Aspen:
No creí que mi corazón podía doler más de lo que ya me duele hasta que lo tuve frente a mí, hasta que lo enfrente.
Y las palabras de Helga Robinson se repetían en mi cabeza mientras la decepción se expandía en mi pecho.
—Aspen, Déjame explicarte por favor.
Sus ojos llenos de ruegos me confirman algo que ya se y no quiero hacer esto, no quiero quedarme a escuchar las disculpas y todo lo demás, tengo una imagen clara de lo que va a pasar, vamos a discutir, el tratara de explicarme, llorare y el final será el mismo.
No quiero eso.
No quiero pasar por todo esto.
—Por favor, Rubia. —Intenta tomarme del brazo, pero lo aparto rechazando su agarre.
El dolor en los ojos de Bastian ante mi estimulo resulta demasiado claro, pero ni verlo dolido ablanda mi furioso y golpeado corazón.
—Vete de mi casa.
Intento cerrar la puerta, el la detiene y la abre.
—Por favor, tenemos que hablar.
—No quiero hacer esto.
— Aspen..
—No quiero oírte, Bastian. No quiero escuchar nada de lo que tengas que decir.
Ignorándome responde. —Realmente quiero casarme contigo.
Las palabras me llenan de enfado.
—Quiero casarme contigo, Rubia.
— ¿Y a qué costo, no?. —Suelto con burla.
—No es como piensas. — Lo observo tragar, como si buscara ir con cuidado antes de continuar. —De acuerdo, es verdad.. Mi padre me dio una sola condición para poner la empresa a mi nombre.
—Casándote conmigo. —Digo por él. —¿Y cómo te salió? ¿Te has divertido?¿Te ha divertido al jugar conmigo, Bastian?
—Jamás jugaría contigo, Aspen.. esa era la condición y te la oculte porque tuve miedo que al decírtelo no me lo creyeras. Que darías por hecho que insistía con la boda porque quería asegurarme la empresa.
—Por favor. — Pronuncio cansada de todo esto. — ¿Vas a decirme que no lo consideraste ni siquiera un minuto? ¿En serio vas a negármelo?
El cierra la boca y el dolor me aprieta el pecho.
—Si lo hiciste.
—Aspen..
No quiero seguir oyendo.
—Lo pensé al principio, si, llegaste y me volviste loco justo cuando mi padre ya me había puesto esa condición, me organizo citas, pero tú..
—Fui tu boleto de lotería ¿No?
Su manzana de adán se contrae cuando traga saliva, sus ojos tiemblan y me miran profundamente.
—No he mentido respecto a mis sentimientos, Rubia. — Me insiste. —Quiero casarme contigo porque así lo quiero yo.
Demasiado tarde.
Él ya ha puesto la duda en mí y juro que busco una solución, busco la manera de creerle, pero no la hallo, no hay nada que me demuestre que quiere casarse conmigo solo porque tiene sentimientos por mí y no por algo más.
Todos los caminos me llevan solo a uno.
Soy su pase libre, eso es lo único que se ahora.
—Nunca desee casarme con ninguna mujer y llegaste tú, sin importar la condiciones, las olvide por completo cuando empezamos a salir.
Mi vista comienza a arder.
—Quiero esta vida contigo y fui un estúpido al ocultarlo por miedo..
—¿Por miedo? Por favor, Bastian, por miedo es la excusa más usada y estúpida que puedes darme. — Mis palabras lo dejan sin habla. — Usas el miedo para justificarte y aun si es verdad, solo me demuestras lo lejos que estamos de ser una pareja.
—Eso no es ..
—No confías en mí y no te he dado ningún motivo para que desconfíes.. — Digo llena de decepción. —¿Cómo puedes esperar que me case contigo de esa forma?
Lo dejo sin respuesta, camino hacia la puerta y antes de echarme a chillar, le pido que se vaya una vez más, sin embargo no logro abrirla porque su voz me detiene.
—Te quiero.
Mis rodillas tiemblan y por un instante creo que perderé el equilibrio.
—Te quiero, Rubia.
Me vuelvo hacia él, para enfrentarlo una última vez.
—¿Me quieres?. — Pronuncio y una sonrisa de burla se me escapa, niego con la cabeza. —Después de esto, ahora nada de lo que dices para mi suena a verdad, Bastian.
— Pero es la verdad, estoy enamorado de ti.
Estoy enamorado de ti.
Las lagrimas llenan mis ojos, con un horrible nudo respondo.— No es justo que me lo digas ahora.
—No solo lo he dicho ahora, Aspen, lo hago cada vez que estamos juntos. — Me hace ver y sus palabras suenan tan sinceras que mi corazón vacila solo un instante, pero no puedo, porque yo actualmente soy quien no confía en él y es Bastian quien me ha dado los motivos suficientes para no hacerlo. —Lo hago cada vez que te beso, cada vez que mis manos tocan tu cuerpo y cada vez que te hago el amor.
Solo escucho.
—Estoy perdidamente enamorado de ti, rubia, tienes que creerme por favor. — Me ruega. — Aspen..
— No puedo.. — Cierro mis ojos y los abro unos segundos después. — No puedo creerte . — Mi actitud cambia y se vuelve más fuerte. —Y no voy a casarme contigo.
—Rubia, por favor..
He ido en contra de mis propios principios para dar este paso, iba a casarme con el e iba a dejar atrás mis malos pensamientos acerca de las ideas que tenia sobre un matrimonio.
Quería ser su compañera.
Quería ser quien tomara su mano en las situaciones difíciles y quería reír junto a el.
Deseaba tanto que sea mi hombro en el que llorar y mi almohada que abrazar cada noche, yo realmente quería mucho esa vida.
Y cuando finalmente decidí tomarla..
¿Por qué tuvo que pasar esto?
¿Por qué tuvo que pasarme esto?
—No voy a tener ninguna relación contigo más allá de padres.
Cada palabra me parte el corazón porque he querido serlo, he querido ser cada una de esas importantes cosas para él y juro que puedo oír el corazón de Bastian romperse y no es solo eso, su expresión me dice lo mismo y aun así , yo no paro.
Porque lo que él y yo somos y lo que pudimos ser, ahora solo será un recuerdo más.
—No voy a ser tu novia, ni tú esposa, ni tu amor, Bastian. —Menciono sin arrepentimientos.—A partir de ahora, no voy a ser nada tuyo.
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Contra Todo Pronostico (#10 Saga Bebé)
Chick-LitAspen Young quebranto sus propias reglas al cometer el error de dormir con su jefe y las consecuencias de esa noche no solo despertarán los deseos escondidos que ambos se tienen y que hasta el momento ignoraban tener. Ahora.. Bastian se niega a sol...