capitulo 17

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Esos momentos donde fantasmas del pasado te acechan y otros que aparecen ante ti, son los fantasmas que desearías que desaparezcan, pero no lo hacen, ellos están ahí, atormentándote, cada día para hacerte sufrir… o, para no olvidar quien eres y en que te has convertido.

La mujer parada en el balcón de ese Pent-House miraba fijamente la ciudad, esa ciudad que la vio crecer y que la vio convertirse en algo que hoy en día, nadie podría decir que no era. Ella sostenía un vaso de Wiski en su mano izquierda, vestía con unos janes entallados y unas zapatillas que se veían que eran costosas, una blusa negra.

- Concejala, el auto está listo para cuando usted decida bajar – Uno de los hombres del cuerpo de seguridad de la mujer hablo asomándose por la puerta.

- De acuerdo… retírate… - Princesa contesto con simpleza y tono autoritario.

El hombre se retiró, Morebucks camino al interior del lujoso lugar, hasta una habitación grande que era su guardarropa, un cuarto grande bien organizada con cientos de prendas, de entre las cuales eligió un abrigo amarillo, la chica se arregló el cabello y termino de acomodarse cada botón del abrigo, y cuando giro para mirarse en el enorme espejo que había en la puerta, el reflejo que ella veía no era su imagen… Una jovencita de dieciséis años, vestida con un sweater amarillo, falda escolar, medias blancas y zapatillas negras que sostenía un palo de Golf ensangrentado de la parte con la que se golpea la bola era lo que Princesa veía en el reflejo, esa jovencita de cabellos rizados de solo dieciséis años con la cara y la ropa salpicada en sangre era lo que en ese espejo se reflejaba… La mujer se dio vuelta con dirección a la puerta, y cuándo se detuvo para apagar la luz de la habitación, miro con dirección al espejo de nuevo, y la miro ahí de nuevo repitiendo sus movimientos, como si esa imagen de ella siguiera ahí, dentro de ella… como si esa parte de su vida no quisiera irse.

- El muelle norte de la ciudad fue el escenario de una serie de tiroteos y una explosión, en la madrugada de este domingo, según reportes de la policía los dos barcos intactos en su interior estaban cargados de drogas estupefacientes y armas ilegales de alto calibre, que según especulaciones, este cargamento iba a ser contrabandeado en diferentes países, y aunque las autoridades no han dado declaración alguna de porque estos barcos tenían permisos legales de exportación, ahora el cargamento y las personas involucradas en los hechos están en manos del departamento de policía – Walker tomo el control de la televisión y la apago después de oír la nota.

- No deberías de estar haya, dando declaración de lo ocurrido – la pregunta del hombre hacia el pelirrojo qué yacía descansando en el sofá de la oficina fue sarcástica, pero con un tono de reproche.

- Ya tuve suficiente atención en la gala de anoche… además de nada serviría lo que yo diga… si ese imbécil tiene bajo su mando al jefe de la policía, de nada sirve que haya detenido a esos tipos en el muelle – El pelirrojo sonaba molesto, irritado y cansado, puesto que de lo que se enteró anoche no le daba ánimos ni ningún tipo de satisfacción, además de que de su cabeza no salía la amenaza de Arthur, de que Ace podría hacerle daño a quienes le importaban, lo cual Brick lo enfurecía solo de pensar que la familia Utonio pudiera salir lastimada, Walker lo escuchaba y noto la frustración del muchacho.

- No sirve nada que este atrapando a esos imbéciles… cuando el verdadero sujeto que podría hacer caer a Ace ese le Jefe de la Policía – Brick sentía demasiada molestia y frustración ante lo evidente, pues, aunque haya detenido a esos criminales con el Jefe Simpson comprado por Ace, era más que obvio que ninguno pararía a la cárcel para ser juzgados o interrogados, necesitaba el testimonio del mismísimo jefe de policía lo cual parecía casi imposible.

BRICK HIMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora