a lo que sucedía en el show y sólo observaba a Rose.

¿Tengo algo en la cara? preguntó la ojiazul una vez que notó su mirada en ella.
Sólo veo lo hermosa que eres. Y la suerte que tengo de estar a tu lado murmuró el castaño viéndola directamente a los ojos.

El hecho de que se besaran ya no era algo nuevo. Ocho días después del primer beso entre ellos dos, era alrededor de la quinta vez que lo hacían. Con un brazo en los hombros de Rose, Shawn se acercó a ella para unir sus labios. Cada beso era tan distinto y tan parecido a la vez. Todos eran tiernos, con calma. Siempre apareciendo esa sensación contraria al vacío en su cuerpo.

¡Demonios! exclamó la inglesa separándose del chico a su lado cuando escuchó un auto estacionándose. Mis padres llegaron. No sabían qué hacer, pero Shawn sabía que esconderse no era una opción. Lo único que pudieron hacer fue separarse.

Cuando los padres de Rose entraron a su casa, se encontraron con su hija y un chico sentados en cada extremo del sofá, viendo la televisión sin tener un contacto alguno.

Oh, hola dijo la adolescente como si nada hubiera ocurrido.
Hola, cariño ─saludó su madre.
¡Shawn, hijo! habló su padre entusiasmado. Que sorpresa verte aquí le dijo sonriente, estrechando su mano.
Necesitaba ayuda con unos ejercicios de matemáticas, y Rose ofreció apoyarme. Su hija es maravillosa, señor.
Pero por supuesto que lo es. Qué dices, ¿te quedas a cenar? ofreció William, sorprendiendo tanto a su hija como a su esposa.
Me encantaría, pero le prometí a mi madre que no llegaría tarde a casa respondió con educación el único canadiense en el lugar.
Vamos, no será por mucho tiempo.

17 WAYS TO SAY I LOVE YOU; S.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora