5. El bonsái de cerezo

29 8 1
                                    

El martes llegó con rapidez.

El bonsái de cerezo parecía algo triste a pesar de que lo había regado el tiempo que la chica del vivero me había indicado. Para este punto me preocupaba que se muriera en menos de una semana.

Mientras tomaba café escuché la puerta de Rowan abrirse. Ahora casi todos los días sale a esta hora de la mañana, y siempre va a al mismo lado, con la anciana del jardín bonito.
Sigo sin saber exactamente para qué, la seguí un par de veces pero es la misma rutina, y así no tenía demasiado chiste estar detrás de ella.

Me cambié la pijama y me puse los lentes recordando lo que había dicho mi madre "Te dan un aspecto más formal".

Salí del lugar encontrándome a Stella en la planta baja, hablando con Coddie, o más bien gritándole.

—Dios mío Coddie, no haces nada bien, o empiezas a seguir mis órdenes o me veré obligada a despedirte.

Jamás había visto a Stella gritarle a Coddie, ella parecía no importarle la manera en que él se comportaba, como si estuviera acostumbrada.

Ella no me notó, pues salió al jardín, así que aproveché para alejarme de ese momento de tensión que de sentía en la estancia.

Abroché mi chamarra cuando el aire frío se empezó a colar por el cierre. Normalmente me habría puesto un hoodie, pero como voy a ver a Darcey tengo que mostrar un poco más de decoro. No es algo que haga seguido, prefiero estar cómodo todo lo que sea posible.

Llegué a la colonia más rápido de lo que había esperado, teniendo en cuenta que los taxis a veces se van lento, pero pronto estuve enfrente tanto de mi casa como la de la familia Quinn.
Darcey estaba en el jardín, regando las plantas y barriendo las hojas que caían de un árbol cercano.

—Muy buenos días Darcey— saludé cuando estuve lo suficientemente cerca.

Ví como dio un pequeño respingo por la impresión, ya que no me había visto porque ella estaba de espaldas, pero en cuanto me miró su cara de susto se transformó en una sonrisa.

—¡Oh Ed! Hola ¿Cómo estás?

No dejo que contestara cuando ya me estaba abrazando con euforia, mucho más que las primeras veces.

—Oh, lo siento, creo que te ensucié un poco, he estado aquí desde temprano porque tengo que abonar las rosas cada cierto tiempo.

—No te preocupes ¿Tú cómo estás? ¿Todo está yendo bien?

—Sí, mucho mejor desde que tú estás aquí— eso me hizo sentir terrible por la tan poca información que le traía— Pero bueno, pasa, tengo té y galletas en la sala.

Ambos entramos y el olor a pan recién horneado me invadió, me hacía sentir hambre a pesar de haber desayunado.
Darcey fue a la cocina y yo me dirigí a la sala, en donde no sólo había galletas y té, también había un pastel y una charola con roles de canela.
Dios mío, y todo se veía demasiado delicioso.

—Perdón— dijo cuando entró a la sala— Cuando estoy ansiosa horneo demasiado, tengo otro pastel el horno.

—Ya veo...

—Pero come, llévate la mitad del pastel si quieres, o llévate todo, no sé porque hago tanto si Roger no come y yo como muy poco. La única que se terminaba todos los postres que hacía era Rowan— eso me hace pensar en que ella es de buen comer, pero a pesar de eso está está muy delgada.

Tomé uno de los roles de canela mientras Darcey me servía el té en la taza de porcelana.

—Empecemos entonces— me sonrió y espero a que yo hablara primero.

Put it all on me [Ed Sheeran] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora