Y ahí estaba, de nuevo maravillado por el fantástico roce de sus labios sobre los míos. Sentía que no estaba bien, pero los casi imperceptibles jadeos de Newt eran una melodía que causaban adicción en todo mi ser. Sus dedos jalando mi cabello café y la ferocidad con la que muerde mis labios me fascina. Sabía que no estaba bien que estuviéramos así escondidos en el cuarto de conserjería, pero se sentía como el bendito paraíso.
—Newt.—dije entre besos, tratando de apartarme de su necesitado cuerpo.
Éste gruñó e ignoró lo que le dije para volver a atacar mi boca ardientemente.
—Cierra... la jodida... boca, Tommy.—jadeó, cuando me aparté de nuevo.
Sabía que estaba desesperado, cada fibra de su ser me pedía a gritos ser tocado; sin piedad, pasional, salvaje. Pero no podía dejar de pensar en todo lo que había ocurrido días pasados, y me refiero a la hiriente indiferencia hacia mí, como si... no existiera.
—¿Qué te pasa? ¿Por qué demonios te comportas así conmigo?
Él suspiró, supe que algo intentaba de procesar en su mente, tratando de desenredar la maraña de pensamientos que cargaba en esa brillante cabeza de súper dotado que siempre ingeniaba cosas increíbles; aunque ahora se comportara como un idiota que no sabe qué hacer con su vida.
—No tengo idea de qué garlopas hablas.—me miró.
Grave error, en sus ojos pude leer perfectamente la mentira en su interior. Y no sabía si sentirme orgulloso por conocerlo mejor que la palma de mi mano u ofendido porque Newt creyera que no sería capaz de descubrir su farsa. Newt no estaba siendo honesto conmigo.
Este no es el chico que yo conozco, es otro completamente desconocido.
—Okay, entonces platícame... ¿Acaso puedes decirme la última vez que nos vimos?—reí irónicamente cuando el rubio desvió la mirada de mí, era obvio que ni siquiera sabía eso, porque ha pasado tanto tiempo desde ese último momento.—Sí, seguro que no lo recuerdas. Porque en ese entonces eras verdaderamente tú.
—Lo siento. Yo no...—balbuceó, pero interrumpí su falta de genuinidad.
—No quiero escucharte si no eres honesto, simplemente estoy cansado. ¿Qué te está pasando? ¿No confías en mí?
Newt volvió su vista hacia mí, una chispa de duda relució en sus bellos ojos marrón. Frunció el ceño e intentó proferir alguna palabra, siendo una intención fallida. Estaba mudo, como yo.
—Tengo que irme.—dijo bruscamente y se dispuso a arreglar su ropa alborotada. Yo no sabía qué hacer, estaba paralizado y mi boca no atendía las órdenes que le mandaba.—Adiós, Thomas.
|*|*|*|
—¿Teresa se te hace linda, Tommy?—sonrió Newt apoyando su cabeza en la palma de su mano, dándole un sorbo a su té de manzanilla. Estaba divertidísimo con los coqueteos nada discretos que la chica me hacía, aunque podía distinguir algo de tensión en sus facciones. Tampoco le agradaba que Teresa se fijara en mí.
—¿Debería?
—No.—rió, sonrojándose un poco.—Pero sé admitir cuando alguien es bonito y ella lo es.
—Es linda, sí, pero no me gusta. ¿A ti sí?
—Tengo sentimientos por alguien más.—contestó, bajando la mirada para entretenerse con su taza de porcelana. Su nerviosismo se notaba a leguas.
—¿Quién?—mi corazón se aceleró, me daba miedo su respuesta. Temía no ser yo el causante de sus sentimientos.—Habla, shank.
Newt negó con la cabeza y parecía que delinear la orilla de su taza es más interesante.
ESTÁS LEYENDO
One shots (newtmas & dylmas)
FanficPequeños escritos de un rubio y un castaño queriéndose con todo el corazón en todos los universos posibles. No apta para homofóbicos. Los personajes no me pertenecen, Newt y Thomas son de James Dashner, Dylan y Thomas son personas reales. Las hist...