6. Otro golpe de la vida

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Otra semana había pasado y ahora Rowan no había salido para nada, ni siquiera para ver a la anciana del jardín bonito.
No entendía porque una semana salía y la otra no, además ahora no tenía excusa alguna para hablarle.

Por otro lado había estado haciendo lo que ella me había dicho con el bonsái. Y ahora estaba más bonito que nunca. Sus flores rosas abrieron y su olor era muy dulce.
Me transmitía mucha paz de alguna manera. Sentía que las cosas saldrían bien, sólo tenía que esperar a que ella volviera a salir, por qué eso de tocar de nuevo la puerta ya no me parecía muy convincente, a menos que tuviera una estrategia bien planeada, como la de la planta.

Salí a caminar a lo largo de la avenida que estaba a lado de un campo en donde había algunas vacas, después de verlas comer paso por media hora, decidí que era buen momento para ver a mi mamá, aunque en realidad siempre era buen momento. Papá seguramente estaba en el trabajo, y ella normalmente a esta hora hace la comida.

No tardé mucho en llegar.
Ver la casa hace que me transporte  directamente a mi infancia con Matthew y mis primos.

Uno de los gatos estaba afuera, en cuanto me vió restregó su pelaje contra mi pantalón, lo cargué y acaricié, lo que pareció agradable. Lo llevé conmigo hasta la entrada de la casa. No pasaron más de tres minutos cuando mamá ya estaba afuera recibiéndome con calurosos abrazos y besos en la mejilla.

—Mi pequeño Chris— dijo en tono melancólico.

—Mamá, nos vimos hace menos de dos semanas ¿Porqué me abrazas como si no nos hubiéramos visto en tres años?

—Porque para mí eso es una eternidad. Imagínate cuando te vas por un año. No hay momento en que no te extrañe mi niño.

La abracé de nuevo. Sabía que me extrañaba, pero tampoco creí que fuera para tanto, su amor es demasiado grande.

Entramos a la casa y efectivamente estaba haciendo la comida. Tenía dos sartenes en la lumbre.

—¿Te quedarás a comer?

—No creo ma, tengo una clase de guitarra que dar a las cinco de la tarde.

—¿Estás dando clases de guitarra?— preguntó con una enorme sonrisa en su rostro.

—Apenas empiezo hoy, le voy a dar clases a una niña del edificio— en realidad íbamos a iniciar la semana anterior, pero Phoebe castigó a Lizzy por sacar malas calificaciones en matemáticas.

—Eso es bueno, ahora tienes un ingreso extra.

—En realidad no estoy cobrando nada— en cuanto dije eso se me quedó viendo con confusión— Es que la niña me lo pidió, y su mamá no tiene dinero para pagarme, pero se ve que realmente quiere aprender, así que le dije que no importaba si no me pagaba.

Entonces vuelve a sonreír y sigue con lo suyo.

—Tienes un gran corazón— dice por lo bajo.

Mamá hace limonada, me sirvo un par de veces ya que sabe muy bien.

Después de una hora subo a mi cuarto a buscar partituras de melodías fáciles y un ukulele que guardé en mi closet porque casi no lo usaba, la guitarra se adaptó más fácil a mí.

Encontré el instrumento justo en donde lo había dejado.
En uno de los cajones de mi escritorio estaban las partituras que usaba cuando tenía diez.
Mis padres y en general la familia nos impulsaron a tocar instrumentos, porque según agilizaba la mente y esas cosas, gracias a eso aprendí a tocar no solamente la guitarra, también un poco de piano, violín, chelo, batería y un par más.
Nunca fui bueno en la escuela, siempre supe que la música era a lo que me quería dedicar pues era en lo que mejor me desenvolvía. Pero ahora cada vez lo dudaba más ¿Realmente estaba hecho para ésto?

Put it all on me [Ed Sheeran] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora