El Emperador 국민 ♣Kookmin♣

☯ • III

"Propósito encontrado"

—¡Vamos burro, levántate por favor! —Rogó el Beta con voz cansada mientras ambos jóvenes intentaban hacer que el asno se levantara del césped.

Luego de una larga charla con lágrimas de por medio, heridas nuevamente abiertas y pasados dolorosos con confesiones que ambos habían callado. El asno que usaban como medio de transporte había decidido tumbarse en el césped sin intención alguna de volverse a levantar.

—Jin, dijiste que el burro iba a llevarnos. Confié en ti—Reprochó el Omega con su cejó fruncido y los brazos cruzados.

—No confíes en mi—Se burló Jin mientras seguía con la batalla.

Jimin reconocía que su plática con Jin había terminado en un compromiso que "tal vez" Le llevaría a unos buenos años de cárcel o peor aun hasta la muerte.  Pero si moría estaba tranquilo ya que al menos su existencia tuvo un objetivo. Pues ser un objeto no era su propósito y mucho menos una motivación para seguir viviendo.
No eran decisiones para tomarse a la ligera, pero estaba decidido, desde que algún día quiso dejar una marca en el mundo.

Porque Jimin quería demostrar que los omegas no eran débiles, que no sólo servían para cocinar planchar, lavar la ropa, procrear, criar cachorros, coser, bailar y ser los esclavos de la sociedad.
Porque así los trataban, como esclavos de los demás rangos.
Jimin había vívido bajo una máscara de falsa sumisión, nadie sabía que mientras escuchaba atentamente con la cabeza baja a sus compañeros en el burdel hablar sobre los alfas como sus amos en realidad en la mente del Rubio solo podía bufar y quejarse en silencio.

Jimin sabía que un Omega era capaz de muchas cosas.  Ahora tenia un propósito de vida, ahora cumpliría con una promesa de vida que hizo cuando todavía era un pequeño niño. Su madre siempre repetía "A pesar de lo que la sociedad diga, tu y yo sabemos que eres un Omega fuerte capaz de muchas cosas. Tu puedes cambiar el mundo así sea con pequeñas acciones mi amor, la luna nos asigna un propósito a cada uno y estoy segura que pronto encontrarás el tuyo".

Aquellas palabras quedaron grabadas en su mente hasta el día de hoy. Y Jimin sabía que había encontrado aquel propósito tan anhelado .

☯

El Omega tenía una expresión tranquila, una pequeña sonrisa que reflejaba paz. Porque a pesar de tener miedo, sabía que por fin obtendría justicia. 

Su corazón se sintió en paz mientras reposaba entre los brazos de Morfeo.

Pero sus sueños fueron interrumpidos por el líquido viscoso que cayó en su fina piel obligándolo a fruncir el ceño y que su expresión de paz se deformara en una mueca.

Probablemente dió el grito más fuerte de su vida, quien sabe. Se levantó con horror inspeccionando el lugar donde se encontraba.

Un gran caballo color marrón con un hilo de saliva que le caía del hocico estaba a su lado, la cálida brisa de la mañana abrazándolo sutilmente, vio a Jin en frente suyo mirándolo atentamente, un hombre desconocido le daba de comer al otro caballo.

—Buenos días, Jimin—Saludó Jin moviendo su mano en un ademán. El rubio observaba a su al rededor notando que atrás suyo había un hermoso arroyo y el burro se encontraba tomando agua. El castaño al ver la confusión del Omega se apresuró a hablar.  —El es Oh Sewu, cuando te quedaste dormido le pedí que por favor nos ayudara con el transporte hasta el Reino.

—Oh Sehun, un placer conocerlo —Habló el dichoso Alfa extendiendo su mano al encuentro de la pequeña mano del omega.

Jimin le sonrió con cortesía mientras se permitía olfatear el aroma a madera que desprendía el hombre en frente suyo.