El Legado del Rayo Amarillo

Capítulo 29: Rescate del Kazekage

Tsunade estaba bebiendo un trago de Sake luego de una larga jornada matutina de papeleo. Todo era paz y tranquilidad, hasta que un Jounin entró en la oficina.

-Tsunade-sama, acaba de llegar una carta de Sunagakure.- dijo exaltado el ninja.

-Gracias, puedes retirarte.- dijo la rubia, y el Jounin se fue.

Leyó la carta, y se sorprendió por el contenido. Era una solicitud de apoyo, ya que el Jinchuriki del Ichibi, Gaara, el Godaime Kazekage, había sido secuestrado por Akatsuki. Ella sabía que no contaba con su ninja más fuerte, Naruto. Por esto llamó a Kakashi Hatake, el ninja copia; Sakura Haruno, su discípula; e Hitomi Uzumaki y Rin Uzumaki.

Los tres Chunin siguieron a su capitán Jounin, Kakashi, hacia Suna. Temari estaba en Konoha, así que se les unió en el camino.
Llegaron a la aldea de la arena, y vieron como Kankuro sufría de mucho dolor por el veneno que le inyectó uno de los Akatsukis.

-Eran dos, y se llevaron a Gaara...- murmuró el chico.

-¿Gaara es Kazekage?- preguntó sorprendido Rin, a lo que Temari respondió.

Dos ancianos entraron a la sala médica por la puerta, y la vieja atacó a Kakashi.

-¡Vas a morir, Colmillo Blanco de Konoha!- gritó encolerizada la anciana, lanzándose hacia el peliplata.

-¡Cálmate, Chiyo!- pidió el viejo, pero no funcionó.

-Creo que le guardas rencor a mi padre...- dijo el Jounin luego de atrapar con una sola mano el golpe de la anciana.

-Ya veo, lamento haberte atacado de repente...- dijo un poco avergonzada Chiyo.

-Bueno, yo me encargaré de curar a Kankuro.- dijo Sakura, preparándose para extraer el veneno.

Para la sorpresa de todos, la Banshee realizó con éxito la operación en unos minutos, y explicó que el veneno era muy potente.

-El que me atacó fue Sasori de la Arena Roja. Es un maestro titiritero renegado de Suna, y la mayoría de los títeres que se venden en esta aldea son creaciones de él...- dijo un poco adolorido Kankuro.

-¿Qué saben del otro?- preguntó Hitomi.

-Sabemos que usaba arcilla explosiva, y que derrotó a Gaara.- dijo Temari.

-Sakura, quédate para curar por completo a Kankuro. Los demás vendrán conmigo...- dijo el peliplata.

-¡Déjame ir contigo!- pidió Temari.

-No, tú debes cuidar la aldea en ausencia de tus dos hermanos.- dijo el anciano.

-Ebizo...- murmuró la rubia.

-Yo iré con ustedes. Sasori es mi nieto, debo corregir sus errores...- dijo Chiyo, y se integró al grupo de Kakashi, Hitomi y Rin.

El Hatake invocó a Pakkun, que rastreó el olor de un trozo de la túnica de Sasori obtenido por Kankuro.
Estaban llegando a la posición de Gaara, pero se encontraron con Kisame Hoshigaki.

-Yo me encargo, ustedes adelántense.- dijo Sasuke, poniéndole una mano en su chokuto.

-¡Nadie pasará de aquí!- aseguró Kisame, empuñando su Samehada y atacando a la vieja Chiyo.

Sasuke se interpuso y desvió el ataque con su espada infundida en rayos, pero se dio cuenta de que su jutsu desapareció.

-Su espada absorbe el chakra...- pensó el azabache, dándole una patada en el estómago al hombre tiburón y mandándolo a volar.

Cuando vio que todos se fueron, Sasuke se relajó un poco: Ahora podía usar todo su poder sin miedo a dañar a sus compañeros.

-Maldito mocoso...- murmuró furioso Kisame, pero su estocada fue esquivada por el azabache.