☯ • XI

1.6K 218 11
                                    

"  Insípido  Resplandor "


La celebración parecía estar en su mejor punto, la música era perfecta y los invitados se mantenían enérgicos sin ninguna intención de marcharse.
Cada vez llegaba más comida y bebida, los cuales devoraban sin cuidado.

Y por supuesto, el Emperador postrado en su magnífico trono. Observando lo que sucedía a su al rededor sin el más mínimo interés.
Hasta que se acercó uno de los ancianos del consejo con pasos lentos y llenos de dificultad, con un bastón que apenas se escuchaba.

-Su majestad-Comenzó-, debería traer un regalo a sus para el entretenimiento de sus distinguidos invitados.
Su padre a su lado asintió, dándole a entender que eso seria lo correcto.

-Por supuesto, sería grandioso que trajera a un Gisaeng del harén para deleite de sus aliados-Respondió con una ligera sonrisa con tintes de malicia.

Claramente aquel "regalo" no sería realmente para Jungkook, sino para demostrar el poder y estatus. Para recalcar que Jeon podía tener cualquier cosa que pudiera desear, sus vidas, sus reinos. Todo estaba en sus manos. Él podía ofrecerles bonanzas y placer, como también escasea y dolor.
Jeon Jungkook era superior, el resto eran inmundas lombrices arrastrándose a sus pies.

Por supuesto, Jungkook no pudo negarse así quisiera. Aquello por más irónico que pareciera, no estaba en sus manos.

-Traigan a dos Omegas.

════ ∘◦❁◦∘ ════

-¡Te están enloqueciendo, Jiminnie!-Reprochó clavando sus dos orbes verdes con los pequeños ojos azules del más bajo.

-Es imposible, los dulces no pueden enloquecer-Contraatacó el más pequeño.

-Te vas a engordar-Le encaró. El rubio masticó el dulce de mala gana-, se ven ricos.

Justo cuando el peligrisaceo iba a poner sus dedos en la cajita de dulces, se escuchó el sonido de un bastón impactando contra el suelo. Los omegas se pusieron alerta de inmediato observando a un anciano caminar hasta el encargado del harén.
Taehyung instintivamente le arrebató al más bajo la cajita de dulces corriendo hasta dentro de la habitación, Jimin corrió detrás suyo cuestionándose la repentina acción de su amigo.

-¿Qué haces?-Preguntó jadeante en cuanto cerró la puerta tras suyo. El peligrisaceo tomó uno de los dulces devolviéndole la caja, el rubio lo miró extrañado.

-¿Viste al anciano?-Cuestionó Taehyung. Jimin asintió-, ese anciano es el encargado de llevar a los omegas con el emperador.

El anciano observó a la fila de omegas de arriba a abajo escaneándolos de forma descarada, Jimin tragó saliva sonoramente.

-Se solicita la presencia de Dongsun y Hwan.

Los mencionados siguieron al anciano desapareciendo por la puerta adornada con las hermosas flores, Taehyung se permitió soltar todo el aire contenido en sus pulmones.
Pues ambos omegas no iban a ser los juguetes solo del Emperador, sino de todos los asistentes a la celebración y quién sabe qué les harían después.
Solo pensar el destino de los pobres muchachos le causaba náuseas y tristeza ajena.
Aunque se regocijaba de que ni al rubio ni a él les hubiese tocado ir allí aquel día.
No quería que lastimaran al pequeño Omega, era dulce e inocente que le causaba unas inmensas ganas de guardarlo en su bolsillo para así protegerlo.

El Emperador 국민 ♣Kookmin♣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora