Contra Todo Pronostico (#10 Saga Bebé)

#17 Un Secuestro por amor

Aspen:

—¿Cómo estuvo tu viaje a casa con Holmes?

—¿Cómo estuvo tu cena con Helga?. —Contrataco sin apartar los ojos de mi computadora y de mis diseños.

No puede ser que después de darme una mirada de desprecio durante todo el día, lo primero que tenga que decirme cuando se acerca a mi sea eso.

Una sonrisa ilumina sus labios. —¿Estas celándome, rubia?

Rubia..

¿Cuándo será que dejaran de temblar mis piernas cuando escuche ese apodo?

—¿A pasado algo?. —Me interroga, su voz cambia un poco. —Si se ha pasado contigo..

— No ha pasado nada, Bastian y no es como si tuviera que ver contigo.

Mis palabras lo enfadan. — Tienes que ver conmigo, eres una trabajadora mía, solo velo por tu seguridad.

¿Después de todo estos meses trabajando para el enserio le interesa seguir el protocolo?

— Además estas embarazada.

—Se cuidarme sola.

—Eso no me importa, Aspen.

Frunzo el ceño y su mirada se transforma.

—Ayer me hiciste saber que no deseas retomar lo nuestro.

¿A qué viene eso ahora?

—He estado dispuesto a recuperarte, Aspen.. — Insiste y mi corazón se acelera. — No iba a darme por vencido, pero tú has puesto fin a nosotros, así que aceptare mi derrota.

Lo observo con sorpresa.

¿Realmente Bastian ha aceptado dejarme ir?

Un malestar se apodera de mi pecho.

—Sin embargo ese hijo es mio.

—¿Y qué con eso?. —No veo sentido a que lo mencione, sabe que no le negaría su derecho.

—¿Qué? Que Mientras lleves a mi hijo, yo voy a hacerme cargo de ti y por lo tanto vas a hacer lo que yo te diga al pie de la letra.

Mi boca cae.

—De lo contrario, deberíamos empezar a hacer los trámites.

—¿Tramites?

—De la custodia.

Mi pecho se aprieta. —Bastian..

—Lo normal y perfecto para ambos es que sea custodia compartida, pero..

— ¿Pero?. — Cojo la palabra antes de que acabe, tengo miedo a donde va todo esto. — ¿Pero qué, Bastian?

—Digamos que soy el más apto para cuidar a nuestro hijo.

Mis ojos se abren. —Bastian..

Sus ojos fríos me congelan el cuerpo.

—Y si tu no estás de acuerdo, entonces..

—Bastian, te estás pasando.

El no responde y mi pecho duele.

¿Realmente pretende hacerlo?

¿Quitarme a mi bebé?

—No quiero que lo veas.

Mis ojos se abren. —¿Qué?

Bastian aprieta la mandíbula.—No quiero que veas a Holmes.

—Tú no me ordenas, Bastian.

Creo que he cometido y sentenciado mi propia muerte al soltar las palabras, pero Bastian solo me hace un gesto.