23. Enredos en el baile

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La ceremonia por fin termina, somos los primeros en salir, aún no nos queríamos encontrar a Rachel ni a su, ahora, esposo, caminamos hasta el castillo en donde ya estaba toda la gente que no fue a la misa. Pudimos haber estado aquí también, si no hubiera sido por Lizzy y sus ideas de que necesitábamos ir, lo peor es que ni pusimos atención, pero supongo que dios sabe que no teníamos realmente la intención desde un inicio.

Nos ponemos detrás de otras personas para dejar pasar a los recién casados. Después ya dejan que los demás entren mientras van entregando las invitaciones.

Rowan vuelve a agarrar mi brazo. Parecía abrumada con tanta gente a su alrededor. Toco su mano en un signo de que todo va a estar bien, ella parece notarlo y me sonríe.

En poco tiempo estamos delante de la puerta. Extiendo mi invitación al hombre que las recibe. Nos sentamos en la mesa número doce, que era la que estaba escrita en la invitación. Había una pareja y otro muchacho sentados platicando, no los conocíamos, obviamente, así que nos limitamos a saludar.

–Me sorprende lo sobrio de la recepción cuando el vestido de la novia brilla más que el sol– comenta Rowan por lo bajo.

–Lo sé, yo también esperaba algo más extravagante.

Todo se veía bien a decir verdad, las mesas con los manteles blancos, centros de mesa con rosas blancas y rojas, las sillas con listones ligeramente dorados. La mesa con el pastel muy simple pero lindo, algunas otras mesas con algunos bocadillos. Sinceramente creí que Rachel iba a hacer algo más grande, pero no.

Hablamos por un rato, hasta que vi a una pequeña niña rubia sentándose en la silla a lado de Rowan. Me miró por un instante como si analizara mi cara, y yo también.

–¿Eres el hermano de Lizzy?– habla la pequeña y es cuando recuerdo de dónde me parece familiar.

–¿Holly?– le pregunto y ella asiente.

–¡Sí eres el hermano de Lizzy! Aunque era obvio, podría reconocer tu cabello en donde fuera. ¿Lizzy está contigo?–  voltea a todos lados para asegurarse de que su mejor amiga no anda por ahí. Tiene el mismo tono de entusiasmo que Lizzy cuando quiere saber algo.

–No está conmigo, se quedó en su casa– inmediatamente hace un puchero, no puedo creer lo similares que son en las expresiones.

Casi al instante aparece su hermana mayor, Clarisse, con un vestido negro que se ciñe a su cuerpo a la perfección. Su cabello dorado está alaciado a la perfección, se mira con mucha seguridad que hasta me intimida.

–Holly, te dije que me esperaras en la puerta del baño– le dijo sin notar nuestra presencia en la mesa, pero al ver que su hermana mira hacia hacia nuestra dirección ella lo hace también y una sonrisa se dibuja en su rostro.

–No puedo creerlo ¡Edward!– dice emocionada.

Se acerca a mi silla y me tengo que parar para saludarla bien, me abraza como si fuéramos amigos de toda la vida.

–Esto es tan raro, de todos los lugares ¿De qué parte vienes?

–De parte de la novia.

–Nosotros también– dice emocionada, voltea a ver a los señores que están del otro lado de la mesa y que la miran como si esperaran una explicación– Oh, perdón– se disculpa al aire y sin previo aviso me toma de la mano y me jala.

Le lanzo una rápida mirada a Rowan, quien parece que se divierte con la escena.

–Mamá, papá, él es Edward, no lo conocen, pero es un amigo cercano a la familia de Lizzy.

Put it all on me [Ed Sheeran] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora