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Manera 12: Acompáñala a probarse ropa, y dale tu opinión.
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15 de abril de 2015
Querida Rose:
Honestamente, no entiendo la razón de nuestra excursión al museo. Fue algo muy repentino, nos avisaron una semana antes. Pero, lo disfruté de cierta manera. El verte tan concentrada en una pintura fue algo que guardaré en mi mente para siempre. Incluso haciendo eso te ves preciosa.
Porque, en el museo lleno de arte, mi obra favorita fuiste tú.
No podía dejar de mirarte. Eres tan hermosa, por Dios. Y no hablo sólo por tu físico.
Estoy perdidamente enamorado de ti. Incluso de los gestos que haces.
Cuando estás preocupada frunces tu ceño, y déjame decirte que sólo te ves más tierna. A veces finges enojarte y haces un puchero que me dan unas tremendas ganas de besarte. Y cuando sonríes...
Dios.
Tu sonrisa me completa. Pero tu verdadera sonrisa, la que muestra tus dientes y tu hoyuelos se marcan aún más. Ver esa sonrisa en ti me hace tremendamente feliz. Aunque no sean por mí.
Y bueno, sólo quería decirte que eso. Te veías muy linda ese día en el museo.
Por cierto, veo que ahora pasas mucho tiempo con ese chico, Shawn creo que se llama. Supongo que te agrada.
