El Legado del Rayo Amarillo

Capítulo 13: Primera prueba

-A ver, todos cállense y presten atención. Soy Ibiki Morino, Director general del Departamento de Interrogación y Tortura en Konoha, y seré el supervisor de la primera prueba de estos exámenes. Vayan a sentarse a su asiento correspondiente.- dijo el hombre, y todos lo obedecieron.

A Naruto le tocó sentarse al lado de Hinata, y vio que sus compañeros de equipo estaban un poco alejados. Ibiki entregó las hojas, y comenzó a explicar en qué consistía el examen.

-Tienen una hora para contestar todas las preguntas. Comienzan la prueba con 10 puntos, y por cada fallo se les descontará un punto. Si son atrapados por los Chunin o por mí haciendo trampa, se les descontarán dos puntos, por eso solo pueden acumular 5 fallos. Si cometen 10 fallos o son atrapados 5 veces, todo su equipo será descalificado, y nos veremos en otros 6 meses. La pregunta número 10 se las dictaré cuando falten 5 minutos para que se cumpla la hora. Ahora sí, den vuelta la hoja y comiencen.- explicó Ibiki, y luego dio la orden de inicio.

Naruto se dio cuenta casi al instante la verdadera intención de la prueba. Las preguntas eran de nivel Jounin, y ningun Genin o Chunin que no haya estudiado de manera avanzada podría responderlas bien. Es por esto que el examen consistía en conseguir información de los Chunin infiltrados como Genin sin ser atrapados.
Miró a los costados, y pudo ver a Sasuke usando su Sharingan para copiar los movimientos del de adelante. Neji y Hinata usaban su Byakugan para copiar las respuestas. Shino usaba insectos para que le digan las respuestas, y Akamaru le decía las respuestas a Kiba. Ino manipuló la mente de Sakura, así memorizando las respuestas. Los gemelos Uzumaki no tenían problema para responder las preguntas, ya que los había hecho estudiar. Gaara usaba un ojo de arena, copiando todo a su hoja. Tenten y Lee se quitaron sus diademas y las colocaron en cierto ángulo, para ver los espejos en el techo y así ver todas las respuestas.

Pasaron 10 minutos, y Naruto soltó el lápiz y se reclinó en su asiento. Sacó una baraja de cartas de póker y comenzó a mezclarlas. Ibiki lo observó atentamente, y vio como el rubio le hacía una seña para que jugase. Tomó su silla y se acercó al chico, y recibió unas cartas para comenzar a jugar.
Pasaron 40 minutos, y el ojiazul sonreía victorioso.

-¿Cómo puedes tener tanta suerte? ¿Hace cuánto juegas a esto?- preguntó el supervisor.

-Ayer aprendí a jugar, y parece que soy bueno...- dijo el sonriente Naruto.

-Yo estuve jugando por 25 años, y no le pude ganar ni una maldita mano a este mocoso...- murmuró depresivo el hombre.

Los 5 minutos restantes pasaron, y una alarm sonó.

-Bien, les explicaré en lo que consiste la última pregunta, la cual pueden decidir si responderla o no. Si no deciden responderla, todo su equipo se irá y en 6 meses podrán hacer el examen de nuevo. Pero si la responden y fallan, todo su equipo serán Genin por toda la vida.- dijo Ibiki, y muchos equipos se retiraron.
-Todos los que se quedaron, ¡Felicidades, pasaron la primera prueba!- dijo el jefe de IT, y todos se sorprendieron y alegraron.

Pero cuando Ibiki iba a continuar, una ventana es rota por un dos kunais, que se clavaron en la pared y dejaba a la vista una tela negra escrita que decía: "¡La sexy y única, Anko Mitarashi!". Una pelimorada que vestía un traje de malla que no dejaba nada a la imaginación, una minifalda marrón y una gabardina verde que casi no tapaba nada. Casi todos los hombres miraron lujuriosamente a la mujer, que puso una cara amable.

-Soy Anko Mitarashi, y seré la supervisora de la segunda fase de los exámenes Chunin. Los espero mañana en el campo de entrenamiento 44, mejor conocido como el bosque de la muerte. ¡Hasta mañana al mediodía, mis lindos y mordisqueables Genin!- dijo la hermosa mujer, y todos los hombres perdieron su interés en la mujer sádica.

Naruto se fue junto con sus compañeros a la residencia Namikaze.

-Como recompensa por pasar la primera prueba, les prepararé mi plato especial. Iré a comprar lo que me falta. Rin prepara la mesa, Hitomi, prepara la cocina. Ahora vuelvo.- dijo Naruto, yéndose a comprar.

Entró a una verdulería, pero fue recibido de mala manera.

-¡Vete de aquí, maldito demonio!- gritó eo vendedor.

-Deberías tenerle más respeto al líder del clan Uzumaki...- dijo Hiashi Hyuga, que justo entraba a la misma verdulería.

-Lo siento, señor...- se disculpó el hombre.

-No hacía falta intimidarlo, Hiashi.- dijo tranquilamente el rubio, que pidió algunas especias y un cuadradito de caldo.

-¿Harás Ramen?- le preguntó el Hyuga a Naruto.

-Sí, es mi especialidad.- dijo el ojiazul, y el hombre sonrió nostálgico.

-Recuerdo que cada vez que tus padres venían a comer a mi casa, Kushina le pedía a mi esposa mucho Ramen.- dijo el hombre, y Naruto le sonrió.

-¡Pues el gusto por esta hermosa comida debe ser hereditario!- dijo el rubio, y ambos líderes de clan sonrieron.

Naruto pagó por las cosas y se despidió de Hiashi, para luego partir a su casa. Cuando llegó, le pidió a Hitomi que lo ayudara a preparar el caldo.
Pasaron 30 minutos, y Naruto sirvió un plato enorme de Ramen a cada uno, y empezaron a comer.

-¡Estuvo buenísimo!- dijo Rin, sobándose la panza por todo lo que comió.

-Gracias por la comida, Naruto-kun.- agradeció Hitomi, y Rin se dio cuenta del sufijo cariñoso.

-¿Kun? No estarás enamorada de Naruto, ¿No?- preguntó con cara pervertida el ojimarrón.

-¡Cierra la boca, inútil!- gritó la ojivioleta, golpeando en la cabeza muy fuerte a su hermano, que cayó al piso de manera cómica.

Naruto solo sonrió y levantó los platos, para lavarlos. Terminó rápidamente y se fue a dormir, el día siguiente sería muy largo y agotador.
Pero antes de acostarse a dormir, Kurama decidió preguntarle algo a su Jinchuriki.

-¿Acaso no te parece bonita esa chica pelirroja?- le preguntó el zorro.

-Es bastante linda, pero no creo que yo le guste...- dijo un poco apenado el rubio.

-Todavía le falta madurar, pero cuando tenga 18, ¡Sus pechos serán de copa D y tendrá un trasero redondo y firme!- dijo Kurama, riendo estruendósamente luego de que Naruto lo haga callar.