Capítulo 7: Prueba Genin

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Habían pasado dos horas, y sólo quedaba un equipo en el salón. Los Uzumakis esperaban tranquilamente a su Jounin Sensei, Kakashi Hatake, conocido por llegar tarde siempre.

-¿Cuánto más piensa tardar este tipo?- preguntó Rin, cansado de esperar.

Para su satisfacción, una cabellera plateada se asomó por la puerta. Este hombre vestía como un Jounin reglamentario. Tenía una mascarilla que le cubría hasta la nariz y su diadema de la hoja puesta de tal manera que cubra su ojo izquierdo, donde estaba el Sharingan de tres tomoes.

-Los espero en la azotea en dos minutos.- informó Kakashi, desapareciendo en un remolino de hojas.

Naruto y los gemelos desaparecieron en un Shunshin de fuego y reaparecieron en frente del Jounin.

-Son jóvenes y ya pueden hacer un Shunshin elemental, increíble...- pensó el hombre.
-Bueno, ahora dirán sus nombres, lo que les gusta y lo que no les gusta, y sus sueños.- explicó el peliplata, señalando a la chica.

-Soy Hitomi Uzumaki, me gusta entrenar con mis dos compañeros, me disgustan los pervertidos y los arrogantes, y mi sueño es tener hijos con un Shinobi fuerte y amable.- dijo la pelirroja, y Kakashi señaló al otro pelirrojo.

-Soy Rin Uzumaki, me gusta entrenar y comer Ramen, me disgustan los arrogantes, y mi sueño es ser uno de los ninjas más fuertes de la historia.- dijo el ojimarrón.

-Yo soy Naruto Uzumaki, me gusta entrenar y descubrir cosas nuevas, me disgustan los arrogantes, y mi sueño es ser Hokage y demostrarle a esta aldea que se equivocaron conmigo...- dijo el rubio, y Kakashi supo al instante que era el hijo de su maestro.

-Bien, mañana deben estar a las 6am en el campo de entrenamiento número 11. Les recomiendo no desayunar, porque vomitarán todo.- informó el peliplata, que se fue en un Shunshin.

Los tres Uzumakis caminaban hacia la residencia Namikaze, en silencio.

-Ah, deben levantarse a las 8am, desayunan y están en el campo de entrenamiento a las 9am. Yo iré a hacer algo a la mañana...- dijo Naruto, y los gemelos asintieron.

Eran las 7am, y el rubio estaba caminando hacia el cementerio de Konoha. Llegó a una gran piedra negra, y se paró al lado de Kakashi, que miraba tristemente el nombre de un compañero de equipo.

-¿A quién perdiste tú?- preguntó el ojiazul.

-Sus nombres eran Rin Nohara y Obito Uchiha. Fueron mis compañeros de equipo en el pasado, pero murieron en el campo de batalla...- dijo tristemente el peliplata.

-¿Ustedes fueron el equipo que lideró mi padre?- preguntó el ojiazul, sorprendiendo al Jounin.

-Así que ya lo sabes... pues sí, fui su alumno...- dijo Kakashi nostálgico.

-Todos ellos murieron bajo la bandera de Konoha. Mi sueño es que los difuntos mueran bajo la bandera del Continente Elemental...- dijo Naruto.

-Espero que tu sueño de paz mundial se cumpla...- dijo Kakashi, dejando una flor en una canasta bajo la piedra. Naruto repitió esa acción, y ambos se fueron al campo de entrenamiento.

Eran las 9am, y el Jounin estaba parado frente a sus alumnos, y de su bolsillo sacó dos cascabeles. Les explicó que debían quitárselos antes del mediodía, y el que no consiga uno deberá regresar a la academia de nuevo. Comenzó la prueba y los tres Uzumakis se escondieron.

-Rin, necesito que lo distraigas con jutsus poderosos. Hitomi, átalo con tus cadenas en el momento exacto, y yo lo quemaré con un jutsu Katon.- explicó el plan Naruto, y los dos chicos salieron de sus escondites.

-¡Fuuton: Palma de ola bestial!- gritó el pelirrojo, y Kakashi esquivó por poco el ataque. Pero no se esperó que Naruto lo golpease en uno de sus puntos vitales con un golpe muy conocido.

-¿Acaso sabe usar el Taijutsu de los Hyuga?- pensó el peliplata.

FLASHBACK

Un Naruto de 6 años estaba en un callejón, el cual conectaba con el complejo Hyuga. Se escondió al ver a uno de sus miembros entrar en ese callejón. Pudo ver como tiraba un pergamino viejo a la basura, y cuando se fue el hombre decidió recuperarlo. Vio con asombro la explicación del Junken, y cómo se aplicaba. Lo guardó en su mochila y se decidió por buscar en la basura de los otros clanes ninjas.

FIN FLASHBACK

El tuerto se recuperó justo para esquivar una bola de fuego por parte del ojimarrón. Pero del suelo salieron dos cadenas de chakra, las cuales lo aprisonaron.

-¡Katon: Llamas del dragón!- gritó Naruto, lastimando un poco a Kakashi.

Rin se acercó y tomó los dos cascabeles, para luego dárselos a Hitomi y Naruto. Vieron como el peliplata desaparecía en una bola de humo, y el verdadero Kakashi salía de detrás de un árbol.

-¡Felicidades, todos aprobaron!- dijo el Jounin, orgulloso de dirigir a un equipo tan formidable.

-¿Quieren ir a festejar a Ichiraku?- les preguntó Naruto a los gemelos.

-Por supuesto...- dijieron los pelirrojos, con una gota de saliva cayendo de la comisura de sus labios.

El peliplata fue a la Torre Hokage, donde se encontró con Asuma, Kurenai y Mikoto.

-¿Aprobaron a sus estudiantes?- les preguntó Kakashi.

-Sí, tienen mucho potencial. Seguro reprobaste a los tuyos...- dijo el Sarutobi.

-De hecho, pasaron mi prueba a la perfección...- dijo el tuerto, sorprendiendo a sus compañeros.

Los cuatro Jounin Sensei dieron su informe, y el Sandaime les deseó buena suerte.

El equipo 11 terminó de festejar en Ichiraku, y luego se fueron a la residencia Namikaze. Cuando los gemelos estaban dormidos, alrededor de la medianoche, el ojiazul se fue a dar un paseo nocturno. Caminó por las iluminadas calles de Konoha, disfrutando de la brisa nocturna que impactaba a en su rostro. Miró el bello cielo estrellado, y la brillante Luna llena.
Pero un ruido lo sacó de su momento armónico con la naturaleza, y miró hacia el callejón de su izquierda. No había notado que estaba al lado del complejo Nara, y pudo ver como un miembro de este clan tiraba un pergamino viejo vagamente a la basura. El rubio nunca había podido encontrar un pergamino viejo en la basura de los Nara, ya que eran muy precavidos.
Se fijó si era una trampa, o si era un Genjutsu, pero estas suposiciones eran negativas. Tomó el pergamino, y miró los pasos a seguir para dominar el jutsu de posesión de sombras.
Pero tiró el pergamino a la basura de nuevo. Ese jutsu no le servía, ya que poseía las Cadenas de Diamantina.

Pasada esta escena, el ojiazul volvió a su hogar y se durmió. Al día siguiente debería empezar con las misiones, y eso lo entusiasmaba.

El Legado del Rayo AmarilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora