─Cásate conmigo ─le pidió Shawn en un susurro. ─Qué dices ─dijo Rose viéndolo a los ojos.
─Cásate conmigo, cielo ─volvió a pedir recargando su cabeza en su mano, sin levantarse por completo de la cama. ─Ahora mismo no tengo un anillo que pueda darte, pero podemos verlo después. Te compraré el que más te guste. Sólo dime que sí.
Rose movía su cabeza sonriendo. ─Por supuesto que sí.
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april 14th, 2020
─Llego de mi trabajo para revisar el correo y encontrarme con una invitación a la boda de mi mejor amiga ─habló emocionado Vincent. ─¡Sorpresa! ─Rose, ¿tienes idea de lo mucho que lloré? ─sollozó el inglés a través de la pantalla. ─Será mejor que no llores cuando te pida lo siguiente ─hizo una pausa. ─¿Serías una de mis damas de honor? ─Flor, te dije que la época donde usaba vestidos se acabó ─rodó los ojos y rió. ─Será un honor.
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october 9th, 2020
William entró a la habitación, sus ojos llenándose de lágrimas apenas vio a su hija en su vestido blanco.
─¿Se ve bien? ─cuestionó Rose sin separar la mirada del espejo. ─Luces hermosa, hija.
La novia se acercó al hombre mayor, acomodando el moño que rodeaba el cuello de su camiseta blanca. ─Una locura, ¿no lo crees? ─¿Cuándo creciste tanto? ─susurró su padre, acariciando su mejilla. Sin obtener una respuesta, volvió a hablar. ─Vamos, deben de estar esperando.
Salieron a la entrada de la Iglesia, encontrándose con sus "damas de honor". Sus mejores amigos hablaban entre ellos, y se formó un silencio en el instante en que notaron a Rose y a su padre acercándose a ellos.
─¿Lista? ─Nathan sonrió.
Las puertas se abrieron y todas las personas dentro del lugar voltearon a la entrada. Lo primero que divisaban fueron cuatro hombres de traje entrando en el lugar de las damas de honor. Detrás de ellos caminaba la novia con su padre. Los invitados quedaban maravillados al ver a Rose en su vestido. Lucía como una auténtica princesa.
Shawn sintió su corazón palpitar aún más rápido, sus manos sudar y su respiración fallar. A su lado lo acompañaban sus mejores amigos desde pequeños: Brian e Ian. Una vez que su casi esposa y sus acompañantes tomaron sus respectivos lugares y la música se detuvo, el músico castaño levantó el velo de Rose, soltando unas lágrimas cuando la vio y la inglesa secándolas con su pulgar.
Parecía un sueño, del que ninguno de los dos quería despertar.
publiqué una nueva historia que tal vez podría interesarles :D
