1. Devuelta en casa

100 9 0
                                    

Recosté mi cabeza sobre el respaldo del sillón de la sala de mis padres.
Había venido a visitarlos ya que el trabajo que había conseguido en Londres no me había durado mucho, y aún estaba en proceso de conseguir una disquera, pero no podía darme el lujo de quedarme en la ciudad, ya no me alcanzaba para la renta. Tendría que quedarme unos días aquí hasta conseguir de nuevo un poco de dinero.

A penas llevaba dos días en casa, y sabía que mis padres jamás me dirían que me fuera si yo no sentía que fuera necesario, pero también creía que ellos pensaban que me estaba yendo muy mal con eso de mi carrera musical, y seguramente me preguntarían sobre mis "progresos" en cuanto tengan la primera oportunidad. 

La verdad era que no estaba teniendo nada de suerte, le presenté algunos discos a algunas disqueras pero ninguna me volvió a llamar, y si lo hacían era para decirme que no querían trabajar conmigo, eso era suficiente para bajarme el ánimo, pero no para quitarme la esperanza.
El último EP que llevé a una disquera había sido hace un par de semanas, y cómo no me habían llamado tampoco sabía que ya no lo harían después.

Miré el techo con algo de decepción.

Me gusta visitar a mis papás, pero me habría gustado hacerlo en otras circunstancias, poder decirles que por fin me voy a dedicar a la música y que seré exitoso. Por el momento nada de eso iba a pasar.

Escuché a mamá hablar con Matthew, y decirle que lo esperábamos para comer. Yo ya estaba hambriento, no quería esperarlo, pero si mamá lo dijo se iba a cumplir, siempre había sido así.

Me paré del sillón y caminé a la cocina para ver qué era lo que se estaba cocinando en la estufa.

—¿Ya te sientes mejor Chris?

—Mmm... Sí.

En la mañana le había dicho a mamá que me dolía la cabeza para así poderme quedar dormido otro rato. Desde que era niño, si le decía a mamá que me sentía mal, por más mínimo que fuera nos dejaba dormir más, incluso no íbamos a la escuela. Y se seguía mantenimiento así hasta el día de hoy.

—¿Eso es carne con papas?— pregunté.

—Sí, solo me falta terminar la ensalada y todo estará listo, Matthew va a venir, y tú padre llega en unos quince minutos, pasó al súper por un vino ¿Puedes poner los platos por favor?

—Claro que sí.

Seguro que papá tenía algo que decirme a mí, o a Matthew. Normalmente tomamos agua simple o cerveza en las comidas, pero cuando papá trae vino significa que tiene que decir algo importante.
Espero que no quiera convencerme de ir a la universidad de nuevo.

El día estaba excesivamente tranquilo, nadie había tocado la puerta, tampoco habían llamado a la casa, mamá se la había pasado leyendo en el estudio hasta que bajó a preparar la comida. No había ruido en la casa, los gatos estaban dormidos y lo único que sonaba era el reloj de la pared.
Debería aprovechar esta tranquilidad para escribir un poco, pero mi lado perezoso se estaba revelando más de lo normal, además ¿De qué podría escribir? ¿De lo mal que me estaba yendo ahora? Sería una canción tan deprimente que ni yo la escucharía.

Sobre las dos de la tarde se escuchó la puerta de la entrada, supe al instante que era Matt porque mamá dijo desde de la cocina ¡Oh querido! Ella siempre ha tenido una manera especial de llamarnos, yo por ejemplo, para ella sigo siendo "El niño pequeño de la familia" a pesar de tener ya veinte años.

—¡Edward! Hermanito— escuché la voz de mi hermano a mis espaldas— Esta es una verdadera sorpresa.

—A mi también me alegra verte— admití y dejé que me diera uno de sus abrazos que te pueden sofocar hasta el alma, pero que de alguna manera te reconfortan.

Put it all on me [Ed Sheeran] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora