#2 Comida rápida

44.4K 2.8K 577
                                    

*Bastian en multimedia*

Aspen: 

Después de darle un rodillazo en las bolas y salir huyendo de la oficina, creo que probablemente es hora de que empiece a buscar otro trabajo.

Al menos antes de darle el gusto de que me despida.

Lo que queda del día hago correctamente mi trabajo y ayudo a Harvey con un problema, no tengo ningún rastro de Bastian Ivanok ni cuando culmino mis labores y me despido de mis compañeros para ir directo a casa.

Sin embargo, era demasiado pronto para cantar victoria.

—Puedo denunciarte por acoso... ¿Lo sabias?. —Digo mirando al Jeep Compass color negro que me sigue a paso lento toda mi caminata a casa y con la ventana baja dándome la imagen del ogro.

—Hablamos de tu de nuevo.

—Estoy hablando en serio, señor.

—Vamos de nuevo con las formalidades.

Me detengo y el hace lo mismo.

Una estúpida sonrisa cruza sus labios. —Aunque estoy dispuesto a arriesgarme.

—Yo no.

Sigo mi camino y aunque me sigue y hay silencio, eso no tarda en romperse.

— Estoy tratando de disculparme contigo.

— ¿En serio, señor? No he escuchado la palabra "Lo siento" "Oh lo lamento" desde que empezó a seguirme.

— Aspen..

— Señorita Young.

—Ya, formalidades de nuevo.

—No sería raro para usted, después de todo es como se habla con el tipo de personas que frecuenta.

Helga para ser precisa.

Aunque eso no me importa, solo establezco un punto.

Lo escucho suspirar. —Fui directo, lo sé.

— Ajamp.

—Lamento que mi honestidad te afectara.

¿Honestidad?

—Pero es la verdad. Quiero otra noche contigo, Aspen.

—Sigue queriendo.

—No creí que fueras tan complicada.

—Lamento si no soy de las que les invitas una copa y caen rendidas a tus pies.

¿Irónico no?

Porque eso hiciste exactamente.

— No digas nada. — Amenazo al ver su cara, él ha pensado exactamente lo mismo.—Lamento decepcionarte, Bastian Ivanok, lamento no ser las chicas que con unas palabras bonitas o un guiño ya están bajo tus pies o las que con solo verte les tiemblan las piernas o dejan caer sus bragas, pues te tengo una noticia, amigo, las mías están muy bien puestas.

—¿Estas diciéndome que si hago temblar tus piernas?

Me sonrojo.

Su sonrisa crece.— ¿Estas celándome, señorita Young.?

—Claro que no.

El sonríe y mantiene la mirada en la carretera.

— ¿Cuánto más vas a caminar?

— Hasta que desaparezcas tal vez.

— No voy a desaparecer, he venido a ser un caballero y llevarte a casa.

Contra Todo Pronostico (#10 Saga Bebé)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora