Aspen:
Vomito una vez más dentro del inodoro mientras mamá me coge el cabello, me limpio los labios y siento mi estómago gruñir, coloco mi mano sobre mi vientre y gimo por el dolor en mi garganta.
—¿Ya pasó?. —Me pregunta mamá.
Alcanzo solo a asentir, no deseo hablar y la cabeza me da vueltas.
Aprieto con suavidad mi vientre al ponerme de pie. —Me está provocando muchas nauseas.
—Se lo que estás pensando, pero no es nada de qué preocuparse, cielo. —Me asegura. — Yo vomitaba mucho cuando estaba embarazada de ti.
—Entonces me has pasado tus síntomas.
Suspiro y mamá sonríe, acaricio mi barriguita, está más grande debido a estas semanas, en unos días cumplo cinco meses y he empezado a vomitar frecuente desde la semana pasada, además mis antojos han crecido y mis ganas de dormir también.
Bastian ha asistido conmigo a cada uno de las consultas con el médico, pero no hemos pasado más que comportarnos como dos padres preocupados.
Aun veo en su rostro y sus ojos, lo difícil que es estar separados, pero no he dado el paso, ni el tampoco, así que podríamos calificar lo nuestro solo como un acuerdo de padres.
Además, no quiero arruinar lo que tenemos ahora, hemos pasado de enamorados a ser "Una amistad", estamos bien así, no quiero arruinarlo con una tonta decisión.
Después de salir del baño y mientras le ayudo a preparar la comida a mamá, me llegan mensajes del ogro.
"¿Estas mejor? Tu madre dijo que vomitaste"
Bastian consiguió el número de mamá, según el para estar más pendiente de mi salud y de la del bebé.
"Estoy mejor". —Respondo y le envió una foto de una lata de conservas, de la cual voy a abrir para comer los duraznos.
—Cariño, la comida ya va a estar lista.
—Culpa a tu nietito o nietita, no quiere esperar.
Mi estómago suena y se supone que él bebe empieza a moverse a partir de la semana 16, pero puedo afirmar que he sentido sus movimientos desde mucho antes, es solo un burbujeo pequeño, pero es la sensación más maravillosa y agradable, me llena de paz y me hace saber que está ahí conmigo, aun en los momentos difíciles.
Observo el calendario pegado en la puerta de la nevera.
Todo indica que mi bebé será prematuro y cuantos más meses tenga a la hora de nacer habrá muchas más prodigalidades de que sobreviva.
Acaricio mi vientre con una sensación de dolor en el pecho.
"Vamos bien, bebé"
Por favor, solo crece en un poquito más.
Solo un poco más.
Siento mis ojos arder, pero me limpio las lágrimas tratando que mamá no las distinga, no quiero hacerla llorar a ella también.
Dejo la conserva de duraznos y me vuelvo hacia mamá. —Déjame ayudarte.
— ¿Segura?. — Se gira a ver la lata de conserva que deje sobre la mesa. —Creí que mi nietito o nietita no podía esperar.
Arrugo la nariz. —Él o ella quiere esperar.
La noche del viernes en el trabajo me quedo hasta tarde y hasta que solo Bastian y yo nos quedamos en la oficina, cojo lo que traje conmigo esta mañana y toco la puerta de su oficina, pidiendo permiso de entrar.
— Adelante. —Su voz cansada me preocupa.
Cojo el pomo de la puerta e ingreso con el sobre en la mano, Bastian está sentado en su escritorio, con la mirada en la laptop, la última publicidad de la que me encargue y me salió mal, al menos para mí, Laurent y los chicos lograron rescatarla, por ello nos pidieron realizar dos diseños más que se presentaran el día lunes.
Bastian ha estado atareado en la oficina y se le nota en la cara, sus ojos lucen más cansados y debe ser la segunda noche que se queda aquí.
— ¿Ya te vas?. — Me pregunta, es lo que hago antes de irme, avisarle.
Me lleva a casa, aunque estos días que está ocupado con la campaña, me ha pedido taxis, le llamaba cuando llegaba a casa para despreocuparlo.
Él pone sus ojos cansados en mí, coge su teléfono. —¿Te pido un taxi?
Niego. —Lauren esta en los servicios, así que la esperare para irme con ella.
Bastian deja el teléfono.
—Esta bien, solo avísame cuando llegues.
Asiento despacio y me acerco hasta estar justo en el espacio que nos separa su escritorio.
—Esta semana tengo otra consulta. — Empiezo y Bastian deja toda su atención en el trabajo para ponerla en mí. —Y podremos saber el sexo.
Tengo fe que sera así.
Debido a la posición, nuestro bebé se a negado a mostrarnos que sera en dos ocaciones, aunque ninguno contuvo la emoción al ver lo formado que ya este ultimo ultrasonido, esperemos que esta vez si nos deje ver que hay entre sus piernitas.
Además, el doctor dice que ya a los cinco meses es mucho más claro la ecografia.
Sus ojos se iluminan, como si mi noticia le recuperar del cansancio que tiene. —¿La tercera es la vencida, no?
— Si. — Le aseguro.—Lo es.
Él sonríe despacio. — No puedo esperar.
Yo tampoco.
Él se mantiene callado y antes de volvernos incómodos, le extiendo el sobre, Bastian lo recibe y lo ojea confundido.
—¿Qué es esto?
Trago saliva y respondo. —Es mi carta de renuncia, Señor Ivanok.
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Contra Todo Pronostico (#10 Saga Bebé)
ChickLitAspen Young quebranto sus propias reglas al cometer el error de dormir con su jefe y las consecuencias de esa noche no solo despertarán los deseos escondidos que ambos se tienen y que hasta el momento ignoraban tener. Ahora.. Bastian se niega a sol...