De aquí para allá. Arriba a abajo. Entrar y salir.
No podía quejarse. ¿Quién lo haría? Mudarse con la chica de sus sueños a los 17 no era algo muy común.
─¿Cansado? ─escuchó la voz de Rose. Entró a la habitación y se sentó a lado de Shawn en la cama. ─Nunca pensé que mudarse fuera tan pesado ─El ahora universitario abrazó a su novia, acercándola más a él. ─Linda, recuérdame por qué elegimos un departamento con dos habitaciones. Quiero decir, terminaremos durmiendo en la misma cama ─murmuró escondiendo su cabeza en el cuello de Rose.
Y como lo dijo, ambos terminaron abrazados en la cama matrimonial que había en la habitación de Rose.
─Rose, ¿dónde quieres vivir cuando termines la universidad? ─le preguntó Shawn mientras hacia trazos con su dedo en su espalda. ─Realmente no lo había pensado ─respondió después de unos segundos en silencio. ─¿Y tú? ¿A dónde quieres ir? ─A cualquier lugar mientras sea contigo.
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november 27th, 2017
El reloj en la mesa de noche marcaba las 3 en punto de la mañana. Estaba cansada, la universidad la estaba matando. Creía que ya no podía. Se levantó de la cama que compartía con Shawn y salió silenciosamente de la habitación para ir a llorar al baño. Pasaron menos de cinco minutos cuando su compañero de departamento entró al baño, encontrándola en el suelo. Su corazón se rompía al verla de esa manera.
─¿Quieres hablarlo? ─preguntó en un susurro, y Rose negó con su cabeza como respuesta. ─Está bien, puede ser en otro momento.
Shawn se sentó a su lado y la abrazó. La inglesa se aferró a su toque, llenando los ojos de su novio de lágrimas. El castaño la acomodó en su regazo, acercándola más a él.
─Estoy aquí, linda ─dijo con la voz rota acariciando su cabello. ─Estoy aquí y aquí me quedaré.
