El Legado del Rayo Amarillo

Capítulo 33: Guerra en Konoha (3° parte)

Naruto comenzó a pelear contra Madara, el cual con solo la mitad de su poder, podía presionar bastante al rubio. Había otro ejército enorme de Zetsus, los cuales se aproximaban bajo el comando de Obito. Rin y Hitomi aparecieron en escena, junto a Killer B, Yugito y Gaara.

-Naruto, ve a derrotar a Tobi y al ejército. Nosotros mantendremos a raya a Madara...- dijo Gaara.

-Confío en ustedes...- dijo Naruto, marchándose.

El rubio llegó hasta el ejército, y luego de unos sellos manuales, realizó un jutsu.

-¡Enton: Kagutsuchi!- dijo el rubio, lanzando una llamarada de fuego negro similar al Amaterasu hacia los Zetsus.

Tobi quiso golpearlo, pero un clon del rubio lo mandó a volar para poder mantenerlo lejos. El rubio se quitó sus prendas superiores, mientras emanaba un gigantesco calor y su marca de la espalda brillaba. Alzó su dedo índice hacia el cielo, creando un sol de considerable tamaño en la punta del dedo.

-¡Sol Cruel!- gritó el rubio, lanzando el ataque hacia el ejército, acabando con todos.

Tobi logró matar al clon y apareció frente a Naruto, el cual se puso en pose de batalla.
Ambos comenzaron a luchar a gran velocidad, pero el rubio había logrado anular la habilidad espacio-tiempo del enmascarado con Fuinjutsu avanzado. De repente, el rubio le dio un fuerte puñetazo en la cara a Tobi, partiendo su máscara y revelando su verdadera identidad.

-No me sorprende, tu habilidad del Mangekyou Sharingan era muy similar a la de Kakashi, y solo tenías un ojo. Obito Uchiha...- dijo el rubio, mientras el pelinegro se levantaba.

-Muy bien hecho, detective, pero no te diste cuenta de algo...- dijo el pelinegro, que señaló hacia atrás de Naruto.

El rubio se volteó, viendo como Madara había derrotado a sus compañeros, y les había arrebatado a sus Bijuus a Killer B, Rin e Hitomi. Naruto los socorrió, salvándoles la vida, aunque los 5 estaban inconscientes. Creó varios clones de sombras para ponerlos a salvo, mientras él se preparaba para enfrentar a Obito y Madara.

Pero para su sorpresa, ambos realizaron una invocación. Cuando el humo se disipó, todos los ninjas vieron una bestia de 10 colas, con un Rinnesharingan en el rostro, y un poder descomunal.

-Han revivido al Jubi...- murmuró asombrado el rubio, aunque sabía que no estaba en el 100% del poder, ya que no habían absorbido a Kurama.

-¡Sométanse ante el poder de la bestia de 10 colas!- exclamó Obito, mientras el Jubi creaba una Bijuudama.

Naruto entró en Modo Chakra, en el Modo Sennin, y proyectó la figura del Kyubi hecha de chakra naranja. La boca del zorro se abrió, creando una Bijuudama infundida en Senjutsu. Ambos bandos lanzaron su ataque, los cuales colisionaron y estallaron, creando una gigantesca explosión de luz. De repente, varios pilares de madera cayeron del cielo, encerrando e inmovilizando a la bestia. Kabuto Yakushi se había pasado para el bando de Konoha, y utilizó el Edo Tensei para revivir a los 4 Hokages.

-Has crecido muchísimo, Naruto...- dijo Hiruzen.

-Mira lo grande que estás... Kushina estaría orgullosa...- dijo sonriente Minato.

-Padre...- murmuró el rubio.

-¡Yo me encargo de Madara, ustedes ocúpense de Obito!- dijo Hashirama, el cual se marchó junto a Madara hacia un lugar más alejado.

El gran combate inició, pero Naruto decidió descansar, mientras Sakura y Tsunade lo curaban y le restauraban el Chakra.
Los Hokages estaban poniendo en apuros a Obito, que a pesar de poder volver a usar su Mangekyou Sharingan, su fuerza no equiparaba a la de los Hokages. De repente, Minato apareció en frente suyo y le dio un corte en el pecho, que lo hizo caer al suelo.

-La marca del Hiraishin nunca desaparece. Fuiste tú el que atacó la aldea hace 17 años...- dijo Minato muy triste.

De repente, el obito que estaba ahí desapareció, y el Jubi empezó a ser tragado por un vórtice en forma se remolino. Quedó como resultado una esfera color gris, la cual se resquebrajó y estalló, liberando una fuerte luz. Al disiparse la luz, se podía ver a Obito algo cambiado, con el Sharingan en el ojo derecho y el Rinnegan en el izquierdo, con la tez grisácea y con algunas escamas en su cuerpo. En su espalda tenía 9 magatamas y un símbolo en forma de remolino, y dos pequeños cuernos en su frente.

-Se volvió el Jinchuriki del Jubi...- murmuró Naruto, el cual ya había sido curado.

Obito paralizó a los tres Hokages con unas varas metálicas, que también impedían la regeneración del Edo Tensei. Naruto empezó a combatir contra él, pero su poder era inmensamente superior.

Obito invocó el Shinjuu, mientras la noche se había presente, y la luna se volvía roja. Naruto casi fue absorbido por el árbol, pero Hiruzen y Tobirama lo salvaron y lo sacaron de ahí.

Cuando estaba a punto de usar su último recurso, Naruto vio como Sasuke llegaba al terreno de pelea, con el Mangekyou Sharingan Eterno activado. Ambos pelearían lado a lado contra el Jinchuriki del Jubi.

Obito era demasiado fuerte, y Naruto había gastado muchísima energía a lo largo de la guerra como para usar sus transformaciones más poderosas. Se dio cuenta de que solo el Senjutsu dañaba a Obito, y le advirtió de eso a Sasuke.

-¡Juugo!- llamó Sasuke, y el pelinaranja acudió.

El azabache usó el Susanoo, quedando en la frente del samurái de Chakra junto al pelinaranja, y le pidió a Juugo que libere el poder de su marca maldita. Dicha marca le había sido colocada por Orochimaru, y su habilidad era absorber la energía natural del ambiente automáticamente. El Susanoo fue rodeado por unas marcas negras, mientras que Naruto usaba el Modo Chakra de Kurama y el Senjutsu de Nemea.

Naruto y Sasuke estaban siendo derrotados, pero decidieron unir fuerzas por completo. El Kyubi de Chakra fue rodeado por la armadura del Susanoo y obtuvo sus Katanas, aumentando drásticamente el poder de ambos. Juugo salió del Susanoo, dejando que ellos dos se encarguen de lo demás.

Mientras tanto, Hashirama y Madara estaban luchando algo alejados de la devastada Konoha, y Madara parecía estar por delante. Pero lo que nadie sabía, es que la guerra estaba lejos de terminarse.